La Universidad de Granada aprueba la desaparición definitiva de los actuales exámenes de septiembre

El Consejo de Gobierno de la UGR ha aprobado la modificación de su calendario académico, dando luz verde a que la convocatoria de exámenes extraordinarios tenga lugar antes de las vacaciones de verano

examenes
Imagen ilustrativa
Gabinete
0

La Universidad de Granada ha emprendido este curso un importante debate sobre un asunto que afecta directamente a todos miembros de la comunidad universitaria: el calendario académico. La progresiva implantación en la mayoría de las universidades públicas españolas de un calendario en el que la convocatoria de exámenes extraordinarios tiene lugar antes de las vacaciones de verano, ha impulsado la formulación de diferentes propuestas que han dado pie a un debate general sobre las mismas en el que han participado muy activamente todos los colectivos que conforman la institución.

El debate se inició en junio 2016 mediante la difusión en la página web del Vicerrectorado de Docencia de todos los documentos disponibles que podían contribuir a la reflexión sobre este asunto y la solicitud a todos los centros y colectivos de que enviaran informes sobre la repercusión de un calendario adelantado.

Desde el punto de vista del equipo de gobierno de la UGR, el adelanto de los exámenes de septiembre ofrece importantes ventajas académicas y administrativas. Entre las más importantes puede destacarse la previsible mejora en el rendimiento académico de los estudiantes que este cambio puede suponer, especialmente en lo que hace referencia a la convocatoria de septiembre, en la que tradicionalmente se han registrado altas tasas de fracaso.

Así se desprende al menos de los datos ofrecidos por otras universidades tras los primeros años de cambio en sus calendarios. Entre las razones que contribuyen a esta mejora podría encontrarse el hecho de que los estudiantes pueden contar durante todo el período de preparación de los exámenes extraordinarios con la ayuda de sus profesores, o que el adelanto de los exámenes extraordinarios permite a todos los estudiantes iniciar el curso con normalidad en septiembre y evitar incorporaciones tardías. En general, los estudiantes que logren superar todas sus asignaturas en las convocatorias ordinarias, podrán aprovecharse de tres meses libres consecutivos (junio, julio y agosto), con las ventajas que ello lleva aparejadas. Otras áreas en las que las ventajas parecen evidentes son la de la movilidad internacional, la de estudios de posgrado, los procesos de matriculación, etc.

Por otra parte, los beneficios potenciales para los docentes no son menos importantes, y van desde la posibilidad de conocer el listado completo de los estudiantes de sus asignaturas desde el inicio del curso, hasta las mayores facilidades de planificación de las prácticas obligatorias o de las actividades de los másteres. Además, los profesores podrían contar con un período sin docencia que podrían dedicar a otro tipo tareas con pleno acceso a sus centros y a los diferentes servicios.

En todo caso, la propia transcendencia del cambio que se planteaba ha ofrecido una inmejorable excusa para abrir un debate en el seno de la comunidad universitaria que en muchos casos ha ido mucho más allá de la discusión relativa a un mero calendario. Para facilitar este debate, se habilitó una página web en la que se fueron alojando algunas propuestas iniciales de modificación del calendario, que posteriormente dieron pie a otras muchas posibilidades y ajustes que se han ido concretando a lo largo de este proceso de reflexión.

Este proceso de reflexión conjunta, por ejemplo, ha llevado a incorporar a la propuesta final algunos ajustes de gran importancia, entre los que cabe destacarse la incorporación de días no lectivos previos a los exámenes finales y destinados a la preparación de los mismos. También se han establecido soluciones provisionales al problema derivado de la celebración de la convocatoria de septiembre de los exámenes de selectividad y se ha dejado prácticamente el mes de julio, que permite a los estudiantes contar con casi dos meses consecutivos para dedicar a estancias, prácticas, actividades laborales, etc.

En términos generales, la propuesta aprobada por el Consejo de Gobierno, establece un marco general que entrará en vigor en el curso próximo (2017-2018) y que establece las líneas generales dentro de las que cada Centro debe fijar su propio modelo de calendario y la programación concreta de las pruebas de evaluación final previstas en sus planes de estudio. Dicha programación deberá ser aprobada por cada Junta de Centro y comunicada al Vicerrectorado de Docencia para su verificación previa a la aprobación definitiva. Este planteamiento toma en consideración las sensibilidades de los diferentes centros y titulaciones permitiendo la adaptación del calendario definitivo a las singularidades de cada una dentro de un calendario marco.

Dicho marco general establece, como principal novedad, la desaparición definitiva de los actuales exámenes de septiembre y la conclusión del curso académico antes del periodo vacacional de agosto. Así mismo, establece la división del curso en dos semestres de aproximadamente 18 semanas, en los que se fijan las fechas de referencia de inicio y final de las actividades lectivas. Este calendario, que abunda en el concepto de evaluación continua e incluye en cada semestre con anterioridad al comienzo de la convocatoria ordinaria un periodo sin exámenes para preparación de las pruebas finales, es el resultado de un amplio proceso de reflexión y debate de todos los colectivos que componen la comunidad universitaria (profesorado, estudiantado y personal de administración y servicios) que se inició en junio de 2016.

En este marco general de actividades docentes se contemplan dos modelos básicos:

Calendario con semestres abiertos: todas las pruebas correspondientes a la convocatoria extraordinaria de las asignaturas del primer y del segundo semestre se programarán al final del curso una vez concluidas las pruebas ordinarias del segundo semestre.

Calendario con semestres cerrados: las pruebas correspondientes a la convocatoria extraordinaria de las asignaturas de cada semestre se programarán a continuación de las pruebas de la convocatoria ordinaria, respetando en todo caso las fechas indicadas en este calendario.

De esta manera la Universidad de Granada se incorpora a la línea de las universidades españolas más avanzadas en su programación docente.