El Covirán tira por la borda cualquier atisbo de mejora (91-78)

Los granadinos vuelven a desaparecer lejos de su pabellón en un nuevo partido desastroso, sin energía, acierto ni actitud ante un UCAM descomunal

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Marko Todorovic y Cristiano Felicio en el encuentro entre UCAM Murcia y Covirán Granada | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
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Se esperaba un Covirán Granada similar al del duelo ante Manresa, pero se acabó viendo una versión parecida a la de Girona. El Covirán volvió a ser ese equipo que se vuelve pequeño lejos de tierras granadinas. Tanto así que comparar al equipo de hace tan solo una semana y al de este domingo se hace imposible pues las similitudes son nulas. Los rojinegros saltaron al parqué totalmente perdidos, sucumbiendo en apenas unos segundos a la intensidad y la rapidez en el juego planteada por los locales. UCAM propinó el primer golpe de la mano de Howart Sant-Ross con cuatro puntos seguidos y dos faltas en tan solo 30 segundos del primer cuarto. Con el paso de los minutos, Covirán Granada tan solo fue capaz de anotar cuatro puntos en dos jugadas aisladas. Mientras tanto, los de Sito Alonso campaban a placer por su pista llegando al 13-4 en el marcador. Tan solo Kwan Cheatham fue capaz de romper la férrea defensa universitaria, un breve momento de lucidez que no sirvió para evitar el 17 a 6 con el que Pablo Pin paró el encuentro por primera vez. La entrada de Jonathan Rousselle en pista cambió radicalmente la imagen de los granadinos, dando algo de organización y concentración al juego. Aun así, su aportación no fue suficiente para evitar el descalabro y despropósito que fue el primer cuarto (24-12).

Como ir a peor era complicado, el Covirán decidió ponerse a jugar tras diez minutos de ausencia total sobre la pista. Junto con Rousselle, la entrada de Malik Dime y de Christian Díaz permitió a los rojinegros dar una versión algo más próxima a su juego real. Anotó el base francés el primer triple para los rojinegros tras 13 minutos de juego, canasta que sirvió para colocar el 29 a 18. Los de Pablo Pin dieron un paso más en su intensidad en la defensa, sobrepasando por momentos a los de Sito Alonso y metiéndolos en bonus a falta de 6:40 para el descanso. El uso de las faltas y el acudir en repetidas ocasiones a la línea de personal permitió al Covirán soñar durante unos minutos, colocándose a tan solo cinco puntos de distancia con un parcial de 5 a 12. El partido entró en un bucle de tensión, faltas y protestas por parte de ambos equipos, paréntesis en el juego que sirvió a UCAM Murcia para reconstruirse y que el partido tomase su senda más habitual. En un abrir y cerrar de ojos, los pimentoneros retomaron el liderato en el marcador para marcharse a vestuarios con el +14 en su bolsillo (46-32).

Tras el paso por vestuarios, llegó el momento ‘show time’ para los locales. UCAM Murcia es un equipo intratable, de eso no cabe duda. Con Marko Todorovic firmando un partido descomunal, Howard Sant-Ross en su línea y Dylan Ennis siendo el alma de la fiesta universitaria, los locales sentenciaron el partido en apenas un par de minutos del tercer periodo. Triples, mates, bandejas… las canastas entraban de todas las formas y colores mientras un Covirán dubitativo, sin alma y sin capacidad de reaccionar veía como sufría su tercer paliza en apenas un mes. Hasta en dos ocasiones paró el partido Pablo Pin buscando una reacción que jamás llegaría. Con un 2 de 12 en triples es complicado ganar cualquier partido (74-50).

Alguno pensaría en cerrar el acta del partido, como ocurre en categorías inferiores, pero al Covirán Granada aun le tocaba resistir como buenamente pudiese los últimos diez minutos de otro partido para el olvido. Mientras el Palacio de Deportes de Murcia se divertía, hacía la ola y jugadores como Dylan Ennis podían hasta ponerse a hablar con la grada, las caras de los jugadores rojinegros eran dignas de un funeral. También de cierta incredulidad ante el nivel arbitral mostrado una vez más. Eso sí, para ambos lados, no se puede decir que el Covirán perdiese por los árbitros. Esta vez no. En el último periodo, tan solo David Kramer sacó algo de orgullo para maquillar la auténtica paliza que los rojinegros estaban recibiendo. Sin embargo, sus puntos quedaban en nada ante el estratosférico acierto de Murcia desde el triple. La fiesta en Murcia fue completa. No solo por la solvente victoria antes de la Copa del Rey (91-78), sino también porque Nemanja Radovic se convirtió con sus seis puntos anotados en el máximo anotador de la historia del club, un momento que siempre quedará en la memoria de los aficionados pimentoneros y que, por desgracia, ha tenido que ser frente a Covirán Granada. Del lado de los rojinegros, poco que añadir al despropósito que ha sido su partido. Todo lo mejorado ante Manresa quedó en absolutamente nada. No se vio un equipo con fuerza, con ideas claras ni con esa energía que reclamaba Pin en la previa. Este Covirán se desmorona por momentos. Ahora vendrán dos semanas de “descanso” que deben servir para mejorar y mucho si se quiere permanecer en la ACB.

Ficha del partido:

UCAM Murcia: Todorovic, Sant-Ross, A.Kurucs, Ennis, Sleva - quinteto inicial - R.Kurucs, Radovic, Caupain, Falk, Diagné, Jelinek

Covirán Granada: Felicio, Kramer, Costa, Martínez, Cheatham - quinteto inicial - Díaz, Iriarte, Tomás, Dime, Rousselle.

Parciales: 24-12; 22-20 - descanso - 28-18; 17-28

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 22 de la Liga Endesa disputado en el Palacio Municipal de Deportes de Murcia.







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