Granada lleva en volandas a Santa María de la Alhambra en su regreso a las calles
La ciudad se entrega a la reina del Sábado Santo, que vive un año muy especial por el 25 aniversario de su coronación
Enorme Sábado Santo en Granada. Tras el aciago 2024 vivido, las cofradías y la propia ciudad han hecho todo lo posible por vencer este 2025 a cualquier pronóstico meteorológico poco favorable. La Hermandad Sacramental de la Santísima Trinidad y Nombre de Jesús y Real e Ilustre Cofradía de Penitencia de Nuestra Señora de las Angustias Coronada de Santa María de la Alhambra de Granada logró hacerlo este sábado. No podía ser de otra manera. En el 25 aniversario de su coronación, la reina del Sábado Santo fue llevada en volandas.
El día no empezó con los mejores presagios, pues la lluvia hizo acto de presencia por la mañana. El paso de las horas dio paso al optimismo. Cuando se aproximaban las 17:00 horas, los alrededores de la Iglesia de Santa María de la Alhambra estaban repletos de personas. El reloj marcó la hora de los toros y llegó el momento de cumplir con una tradición. La Hermandad de la Alhambra entregó el Domingo de Ramos la llave de la Semana Santa granadina a la Borriquilla. Este sábado tocaba que la llave regresase para que sea custodiada un año más.
Bajada a tierra pasa salir del templo
Las puertas del templo se abrieron, aunque los concurrentes tuvieron que esperar hasta las 17:25 horas para disfrutar de la salida del titular. El tiempo invertido mereció la pena para observar la maestría del capataz y sus costaleros, que bajaron a tierra el paso para cruzar el umbral de la iglesia.
Un año de espera se hace largo y dos se hacen eternos. La felicidad rebosaba en los hermanos, algo que se podía leer fácilmente en sus sonrisas. Una de las primeras levantás de la tarde fue dedicada para el futuro hijo de un miembro de la cofradía, que en un futuro próximo ampliará su familia y también la de Santa María de la Alhambra.
La cofradía inició así su estación de penitencia, que debe transcurrir por tres puertas: la del Vino, la de la Justicia, donde el paso recibió una bonita petalá, y la de las Granadas, en la que deja siempre una estampa maravillosa tras dejar atrás el bosque de la Alhambra para introducirse en la ciudad por la Cuesta de Gomérez, donde también le llovieron pétalos.
La buena compañía del tiempo propició que Plaza Nueva, espacio más que amplio, estuviese abarrotada para recibir a la dolorosa coronada, que se introdujo en el corazón de la ciudad muy bien acompañada. El pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología marcaba que a partir de las 20:00 horas existía riesgo de las temidas precipitaciones. Muchos miraban de reojo al cielo, pero la cruz de guía de la procesión llegó a la carrera oficial a las 20:31 horas sin que cayera una gota.
Sprint final tras el paso por la Catedral
El sol acarició a Santa María de la Alhambra con sus últimos rayos y se marchó. Los paraguas permanecían ausentes, pero el frío se hizo notar, aún así no faltaron fieles para acompañar al paso por la Carrera de la Virgen, Ángel Ganivet y Mesones. Pasadas las 22:00 horas, llegó a la Plaza de las Pasiegas, donde fue recibida por el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo. Su entrada a la Catedral para realizar su estación de penitencia fue a las 22:11 horas.
Su paso por el templo fue más breve debido al temor a la lluvia. Su salida por la puerta del perdón estaba programada sobre las 22:45 horas, pero se realizó a las 22:20. Esos 25 minutos fueron oro para cumplir el objetivo de regresar a su templo sin contratiempos. Sobre las 00:50 horas, la Iglesia de Santa María de la Alhambra recibió el paso, que regresó tras una tarde noche idílica.
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