El arte de la Alhambra, desde Berlín hasta Buenos Aires

Alemania, Argentina o Arabia Saudí han querido albergar entre sus fronteras muestras del arte andalusí a través de distintas formas

Cúpula de la Alhambra en el Museo de Pérgamo de Berlín
Detalle de la bóveda original de la Torre de las Damas expuesta en el Museo de Pérgamo de Berlín | Foto: Remitida / Museos Estatales de Berlín
Pancho Spínola Bautista
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Si uno viaja a día de hoy a Alemania y le da por visitar el Museo de Pérgamo, en Berlín, dedicado a obras de arte clásico e islámico, podrá toparse en uno de sus espacios con una cúpula de madera que originalmente se encontraba en una sala de la Torre de las Damas del Palacio del Partal, en la Alhambra.

¿Cómo es esto posible? El origen del asunto se encuentra en 1885. Es entonces cuando Arthur von Gwinner, un banquero alemán que frecuentaba Madrid y Granada, decide adquirir un terreno en la Alhambra para utilizarlo como residencia vacacional. Esta parcela incluía jardines y edificios, entre ellos el mencionado Palacio del Partal.

Seis años más tarde, Von Gwinner, que tenía un gran interés por el arte, donó este terreno que poseía en la Alhambra a la ciudad de Granada, pero, a cambio, se llevó consigo a Berlín esta cúpula, que hasta entonces decoraba el techo de una sala de la Torre de las Damas.

A su llegada a la capital germana, instaló la bóveda dentro de su propia casa, donde permaneció hasta 1978, cuando la familia del banquero la vendió al Museo de Pérgamo. Allí se encuentra desde entonces, dentro de una sala dedicada específicamente al arte islámico en la península ibérica.

Vista la cúpula actualmente expuesta en el Museo de Pérgamo de Berlín | Foto: Remitida / Museos Estatales de Berlín

La cúpula fue fabricada con madera de cedro y álamo en el año 1320, y tiene unas dimensiones de 190 centímetros de alto, 355 centímetros de ancho y 355 centímetros de fondo. Su decoración está basada en el estuco, con detalles en azul, verde y rojo. La bóveda empieza siendo un cuadrado que después se transforma en un octógono, y posteriormente en un polígono de 16 lados. Dentro de las figuras se puede leer la inscripción "no hay más vencedor que Dios".

Esta es la única pieza original de la Alhambra que se puede encontrar fuera de sus muros, pero en otros lugares del globo han querido replicar la belleza de su arte a partir de reproducciones, llegándose a realizar incluso una copia a gran escala del complejo en Oriente Medio.

La réplica del Patio de los Leones en Argentina

Una vivienda particular de la ciudad argentina de La Plata alberga una copia del Patio de los Leones de la Alhambra, aunque hace ya algunos años recogíamos en GranadaDigital la situación de abandono y deterioro en la que se encuentra.

El origen de esta construcción, a cargo del artista español Ángel Pérez Muñoz, se encuentra en una visita que realizó a Granada en 1887 Dardo Rocha, quien fuera gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 1881 y 1884. Rocha quedó gratamente sorprendido por la belleza de este patio, y a su regreso encargó construir una réplica en la casa de su suegro Diego Arana, quien provenía precisamente de España.

Patio nazarí en la casa Arana, en la ciudad de La Plata | Foto: Archivo GD

Según explicó hace años a este medio Nicolás Colombo, autor del libro 'Misterios de la Ciudad de La Plata', Rocha se hizo en Granada con unos moldes de yeso para llevar a cabo la reproducción, tras lo cual los destruyó para que nadie pudiera hacer nada igual en Sudamérica.

La casa quedó durante generaciones en manos de la familia, pero, tras la muerte de Alberto Belisario Arana, su último propietario, los herederos no han alcanzado un acuerdo sobre su destino, por lo que ha permanecido en situación de abandono desde 2007.

La que se conoce como 'Casa del Patio Nazarí de La Plata' fue distinguida en 2006 como "bien patrimonial del casco funcional" por la Municipalidad de La Plata, pero a día de hoy sigue sin ser restaurada.

La reproducción de la Fuente de los Leones en Macael

En la localidad almeriense de Macael se encuentra una reproducción de la Fuente de los Leones de la Alhambra. Conservada en mucho mejor estado que el patio de la casa de La Plata, esta escultura se ubica en la Plaza de la Constitución, frente a la antigua sede del ayuntamiento, y es uno de los principales atractivos que ofrece Macael.

Imagen de archivo de la Fuente de los Leones de Macael | Foto: Archivo GD

Se trata de un pueblo especialmente conocido por su industria de mármol, y es que desde aquí se exporta a todo el mundo, siendo utilizado en construcciones tan icónicas como el hotel Burj Al Arab de Dubái. Como no podía ser de otra manera, esta réplica de la Fuente de los Leones está construida también con mármol blanco de Macael.

Desde el ayuntamiento explican que el objetivo de esta escultura no es otro que "poner en valor la utilización del mármol de la localidad en el arte a lo largo de la historia". La taza de la fuente la decoran doce versos del poeta de al-Ándalus Ibn Zamrak que describen la propia obra.

Esta fuente es obra de la empresa de artesanía local Mármoles Camar, fundada en 1977. Se trata de una compañía que ha realizado trabajos en más de diez países del mundo, de los que ellos mismos destacan el que llevaron a cabo entre 1998 y 1999 en Arabia Saudí, donde participaron en la construcción de una reproducción del complejo monumental más famoso de Granada.

Una copia exacta de la Alhambra en Riad

En la ciudad de Riad se ubica una réplica calcada de la Alhambra de Granada, encargada por la familia real saudí. Esta reproducción cuenta con una superficie de 12.000 metros cuadrados, aunque no incluye ni el Palacio de Carlos V ni la iglesia de Santa María, edificaciones cristianas añadidas al complejo original posteriormente.

Su construcción, que se llevó a cabo con gran discreción, duró cuatro años, desde 1998 a 2002, y tras ella el complejo sirvió de residencia privada al príncipe Abdul Aziz bin Fahd, el hijo menor del rey Fahd de Arabia Saudí. Abdul Aziz empezó a darse a conocer en España porque acostumbraba a veranear en Ibiza, donde atracaba su lujoso yate.

Para levantar esta réplica se erigió un promontorio artificial, imitando al original en el que se posa la Alhambra, e incluso se pobló de árboles y helechos para recrear la vegetación que rodea el monumento original. Para ello se importaron especies australianas, que fueran capaces de soportar las altas temperaturas y la aridez del desierto árabe.

Además, este trabajo requirió de más de un millón y medio de ladrillos y más de 4.500 metros cuadrados de loza de barro para los suelos. Una gran parte de estos materiales, así como de la cerámica presente en el complejo, fue fabricada en la villa de Otura, en la comarca de la Vega de Granada.







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