Los constructores de Granada piden agilidad a la administración para mantener la sostenibilidad del sector

La industria generó en enero un total de 2.288 contratos en la provincia, lo que supone un 15,4% menos que en el primer mes de 2022

Edificios de viviendas en construcción en la zona de expansión de La Chana | Foto: Archivo / Javi Gea
GranadaDigital
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El sector de la construcción generó en enero de 2023 un total de 2.288 contratos en la provincia de Granada. Aunque el guarismo no es del todo malo si se compara con ejercicios anteriores, esta cifra supone un 15,4% menos de acuerdos laborales que en el primer mes pero de 2022, cuando se formalizaron 2.706. Una circunstancia que los empresarios del ramo no ven significativo, sino como una evolución natural de la situación del mercado.

Lo cierto es que la bajada es menos acusada en Granada que en el conjunto de Andalucía, donde, según los últimos datos del paro hechos públicos por el SEPE, el receso alcanzó el 20,3%. No en vano, y en lo que se refiere a provincias, Cádiz lidera la caída con un 31,3% menos de contratos y 2.854 en total. Le siguen Sevilla, con 5.507 (-26,9%); Huelva, con 1.559 (-26,5%) y Córdoba, con 1.876 (-19,4%).

En el quinto puesto de esta clasificación ya aparece Granada. Y por detrás, en este orden, Málaga, con 5.094 (-12,6%); Almería, con 1.289 (-6%) y finalmente Jaén con 1.421 (-1,3%). Así, puede extraerse que la situación sin ser buena tampoco es particularmente negativa, tal y como aprecian desde la Asociación de Constructores y Promotores de Granada (ACP Granada).

En declaraciones para GranadaDigital, su secretario general, Francisco Martínez-Cañavate, no atisba motivos para la preocupación. Y, no en vano, la cifra de diciembre de 2022 se situaba en 1.600 acuerdos laborales derivados de la construcción. No obstante, Martínez-Cañavate sí detecta deficiencias en el sector que creen que pueden y deben mejorarse.

En lo que se refiere a la construcción, para el secretario general de la Asociación de Constructores y Promotores de Granada, es imprescindible que las administraciones, "sobre todo las locales", puedan "adherirse al Plan de Revisión de Precios del Estado". Este punto lo tilda de "fundamental" el representante de ACP. Y lo es por que permitiría "poder abordar y finalizar las obras tras el importante incremento de los costes de 2021 y 2022 provocados por la invasión de Ucrania y la apertura post Covid".

Otra reivindicación que exigen es la actualización de las bases de costes de construcción. "Si cuando sale la licitación, los costes de materiales no están actualizados, hay serias dificultades para poder adjudicar contratos". Por eso, exige también "evitar pliegos en los que sea el precio el único criterio tenido en cuenta", lo que a efectos prácticos se considera una subasta. En su lugar, plantea valorar otros aspectos como los recursos materiales de los que dispone la zona, los recursos humanos o la capacidad de la empresa contratada.

Respecto a la promoción, Francisco Martínez-Cañavate reclama un acortamiento en los plazos de otorgamiento de las licencias de obra. Actualmente, este periodo se encuentra por encima de los doce meses, lo que en el que caso de algunas empresas puede comprometer recursos económicos y de capacidad, generando pérdidas.

En una segunda instancia, los constructores granadinos ven necesario que la promoción de obra nueva lleve aparejada "una mejor planificación urbanística en cuanto a capacidad de ofrecer suelo como materia prima necesaria para dar contenido a la necesaria oferta de vivienda del sector". Algo que en Granada capital se hace cada vez más patente en zonas de extrarradio como el llamado Borde Norte, en Albayda, o Alquerías, en La Chana. En La Azulejera, entre Parque Nueva Granada y Casería de Montijo, directamente las calles están trazadas desde hace años pero el ladrillo ni ha llegado ni se le espera.

Para hacer realidad este segundo punto relativo a la promoción, el secretario general de ACP Granada demanda una reducción de la presión fiscal de la vivienda, así como mejorar la fiscalidad al comprador de vivienda habitual. Circunstancias todas ellas que llevan aparejadas el hacer sostenible, a nivel de empleabilidad, un sector que otrora fue el mascarón de proa de aquella burbuja que pinchó y que ahora parece vivir una nueva suerte de 'Renacimiento'.







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