El Laboratorio del Sacromonte: retratos inmortales de bolsillo

En una cueva rodeada de vistas impresionantes, la protagonista es la fotografía de época mediante técnicas mejoradas pero fiel a 'lo antiguo'

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A caballo entre Granada y Noruega, la actividad en este laboratorio se mantiene activa a lo largo del año con cursos, demostraciones y sesiones al más puro estilo del siglo XIX | Fotos: Pablo López
Ángeles López
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El Laboratorio surge hace cinco años de las mentes inquietas de Pablo y Hedvig con la idea de un objetivo claro: la práctica, la difusión y la investigación de los procesos fotográficos del s.XIX. Aquí fue cuando aparece el medio como un descubrimiento nuevo y casi ‘mágico’. Estos dos artistas se interesan por un proceso concreto, ‘colodión húmedo’ y, a partir de ahí, nace la aventura de ponerlo en marcha para acercarlo ‘a pie de calle’. Este proceso de fotografía artesanal requiere de unas condiciones y productos muy concretos para que sea preciso y atractivo.

A caballo entre Granada y Noruega, la actividad en este laboratorio se mantiene activa a lo largo del año. Sus puertas están abiertas para talleres, cursos, demostraciones, ofreciendo su parte más didáctica; y así, dar a conocer qué hacen. Por su interior han pasado escuelas de fotografía para conocer la técnica y llevarse el producto final de recuerdo; o incluso fotógrafos profesionales que han preferido alquilar este espacio para 'imprimir' sus trabajos y, además, recibir el asesoramientos de Pablo y Hedvig. Retratos en blanco y negro que casi están desapareciendo debido a la implantación de dispositivos digitales capaces de realizar el mismo proceso por ellos mismos.

Sesiones de estudio vintage

Contactando a través de sus canales, cualquier persona puede acudir al ‘estudio’ y realizarse sesiones de retrato al más puro estilo 'vintage' y artístico, en las que cada retrato es original y único; tratando de crear piezas perfectas, aunque en ellas las imperfecciones quedan propias e incluso bellas. En grupo, con motivo de un aniversario o simplemente por el capricho de autorregalarse algo diferente, es una alternativa a la ‘fotografía moderna’ aportando un toque de originalidad y de elegancia, siendo posible conservar estas instantáneas más de 100 años. Resulta curioso cómo es posible capturar imágenes de hoy en día, con esencia antigua para que perduren en el tiempo.

Proceso minucioso para una imagen inmortal

Durante el proceso, cada detalle cuenta. Resulta sencillo y meticuloso pero cada segundo es estratégico. Es complejo de procesar cómo de una pieza de cristal, sin más, una imagen puede ser atrapada y conservada. Hablamos de realizar ‘placas’, término que procede de estos años cuando la fotografía aún no es industrial, no se fabrican ‘al por mayor’ emulsiones fotográficas, ni carretes, ni celuloide, sino que todo es artesanal. Cuando estas superficies son de cristal, el proceso se denomina ‘ambrotipo’, término procedente del griego ‘ambrotos’, inmortal; cuando son de metal nos referimos a ‘ferrotipo’. A partir de las fórmulas históricas, se saca la materia y las proporciones, como puede ser resina de un árbol especifico, para obtener los sensibilizadores y las emulsiones, y clara de huevo, cuyo uso dejamos en suspense. Pablo y Hedvig han optado por mejorarlas para hacerlas lo más naturales posible. En esta química, influye los factores ambientales. Así que, que optaron por la cueva como medio idóneo para la fotografía, les permite trabajar durante todo el año entre temperaturas que rondan los 16-22 grados; y también la oscuridad para revelar.

A la hora de realizar la foto en sí, el tiempo de exposición es de unos 6 segundos e, inmediatamente, se traslada la placa para su revelado. En, aproximadamente, media hora la superficie saca a la luz la imagen en blanco y negro. Como elemento inmaterial, y no por ello menos importante, está la historia del lugar. La cueva situada entre ‘zambras’ tiene más de 100 años de historia que te envuelve a la hora de concentrarte e inspirarte, con techos bajos y puertas pequeñas. Podemos decir que no solo por su origen griego sino por su desarrollo en estas manos maestras, estamos ante ‘fotografía inmortal’.

Paisajes artesanales con un equipo móvil

Para acercarse a esta experiencia única, a finales de año, si el virus lo permite, tienen previsto realizar unos cursos de cuarto oscuro, fotografía analógica, cómo construir tu propia cámara y talleres del proceso del s.XIX: las luces o la mezcla de la química; y otros más profesionales y avanzados, como fotografía artesanal de paisajes, trasladando el cuarto oscuro al lugar elegido. La 'mirada monocromática' de Pablo y Hedvig quiere plasmarse por cada rincón de Granada dejando recuerdos irrepetibles, con regusto elegante y castizo.







Comentarios

Un comentario en “El Laboratorio del Sacromonte: retratos inmortales de bolsillo

  1. Para los que somos amantes de la fotografía tanto el estudio, como el reportaje son un regalo.
    "La mirada monocromática", imposible definirlo mejor con tan poco.
    ???

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