Éxtasis rojinegro para firmar un partido de ensueño (80-66)

Los rojinegros logran su séptima victoria gracias a un actuación brillante en la que las desconexiones fueron cosa del pasado

Coviran Granada Gran Canaria
Thomas Bropleh celebra tras la victoria ante Gran Canaria | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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Partido de ensueño para un Covirán Granada que al fin ha recordado el buen baloncesto que posee en sus manos. Golpeó primero Gran Canaria con un triple de Shurna y un tiro en suspensión de Slaugther. Las primeras canastas de los canarios fueron el primer aviso del gran potencial en ataque con el que contaba el plantel de Jaka Lakovic. Covirán Granada volvió a su pista con un aire de incertidumbre y dudas que se disiparon rápidamente gracias a Pere Tomás y Alex Renfroe. Los veteranos del equipo aportaron la tranquilidad y la concentración que tanto necesitaba la plantilla. Por primera vez en mucho tiempo, Covirán Granada logró frenar a su rival desde la defensa. La defensa en zona planteada por Pablo Pin llevó al conjunto canario a abusar de un tiro exterior que en esta jornada no sería su fuerte.

Un dos más uno de Petit Niang, que puso el 12 a 7 en el marcador, fue la gran demostración de que los rojinegros convertirían su estadio en un fortín. Su grito de rabia se pudo escuchar en todo el pabellón del Zaidín. Fue el fiel reflejo de un equipo que cree en sí mismo, que sigue luchando y que necesita una victoria que les confirme que todo el sufrimiento ha servido de algo. Gran Canaria estaba perdido, sin ideas y golpeado por la marcha temprana de un Damien Inglis que se retiró del parqué lesionado tras un choque con Luke Maye.

Con el 19 a 13 en el marcador arrancó el momento más complicado para Covirán Granada. En las últimas jornadas el segundo periodo ha sido el gran talón de Aquiles para los granadinos. Minutos en los que la desconcentración y los errores se apoderaban de los de Pablo Pin. Esta vez este factor sería tan solo un fantasma del pasado. Las rotaciones del técnico rojinegro funcionaban, todos los jugadores, del primero al último mostraron su mejor versión para consumar uno de los mejores periodos que se le recuerda al Covirán Granada.

De la mano de un Thomas Bropleh estelar y dirigidos por un Lluís Costa que volvió a sacar su magia a relucir, el Covirán Granada fue poco a poco abriendo brecha en el marcador ante un Gran Canaria irreconocible. Los de Lakovic se empeñaban en recordar que son el segundo equipo de la competición con mejor porcentaje de acierto desde el tiro de tres, pero el balón se resistía a entrar. Solo Ferran Bassas mostraba algo más de lucidez en su juego. La agresividad en la defensa que tanto ha pedido Pablo Pin a sus jugadores en las últimas semanas al fin se materializó. Estaba siendo el partido perfecto. Tanto así que al descanso los rojinegros se marcharon con 19 puntos de ventaja, algo que en demasiadas ocasiones ha tenido que sufrir Covirán Granada en sus propias carnes.

Las estadísticas hablaban por sí solas. Parcial de 20 a 7 para los locales, 21 rebotes capturados y 5 de 9 en triples. Del lado visitantes, un sorprendente y paupérrimo 2 de 23 en tiros de tres los condenaba a tener que ir a remolque en la segunda mitad del encuentro.

De regreso a la pista, el gran miedo era comprobar si Covirán Granada sería capaz de mantener su gran juego. Parecía que todos los presentes en el Palacio esperaban con cierto temor que la temida desconexión apareciese en cualquier momento. Esta vez no sería así.

Apretó Gran Canaria de regreso a la pista. Albicy abrió la lata para su equipo con un buen triple y Khalifa Diop se sumó a la fiesta momentánea para recortar la distancia en el luminoso, pero ahí estaría Christian Díaz para cortar de raíz cualquier intentó de remontada. Sus seis puntos consecutivos permitieron a los rojinegros seguir liderando un partido que, con el paso de los minutos, tornaba más bronco ante la desesperación de un Gran Canaria al borde del colapso.

Aunque con un mejor juego y algo más acertados de cara al aro, Gran Canaria no podía hacer nada ante la apisonadora en la que se había convertido Covirán Granada. Parcial igualado sí, pero las sensaciones no reflejaban una posible remontada del plantel visitante. La victoria estaba a tan solo 10 minutos y solo se convertiría en derrota por demérito de Covirán Granada. Algo que, llegados a este punto y con 20 de ventaja en el marcador, no ocurriría (60-40).

No llegaría a suceder, pero el intento fue real. Gran Canaria sacó fuerzas de flaqueza para acorralar a un Covirán Granada y algo cansado tras dejarse la piel en cada jugada durante 30 minutos. El objetivo era llegar a final, consumar al fin 40 minutos de buen baloncesto. Tuvo que parar el encuentro Pablo Pin tras un parcial de 1 a 8 de su rival. Los errores comenzaron a aparecer en un plantel rojinegro que solo durante unos minutos se vio superado por un Gran Canaria que ya no tenía nada que perder. El técnico rojinegro dio entrada a pista a Christian Díaz y Petit Niang para acabar con cualquier atisbo de remontada. Un triplazo de Luke Maye llevó a Lakovic a detener el encuentro, el partido se le escapaba por momentos. Tras varios minutos de superioridad granadina llegó el momento de mayor tensión.

Las continuas quejas del técnico canario le acabaron costando dos técnicas consecutivas que lo mandaban directo al vestuario. Su reacción no fue la más adecuada. Lakovic encaró el camino de salida encarándose con los tres árbitros y acompañado de los gritos de un Palacio que quería celebrar de una vez por todas la séptima victoria de la temporada. Tras el incidente, tocaría sufrir un poco más. Gran Canaria llegó a colocarse a solo siete puntos de distancia a falta de un minuto para el pitido final. Ante la última gota de fe canaria, los triples de Luke Maye y Thomas Bropleh para dejar la victoria en casa (80-66).

Se podrán sacar algunos detalles negativos, siempre los hay, pero eso será más adelante, este sábado solo queda levantarse y aplaudir a un Covirán Granada que ha logrado su séptimo triunfo de la temporada ante un rival que contaba con todos los pronósticos a su favor. Desde Costa hasta Caicedo, todos los jugadores rojinegros han firmado una actuación colocal para recordar que este equipo no está muerto y que las adversidades se superan con esfuerzo y constancia. Un paso más hacia la salvación, pero sobre todo, un paso más hacia el juego que Covirán Granada puede mostrar

Ficha del partido:

Covirán Granada: Niang, C. Díaz, Tomás, Renfroe, Maye - quinteto inicial- Costa, Ndoye, Bropleh, Iriarte, Moore, Caicedo, J.Díaz

Gran Canaria: Slaugther, Albicy, Brussino, Shurna, Balcerowski - quinteto inicial- Inglis, Bassas, Benite, Salvó, Diop, Stevic

Parciales: 19-13; 20-7 - descanso- 21-20; 20-26

Árbitros: Antonio Conde, Arnau Padrós y Esperanza Mendoza







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