Trastorno Déficit de Atención: cuando concentrarse se convierte en todo un reto

Entre un 2% y un 5% de la población infantil sufre de TDAH

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Foto: psicoblog.com
Sarai Bausán García | @Sarai_Bausan
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Estás en clase. Solo han pasado cinco minutos y ya no aguantas más. Intentas mantener el hilo de la explicación pero, por más que lo intentas, tu capacidad de concentración se merma por momentos. Te pones nervioso, te empiezas a encontrar mal. “¿Por qué no puedo seguir la clase como los demás?”, piensas. Una situación que vive día a día una considerable porción de los niños.

Estos problemas son la consecuencia del Trastorno Déficit de Atención (TDAH), un desorden de base neurobiológica que afecta a funciones concretas del cerebro, según indica la psicóloga Lourdes Ruiz Gordo. “El principal síntoma del TDAH es que la persona que lo padece tiene dificultades en el mantenimientote la atención, la selección de la atención en unas tareas concretas, la orientación de la atención una vez que se haya distraído y la distribución de la atención cuando se deben hacer dos tareas a la vez”, recalca la psicóloga.

Tal y como expresa Ruiz Gordo, las personas que conviven con quien sufre de TDAH las definen como olvidadizas, que se distraen con mucha frecuencia, que viven en su mundo y que requieren de más supervisión que la mayoría. “Son inmaduros, tiene reacciones emocionales impropias de su edad, tienen variabilidad en el rendimiento escolar”, reseña.

Los principales afectados por esta enfermad son los niños, padeciendo esta patología psiquiátrica entre un 2% y un 5% de la población infantil, según indica la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad.

Sobre las características que pueden hacer que una persona sea más proclive a sufrir de Trastorno Déficit de Atención, Lourdes Ruiz destaca: “Parece que hay un componente genético, hereditario. También se ve más en niños que en niñas, pero en general no hay un factor discriminativo en cuanto a sexo. Tampoco lo hay en cuanto a cociente intelectual”.

Los problemas de autoestima y el resentimiento del rendimiento escolar son las principales consecuencias que trae consigo esta patología. Así, cuando el afectado empieza a esforzarse y ve que su rendimiento no concuerda con su esfuerzo empieza a sentirse mal consigo mismo y con sus capacidades.

El periodo en el que suele detectarse que un niño tiene TDAH es durante la etapa infantil, sobre todo desde el último año de infantil y a partir de primaria.

A pesar de todas las aristas que tiene la patología, existe una gran novedad para quienes lo padecen: el Trastorno Déficit de Atención tiene solución. Según Lourdes Ruiz, mediante estrategias de adaptación, las capacidades atencionales incrementan su potencial. “Se le da al niño más tiempo para adaptar las tareas, se le trata de poner cerca del profesor para que no se pueda distraer tan fácilmente y para que el docente le preste más atención, se reforzar los momentos en los que esté atento para incrementarlos y se le dan espacios para que se reorganice y se pueda volver a concentrar”.

Pero sobre todo, dos factores son los principales, según Ruiz Gordo, para atajar este problema: tener mucha paciencia y comprensión.