La actitud defensiva se esfuma en un Covirán con el agua más al cuello (98-83)
Los rojinegros muestran una versión radicalmente contraria a la de una semana atrás para gastar una bala más en sus pocas opciones de permanencia

El Covirán Granada muestra su cara B cuando menos tenía que hacerlo. Tras la victoria ante Manresa todos esperaban una versión competitiva de los rojinegros ante un Gran Canaria que tiene en juego su entrada en los playoffs. Lejos de que ocurriese esto, los granadinos aguantaron 15 minutos en un duelo en el que la falta de actitud defensiva permitió a los locales jugar a placer para avanzar cómodamente hacia los playoffs de la ACB,
Máxima igualdad en los primeros minutos en el Gran Canaria Arena. Primer periodo de tanteo entre ambos equipos que pusieron sobre la pista un juego tremendamente rápido, quizás menos físico de lo esperado, casi sin interrupciones en el cronómetro y con un Covirán Granada sumamente acertado desde el tiro de dos. John Shurna llevó la batuta en el arranque del encuentro firmando los primeros ocho puntos de su equipo, anotación que contestaron Amine Noua y Omar Silverio. Movió el banquillo Pablo Pin en el ecuador del periodo. A su equipo le faltaba algo de energía y, sobre todo, una mayor actitud defensiva pues Gran Canaria anotaba con relativa facilidad. Entraron Ndiaye y Aurrecoechea para dar algo más de físico a un Covirán Granada ágil y que transmitía confianza en querer luchar por la victoria hasta el final. De la mano de un Omar Silverio valiente y entregado a la causa, el partido pasó a un tuya-mía constante en el que la diferencia era mínima en el marcador, siendo finalmente los rojinegros quienes se llevarían el primer combate con el 19 a 22. Buen arranque de los de Pablo Pin por su 7 de 8 en tiros de dos, aunque la efectividad en el triple ya avisaba de que el partido se les podría poner muy cuesta arriba.
Ante la evidente diferencia de físico con los canarios, el Covirán apostó por un juego rápido en transición que les evitase el cuerpo a cuerpo con su rival. Sin embargo, esto les hizo llegar en ocasiones demasiado tarde a algunas jugadas haciendo que el casillero de las faltas subiese como la espuma para llegar al bonus cuando aun restaban más de cinco minutos en el cronómetro para el descanso. En el intercambio de canastas, los granadinos encontraron un mayor acierto desde la línea de 6’75, pero en el plano defensivo los tiradores de Gran Canaria se encontraban una y otra vez con lanzamientos claramente liberados. Tras un parcial de 6-0, Pin detuvo el juego tratando de buscar la versión física y guerrera que sus jugadores mostraron una semana atrás. Subió la intensidad de los visitantes, pero Gran Canaria sacó a pasear a su perro de presa. Caleb Homesley, como ya hiciese en el duelo de ida en el Palacio de Deportes, cargó su muñeca para anotar desde el triple y más allá. De todas las formas y colores, estuviese bien punteado su tiro o no, el escolta estadounidense fue ampliando poco a poco ventajas para marcharse a vestuarios con el 52 a 45.
El segundo periodo dejó una excesiva anotación de Gran Canaria, una tónica que continuaría de regreso al parqué. Menos de dos minutos necesitó el plantel de Jaka Lakovic para obligar a Pablo Pin a pedir tiempo muerto. Un parcial de inicio de 7 a 2 dejaba la máxima ventaja hasta el momento para Gran Canaria con el 59 a 47. El partido entraba en un terreno sumamente peligroso. Anotó Visconti de tres y disfrutó el Covirán de varias posesiones para seguir recortando distancias, pero todas acabaron como oportunidades desaprovechadas y ya se sabe qué ocurre si se le da la más mínima opción a un equipo como Gran Canaria.Triple tras triple los locales encontraron con suma facilidad la vía para disipar esa felicidad conseguida en Covirán Granada tras la victoria del pasado fin de semana. Con el 70 a 54, Pablo Pin paró el encuentro para solo pedirle una cosa a sus jugadores: defensa, defensa y defensa. Los rojinegros no estaban sabiendo defender al hombre con balón. La actitud vista ante Manresa había desaparecido por completo. El mal de las islas persistía en un Covirán Granada que veía con la cara hasta el suelo cómo se escapaba otra oportunidad de seguir recortando distancias hacia la salvación.
Con el 81 a 63 arrancó un último cuarto en el que los rojinegros mostraron una imagen que ya parecía olvidada. Sin defensa y sin tiro exterior es sumamente complicado competir, mucho más conseguir una remontada. La garra de Agustín Ubal no fue suficiente esta vez para revivir a un Covirán Granada desaparecido e incapaz de sacar la actitud defensiva que lo ha caracterizado en determinados momentos de la temporada. Gran Canaria arrolló sin piedad alguna a un plantel granadino que se volvió a marchar de las islas vapuleado con el XXX final. La distancia a la permanencia se mantiene en tres partidos, a falta de que Girona dispute su encuentro ante el Real Madrid. Ya solo quedan cuatro finales y cada vez está más cerca el descenso que la posibilidad de conservar la categoría.
Ficha del partido:
Dreamland Gran Canaria: Albicy, Brussino, Shurna, Tobey, Thomasson - quinteto titular - Klajij, Conditt, Homesley, Salvó, Pelos, Samar, Diop
Covirán Granada: Rousselle, Bezhanishvili, Noua, Valtonen, Silverio - quinteto titular - García, Ubal, Aurrecoechea, Tomàs, Guerrero, Visconti, Ndiaye.
Parciales: 19-21; 33-24 - descanso - 29-18; 17-20
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 30 de la ACB disputado en el Gran Canaria Arena el sábado 3 de mayo, a partir de las 20:45 horas.
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