Los marcos de las carocas ya esperan los ingeniosos dardos del Corpus
El apagón, la falta de trenes o el viacrucis del Granada CF se colarán este año entre las sátiras más esperadas por los granadinos

Granada ya huele a Corpus. Y aunque aún falten algo más de dos semanas para que suene la Tarasca o veamos a Carlos Baute cantar en la caseta municipal, hay señales inconfundibles de que la fiesta grande de la ciudad está a la vuelta de la esquina. Una de ellas ha vuelto a ocupar su lugar, como cada año, en la Plaza de Bib-Rambla: los marcos de las carocas ya están instalados. Y eso solo puede significar una cosa... se avecinan versos afilados, rimas con retranca y dibujos con más verdades de las que a algunos les gustaría admitir.
Las carocas son una tradición tan granadina como el propio Corpus. Se trata de una serie de viñetas satíricas acompañadas de una quintilla —estrofa de cinco versos octosílabos con rima consonante— que retratan con humor ácido y agudeza temas de actualidad local, nacional e incluso internacional. Con origen en el siglo XIX y afianzadas en su forma actual desde mediados del XX, las carocas representan un ejercicio colectivo de memoria, crítica y carcajada. Cada año, el Ayuntamiento convoca un concurso abierto para que cualquier ciudadano presente su propuesta. El jurado selecciona las mejores y, tras ser ilustradas por artistas locales, se exponen en el corazón del Corpus.
Durante días, cientos de personas se agolpan en la plaza para leerlas, reírse, hacerse fotos y comentar cada tema retratado. Son, en cierto modo, un espejo irónico en el que la ciudad se mira… y se ríe de sí misma. Y eso, en los tiempos que corren, tiene más valor del que parece.
Trenes, los Goya y el humor sin electricidad
Este año, los posibles temas de las carocas dan para llenar más de un marco. Uno de los favoritos en las quinielas callejeras es el gran apagón que dejó buena parte del centro de Granada a oscuras en plena noche. Una escena que parecía sacada de otra época y que, entre velas y farolas apagadas, dio pie a chistes instantáneos en redes y en los bares.
Tampoco se libran los ya casi eternos problemas ferroviarios. La desconexión ferroviaria de la provincia, las obras interminables del AVE o las reivindicaciones históricas o la denominada 'Mesa del Ferrocarril' son ingredientes perfectos para una caroca con locomotoras, políticos y vías sin rumbo.
La gala de los Premios Goya, celebrados en el Palacio de Congresos el pasado 8 de febrero, dejaron imágenes memorables, algunas más glamurosas que otras. Pero también dejó vandalismo en los bustos del famoso pintor, cierto colapso en la ciudad, la visita de Richard Gere y una alfombra roja que desató tantas pasiones como críticas. Con esos ingredientes, una caroca se escribe sola.
Y qué decir de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), esa nueva normativa europea que ha sembrado dudas, enfados y más de un dolor de cabeza entre conductores. Entre señales nuevas, cámaras espía y mapas crípticos, la sátira parece no solo inevitable, sino necesaria.
El turismo y el deporte son materia prima para las carocas
Uno de los temas más candentes —y controvertidos— de los últimos meses ha sido el debate sobre la turistificación de la ciudad. Barrios como el Albaicín, el Realejo o el Centro Histórico han alzado la voz ante el crecimiento de apartamentos turísticos, el ruido nocturno y la expulsión de vecinos de toda la vida.
La palabra "turismofobia" ha empezado a colarse en las conversaciones, con plataformas vecinales reclamando medidas que frenen lo que muchos consideran una pérdida de identidad. ¿Habrá alguna caroca con maletas, guías turísticos y vecinos cabreados? Apostamos a que sí.
Los clubes granadinos tampoco se libran del ojo irónico de las carocas. El Granada CF ha vivido una temporada especialmente convulsa: tres entrenadores, salidas sonadas, una gestión deportiva discutida y una afición que, más que enfadada, está desencantada con la directiva. Sin mencionar resultados concretos, hay material de sobra para que alguna quintilla retrate el malestar en clave de humor.
Por su parte, el Coviran Granada lucha hasta el último segundo por mantenerse en la Liga Endesa. El baloncesto local, que ha vivido en los últimos años un crecimiento ilusionante, atraviesa ahora un momento de incertidumbre que tampoco pasará desapercibido para los autores de carocas con mirada deportiva.
Una tradición con retranca y alma granadina
¿Por qué son tan importantes las carocas para los granadinos? Porque representan una de las pocas ocasiones en las que el pueblo habla con voz afilada pero festiva. Porque en cinco versos y un dibujo se puede decir más que en mil discursos. Y porque, en el fondo, las carocas son ese ejercicio de humor inteligente que nos permite asumir nuestras propias contradicciones con una sonrisa en la boca.
En tiempos donde todo se discute en redes sociales y muchas veces con más ruido que contenido, las carocas siguen apostando por la crítica culta, ingeniosa y accesible. Y eso las convierte en patrimonio emocional de la ciudad.
¿Qué tema no debería faltar?
Con los marcos ya preparados y la cuenta atrás en marcha, desde GranadaDigital queremos saber qué temas crees que deberían protagonizar las carocas de este Corpus 2025. ¿El apagón? ¿Las dudas sobre la ZBE? ¿El drama ferroviario? ¿La situación del Granada CF o del Coviran? ¿Quizás algún político local que se lo haya ganado a pulso?
Déjanos tu propuesta en comentarios o en nuestras redes sociales. Porque si algo tienen las carocas es que, aunque las firme el ingenio popular, hablan con la voz de todos los granadinos.
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