Así ha sido la celebración del ascenso del Granada C.F. a Primera Divisón: un broche de oro para una temporada inolvidable

Los jugadores del equipo nazarí pudieron celebrar con su afición el histórico logro a lo largo de una noche mágica, donde no faltaron emoción, lágrimas y un sinfín de cánticos

Celebración del ascenso del Granada CF a Primera División en la fuente de las Batallas y el Ayuntamiento de Granada
La fiesta rojiblanca se vivió con especial intensidad durante las casi 4 horas que duró el encuentro de los jugadores con su afición | Foto y vídeo: Javier Gea y Antonio L. Juárez
Álvaro Holgado
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Cerca de 4.000 almas se congregaron entre la Fuente de las Batallas y la plaza del Carmen para recibir a los héroes del histórico ascenso del Granada C.F. a Primera Divisón. Tras una larga temporada en la que el equipo nazarí ha vivido de todo, la noche de ayer supuso el broche de oro a todo el esfuerzo realizado este año. Granada es por fin de primera y el aficionado granadino no quiso perderse el encuentro con sus jugadores, que dieron todo en una fiesta que transmitió una completa comunión entre ambos.

A última hora de la tarde, a las 20:00 horas, en la Fuente de las Batallas calentaban motores entre cánticos e himnos que hacían presagiar una noche mágica. El histórico lugar para la celebración de las victorias rojiblancas ya está preparada para recibir a los jugadores hicieron vibrar hasta el último segundo en Son Moix. Las viejas y nuevas generaciones, mayores y niños, jóvenes y no tan jóvenes, se daban la mano en una espera impaciente mientras levantaban sus bufandas al tiempo que botaban en masa.

Echaba a andar al mismo tiempo el autobús descapotable del Granada C.F. que llegaría a las 20:30 horas al primer lugar de reunión donde la fiesta ya había empezado. Mientras los jugadores nazaríes iban por la plaza Fontiveros, el periodista Fernando Díaz de la Guardia cantaba y caldeaba el ambiente con la afición.

La locura se desató en el mismo instante en que los componentes de esta plantilla que ya ha dejado su huella en la historia del club granadino pisaron el escenario. Cientos de gargantas a punto de quedarse afónicas al compás del maestro de ceremonias, Álvaro Vadillo. El extremo ha hecho una temporada encomiable después de una carrera truncada por las lesiones, convirtiéndose en todo un ídolo en la ciudad de la Alhambra.

Tras coger la palabra el capitán, Víctor Díaz, fue el turno de Fran Rico, uno de los jugadores más queridos por vestuario y afición, que pidió salir al terreno de juego esta última jornada al entrenador nazarí Diego Martínez, tras una temporada muy complicada en la que una lesión de larga duración le ha impedido pisar el césped de Los Cármenes durante toda la temporada. Acto seguido y tras las palabras de Martínez, quien quiso resaltar el trabajo bien hecho por sus pupilos y el gran grupo humano que habían formado así como el inmenso apoyo que la afición ha brindado al equipo y sin el cual, detallaba, hubiera sido imposible llegar hasta donde se ha llegado. "Cada partido no hemos jugado 11,hemos jugado miles", apuntó.

El presidente del club granadino, Jiang Lizhang, que se convertiría más tarde en uno de los protagonistas de la velada, era levantado en volandas por los integrantes del equipo nazarí. Terminaba la primera estación de la jornada de fiesta con los jugadores del Granada poniendo la bandera rojiblanca en los más alto d ela Fuente de las Batallas, donde se espera que quede varios días para recordar esta enorme gesta a los granadinos.

A pocos metros, la plaza del Carmen se iba llenando y Francisco Cuenca, aún alcalde en funciones, declaraba a los compañeros de TG7 la alegría inmensa que significaba, para un granadinista de corazón como él, el ascenso a Primera División. De la misma manera, se remitía al impacto que suponía para "toda la ciudad. Sobre todo para los miles de niños granadinos, que no son del Madrid o del Barça sino del Granada". A la llegada de los jugadores, la plaza ya se encontraba a rebosar y la fachada del ayuntamiento completamente iluminada de rojo. Estos eran recibidos entre cánticos y emoción contenida después de la sufrida temporada.

Ya con todo el equipo nazarí reunido en el salón de plenos con Cuenca como anfitrión, se le hacía entrega a Lizhang de un obsequio en forma de granada para conmemorar el hito conseguido. El presidente chino hacía el esfuerzo en compañía de su traductora por demostrar el afecto que ha adquirido con el club y la ciudad. "Granada es roja y mi sangre también. Te quiero Granada" apuntaba entre las risas y los vítores de los allí presentes.

Llegaba el momento de quizás más emoción para la afición y el recién ascendido equipo. Los jugadores del Granada C.F. salían al balcón para festejar junto a los suyos, mientras un speaker iba presentando a cada futbolista entre los aplausos y los cánticos de los aficionados. Antes había sido el propio Cuenca quien recordaba a sus paisanos que Granada ya es de Primera. Una condición de la que, por lo menos durante el próximo año, ya no se pueden desprender los granadinos.

Al llegar el turno de nuevo a Lizhang, este recordó la promesa que hizo tiempo atrás el dirigente asiático a los seguidores del club. Tras el dramático descenso, prometía volver a la categoría reina del fútbol español en un plazo de dos años. Lo ha conseguido. Los jugadores pedían que el presidente botara y la afición también. A pesar de la emotividad de sus palabras, poco importaba para los que allí se encontraban, que llegados a un punto acabaron por vitorear a Lizhang sin ni siquiera esperar la traducción.

Acabó la noche como tenía que acabar, con el himno del Granada C.F. y una comunión excelsa entre aficionados y jugadores, coreando con la garganta al límite la letra del himno de un club que vuelve a formar parte de los mejores clubes de España y al que le espera una nueva e ilusionante temporada en el horizonte.

Así fue el minuto a minuto de la fiesta rojiblanca