Los trastornos del sueño, entre las secuelas más habituales en pacientes post Covid

Los expertos afirman que la calidad del sueño de los profesionales que están en primera línea también se ha visto afectada

Estudio del sueño dormir
El sueño es un factor determinante para la calidad de vida | Foto: Gabinete
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La Sociedad Española de Neurología, estima que entre un 20 y un 48% de la población adulta española sufre dificultades para iniciar o mantener el sueño, siendo el insomnio el problema más frecuente en este sentido. No obstante, se estima que incluso un 90% de pacientes con diversas patologías como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas se encuentran aún sin diagnosticar.

Según los expertos en la materia, la pandemia también ha provocado secuelas relacionadas con el sueño en muchos pacientes de Covid-19 que presentan peor calidad de sueño, llegándose a hablar incluso del insomnio persistente como otra de las consecuencias de la pandemia. “Además de problemas de insomnio y cambios en los patrones de sueño, también se aprecian otros debidos a los problemas pulmonares, que hacen que durante el sueño el nivel de saturación de oxígeno sea más bajo de lo normal”, asegura el neurofisiólogo con consulta en Hospital San Rafael de Granada perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Antonio Maldonado.

Según el experto, el estrés provoca una disminución del tiempo de sueño. Es decir, su eficiencia disminuye, algo que han experimentado directamente los profesionales que están en primera línea en la lucha contra el coronavirus. “Además de los pacientes, estos profesionales han visto resentida su calidad del sueño debido, entre otras cosas, al exceso de trabajo, los traumas sufridos cada día e incluso cambios en el lugar de dormir por temor a contagiar a seres queridos”.

El sueño es un proceso fisiológico integral esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, provocando una buena calidad del mismo, efectos muy beneficiosos, tanto a nivel físico como emocional. “A nivel físico, por ejemplo, repercute en una mejor recuperación muscular o menor riesgo de sufrir una enfermedad cerebrovascular o cardiaca. A nivel cognitivo-emocional, tendremos una adecuada capacidad de nuestras funciones cognitivas en general”, explica Antonio Maldonado.

Por contra, la privación crónica de sueño o el sueño de baja calidad, va a tener efectos perjudiciales a estos mismos niveles. En este sentido, son frecuentes trastornos como ansiedad, depresión, mayor irritabilidad, falta de concentración o cambios bruscos de humor. También puede provocar trastornos de aprendizaje, aumento del tiempo de reacción, fallos de memoria y alteraciones en el proceso de toma de decisiones, además de provocar mayor riesgo de presentar algunas enfermedades físicas o agravar las presentes, más allá de presentar fatiga muscular y somnolencia diurna.

“Para darnos cuenta de la importancia del sueño y de los problemas tan diversos que puede provocar, una alteración del sueño puede ser el problema principal en un niño que presenta pérdida progresiva del lenguaje -como ocurre en un tipo de epilepsia que se llama Afasia Epiléptica Adquirida-. En este caso, un problema durante el sueño relacionado con epilepsia, hace que el niño pierda su capacidad para hablar” cuenta el neurofisiólogo con consulta en el Hospital San Rafael de Granada.

Estudios del sueño

Se estima que menos de un tercio de personas que presentan problemas del sueño acuden al especialista. Con el objetivo de arrojar luz a pacientes que sufren estos trastornos y mejorar su calidad de vida, en el Hospital San Rafael de Granada se realizan polisomnografías, también conocidos como estudios del sueño. “Se trata de un estudio diagnóstico de sueño completo, que se realiza al paciente durante la noche”, explica Maldonado. “Para ellos se colocan varios electrodos al paciente antes de dormirse para poder valorar durante el sueño, tanto las variables cardiorrespiratorias como neurofisiológicas, resultando esencial para el correcto diagnóstico en la mayoría de problemas de sueño”.

Las alteraciones en este ámbito de descanso pueden afectar directamente a otras patologías o agravar las ya presentes. De ahí la importancia, según los expertos, de atender a estos problemas a través de estudios del sueño. “Los pacientes con síndrome de apnea-hipoapnea del sueño, presentan mayor riesgo de aparición de patologías importantes como cardiopatía isquémica, ictus o hipertensión, entre otras”, expone el médico neurofisiólogo. “También presentan más riesgo de sufrir un accidente de tráfico, lo cual es común para todas las patologías de sueño que generen somnolencia diurna importante”.

En este sentido, el tratamiento de las patologías de sueño, van a mejorar la calidad de vida de los pacientes, de forma integral, tanto a nivel físico como cognitivo-emocional. Por ello, los expertos recomiendan acudir a consulta con prioridad a cualquier persona que presente ronquido nocturno, le hayan observado pausas en la respiración por la noche y que presente excesiva somnolencia diurna.







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