La defensa más frágil de Primera

La defensa del Granada ya es la más frágil de Primera División. Con los tres tantos encajados frente a la Real Sociedad, son 57 las ocasiones en que ha recogido el balón del fondo de su portería, las mismas muescas que ha recibido el Almería pese a haber disputado un partido más -los nazaríes tienen pendiente el encuentro ante el Valencia-. La media en las 27 jornadas que han competido los de franjas horizontales rebasa el gol por partido, datos con los que se hunde en la clasificación y que ni siquiera los refuerzos invernales han logrado revertir. Los números, además, retratan la debilidad granadinista: no hay un equipo que haya encajado más goles, ni tan siquiera los mismos, en las cuatro máximas categorías del fútbol nacional.

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La sangría es manifiesta y condena al conjunto rojiblanco, desprovisto desde hace meses de la capacidad de contraatacar para, al menos, disimular sus carencias. El relevo de Paco López por el Cacique Medina en el banquillo pareció en las primeras jornadas disminuir el caudal de tantos en contra a costa, precisamente, de perder fuelle en la ofensiva, pero el paso de las jornadas ha ido disolviendo los cimientos sobre los que construía el charrúa. Lleva 24 tantos encajados, por los 33 de su predecesor. En los últimos cinco encuentros, ha concedido 13 dianas, goleado en La Cerámica y triplemente golpeado tanto en Montjuic como este sábado en Los Cármenes, frente a la Real Sociedad. En toda la campaña, tan solo una puerta a cero, la del pasado 3 de enero contra el Cádiz.

Esta endeblez es el mal endémico que viene padeciendo el Granada desde el comienzo del curso, aquejado de una planificación de plantilla que apenas contempló el refuerzo de la zaga tras el ascenso. A los defensas que el ejercicio pasado, protegidos por un sólido Raúl Fernández, se erigieron como unos de los mejores protectores de Segunda tan solo se unieron en verano Jesús Vallejo, que únicamente ha jugado tres partidos en lo que va de campaña, Manafá, insustancial hasta su marcha en enero, y Álvaro Carreras, empleado más en ataque hasta la ruptura de su cesión. Tampoco hubo fichajes en la meta, demarcación en la que tanto el Zamora de la categoría de plata como André Ferreira han exhibido dificultades, en especial el portugués. 

Matteo Tognozzi emprendió en invierno una profunda reforma que condujo al aterrizaje de Bruno Méndez, Kamil Piatkowski y Maouassa a la zaga, además de una renovación completa de la portería con las incorporaciones de Augusto Batalla y Marc Martínez. El central uruguayo y el arquero argentino se asentaron pronto y sí dotaron al conjunto rojiblanco de cierta solidez en sus primeras actuaciones, pero en la línea continúan apareciendo goteras y los otros dos defensores llegados en enero han arrojado hasta el momento más sombras que luces. De hecho, el lateral francés solo ha sido titular contra el Barcelona por la lesión de Carlos Neva en el calentamiento e Ignasi Miquel ha conservado el puesto pese a la competencia del polaco. 

Sin una línea asentada

Hasta ahora, 13 defensas han pasado por la línea en lo que va de temporada, a quienes se une Martin Hongla, tercer central contra el Barça y ante el Villarreal. Ricard y Carlos Neva sí han sido fijos prácticamente toda la campaña, pero en el centro de la línea ha habido un baile contraproducente. Solamente Ignasi Miquel, que comenzó el curso como el teórico cuarto efectivo en la parrilla de esta demarcación, ha logrado afianzarse, ausente hasta el momento en solamente un partido. La pronta lesión de Vallejo deparó una permuta entre Miguel Rubio y Torrente que concluyó en invierno, defenestrados para el Cacique en cuanto dispuso de nuevos defensas, en especial el murciano.

Sin embargo, tampoco Alexander Medina ha logrado asentar una línea de protección en las 13 jornadas que lleva al frente del equipo. Aunque sí resistió hasta la llegada del mercado de invierno con Ricard, Torrente, Ignasi Miquel y Carlos Neva, desde que los nuevos se fueron uniendo al plantel ha variado casi en todas las jornadas, también lastrado por algunas lesiones puntuales. En total, ha puesto sobre el tapete hasta siete líneas defensivas distintas, sin repetir en más de dos jornadas en lo que va de 2024. Lo que sí ha mantenido, en cambio, es su apuesta por Augusto Batalla en la meta. A su aterrizaje, el Cacique Medina evidenció la falta de confianza en André Ferreira con su suplencia en el Bernabéu, aunque la temprana lesión de Raúl Fernández devolvió al luso bajo los palos. En cuanto la ventana de traspasos levantó la persiana y Batalla fue inscrito, no ha vuelto a alternar. El resultado, no obstante, ha variado poco.