El granadino que admiraba a Ibrahimovic y visita Los Cármenes como amenaza del Villarreal B

Es probable que Diego Collado (Granada, 2001) se imaginara alguna vez jugando en Los Cármenes. Más complicado es que adivinase que la primera vez lo haría vistiendo la camiseta del Villarreal. El futbolista granadino es una de las principales armas del filial amarillo, que en esta jornada visita al Granada en busca de su segunda victoria del curso. Ganó al Racing y empató frente al Eibar, y en sendos encuentros fue titular el joven delantero. Abandonó pronto su tierra para enrolarse en las categorías inferiores del club groguet, en las que ha ido subiendo escalones hasta alcanzar, en este curso, el fútbol profesional. Este lunes, el incisivo atacante será una amenaza visitante, pero juega en casa.

Diego Collado (derecha), durante un partido entre el Ciudad de Granada y el Zaidín | Foto: Captura YouTube

A Collado le picó pronto el gusanillo del fútbol. Empezó a dar patadas al balón con sus amigos y no tardó en entrar en un club federado. Sus primeros pasos los dio, como varios de los futbolistas más prometedores de la provincia, en el Granada 74, primero, y el Ciudad de Granada, después. En el club ciudadano coincidió con Ramón Enríquez, otro talento granadino que ahora crece en Segunda División, en el Málaga en este caso. El hoy delantero del Villarreal B comenzó a crecer a pasos agigantados, fijándose en Zlatan Ibrahimovic, a quien define como su "referente futbolístico". "Creo que es un líder dentro del campo y tiene la portería siempre en mente", definió en una entrevista con los medios oficiales del club groguet hace tres años, en la que repasó su carrera.

El talento de Diego Collado no pasó desapercibido más allá de las fronteras de Granada. Indiscutible en su equipo, también empezó a aparecer en las convocatorias de la Selección Granadina, tanto para sus entrenamientos como para sus partidos. En 2012, llamó la atención de la cantera grogueta y emprendió el viaje que supuso un punto de inflexión en su carrera deportiva. Era alevín cuando el Villarreal le invitó a realizar una prueba. Esta duró una semana, durante la que conoció la residencia amarilla y a quienes poco después serían sus compañeros. Un par de meses después de aquel test, pasó el examen definitivo, que, como es habitual en los grandes clubes, consiste en disputar un torneo amistoso con el equipo en el que jugaría. Fue en Almería y finalizó con un triunfo del ‘Submarino’.

En el Villarreal

Se incorporó a la estructura del Villarreal al inicio de la temporada posterior. "Vine con la mente puesta en crecer como jugador y como persona. Era un niño y solo pensaba en disfrutar jugando al fútbol", expuso en la citada entrevista. Una vez en el conjunto amarillo, no encontró techo. Fue ascendiendo peldaño a peldaño, construyendo un delantero que cae a banda, es hábil en el desborde y posee un buen golpeo lejano. Fue convocado con la Selección Valenciana y ganó el Campeonato de España antes de debutar en Tercera División en edad juvenil. Lo hizo con el Roda, club con el que el Villarreal tiene convenio para la formación de sus futbolistas, en la temporada 2017/2018.

Diego Collado, con la Selección Granadina de Fútbol | Foto: Captura YouTube

En el ejercicio inmediatamente posterior, Diego Collado fue uno de los puntales del Juvenil A del Villarreal que ganó la Liga, la espinita que el granadino había tenido clavada hasta entonces, lo que le permitió comenzar a trabajar también con el segundo filial amarillo e ir convocado con las categorías inferiores de la Selección Española. En la 2019/2020, ya era miembro del ‘B’, equipo en el que se asentó la pasada campaña, en la que promocionó a Segunda División. Aportó cuatro goles y dos asistencias en los 34 encuentros que disputó.

En el inicio de la presente temporada, Collado ha sido indiscutible en el equipo dirigido por Miguel Álvarez. Con el dorsal siete, ha sido titular en los dos encuentros que ha disputado el equipo amarillo, aunque todavía no ha visto puerta. Apunta también a formar parte de la alineación este lunes, cuando pisará por primera vez Los Cármenes, con el puñal presto para tratar de adornar su regreso a casa.