Del segurata de la Alhambra a la 'tapa' de la corresponsal griega: la otra cara de la cumbre

La primera jornada del gran acontecimiento en Granada dejó anécdotas y vivencias dentro de la formalidad de la cita

El Rey reivindica el "espíritu de Granada" y lo que la diversidad puede brindar si se aprovecha como "ventaja"
Prolegómenos de la gran foto de familia de la Cumbre en el Patio de los Leones de la Alhambra | Foto: EP
Miguel López Rivera
0

Una cumbre europea da para mucho. Para muchos titulares, imágenes y comentarios. Al otro lado del micro o de la cámara, los detalles se acrecientan y las anécdotas quedan registradas en la retina como diario de abordo para la eternidad.

En la prensa se da un fenómeno curioso que iguala a grandes y pequeños y convierte las convivencias en algo así como un 'torneo del KO' del periodismo. Acostumbrados a las coberturas de siempre, con los mismos colegas de siempre y en los círculos habituales, una cumbre europea como la de Granada se convierte en la oportunidad perfecta para cruzar el Rubicón y ver cómo trabajan o se organizan los corresponsales o enviados especiales de los medios nacionales.

Lo curioso es que en ellos también se intuye ese aprendizaje de las rutinas y dinámicas de la ciudad que visitan, terminan preguntando a los plumillas oriundos cuestiones locales que no están en su jerga y, entre todos, se genera una simbiosis que convierte la cobertura en un ejercicio de convivencia estimulante.

Al que esto escribe, por ejemplo, le fascinó que entre los más de 2.000 pupitres de la sala de prensa le tocara trabajar justo enfrente de Guillermo Pascual, corresponsal de Antena 3 en Bruselas casi desde que tiene uso de razón. Un tipo, además, afable pese a la dilatada trayectoria que atesora, y que no dudaba en echarse unas risas con los presentes cuando tocaba. Puede parecer perogrullesco, pero no siempre sucede así.

Tampoco dejaron de reírse los corresponsales georgianos mientras a primera hora de la mañana comparecía Sánchez a su llegada al Palacio de Congresos. Eso sí, cuando apareció Irakli Garibashvili, mutis por el foro. ¿No sabían que estaban en España?

El segurata de la Alhambra

Ya en la subida a la Alhambra, el primer chascarrillo lo protagonizó el responsable de Securitas que controlaba la caseta que da acceso a la subida hasta la Puerta de los Carros. Los microbuses de los periodistas se habían equivocado hasta en dos ocasiones –cosas de encargarle el tema a una empresa cordobesa– así que tras hacerle a los otros 'un Fernando Alonso' el que traía al equipo de GranadaDigital, a pasar el control. En esas, un compañero bromeó con una frase típica del colectivo de vigilantes: "Por aquí sólo pueden pasar los taxis". La realidad superó a la ficción, pues, a pesar de que tenía un policía nacional con una metralleta delante, hizo bajarse del bus al escolta del Gobierno que viajaba en el mismo para que le enseñase su placa acreditativa. Lo cuentan y no se cree.

Nada más llegar al Palacio de Carlos V, bronca entre la corresponsal de una cadena griega y su operador de cámara. ¿La ocurrencia 'malafollá' de turno? Pues que no le habrán puesto la tapa con la consumición. Tapas fue precisamente lo que no cenaron los líderes europeos en la Alhambra, quienes dieron buena cuenta de un menú de lujo a cargo del chef cordobés Paco Morales. El olor que desprendía la preparación de los platos llegó hasta el Carlos V, despertando el apetito de los plumillas, que tuvieron que conformarse con el buffet de la sala de prensa del Palacio de Congresos. "Esos han comido como los reyes", espeta Celia Pérez, audiovisual de GranadaDigital, al escribiente mientras redacta. Muy elocuente. Según el ya mencionado Guillermo Pascual, la carne estaba muy buena y el menú muy por encima de la media habitual. Lo segundo no lo podemos confirmar, pero de lo primero damos fe.

Todavía en el Palacio de Carlos V, otro reportero televisivo evidenciaba la obviedad de que "no eres nadie" cuando tienes que salir en una hoja de collage que le pone cara a todos los jefes de estado y de gobierno para que los periodistas españoles te reconozcan. Y entre equivocaciones y admiración por la capacidad para corregirlas de otras dos compañeras, y el "Pamela Anderson" pronunciado por un colega rumano al ver a una de las primeras damas, lo que generó la risa y el comentario posterior en inglés –"eso se entiende en todos los idiomas", agregó– terminó una jornada que para GranadaDigital se trasladó hasta el Palacio de Congresos. Fuimos los últimos en cerrar. En el mismo parking. Para que luego digan por ahí que los andaluces no curramos. Esto sí que son 'Cuentos de la Alhambra'.