Cáncer de riñón, la enfermedad silenciosa de la que se necesita hablar

La Sociedad Española de Oncología Médica estima una incidencia de más de 8.000 casos nuevos de cáncer renal para este 2023

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Mayte Delgado Ureña, FEA Oncología Médica del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada | Foto: Gabinete
Ainoa Morano
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Cuando el cáncer aparece, todo se desmorona. La vida que se conocía hasta ese momento parece desaparecer en una milésima de segundo y todos los pensamientos negativos habidos y por haber brotan en la mente de la persona afectada como si de un tsunami que arrasa una ciudad por completo se tratase. Este 15 de junio se celebra el Día Internacional del Cáncer de Riñón, una enfermedad silenciosa que llega casi sin aviso. Este tipo de cáncer de células renales es responsable de un 2-3% de todos los tumores malignos que se originan en adultos. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), esta estima una incidencia de más de 8.000 casos nuevos de cáncer renal para este 2023.

Con motivo de la celebración del Día Internacional del Cáncer de Riñón, que se conmemora el tercer jueves de junio, GranadaDigital ha contactado con Mayte Delgado Ureña, FEA Oncología Médica del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada para conocer más de cerca cuáles son las características de esta enfermedad, qué tratamientos existen para combatirla y cuáles pueden ser las causas que desembocan en el desarrollo de la patología.

El cáncer de riñón se caracteriza por ser una enfermedad tremendamente silenciosa al no mostrar síntomas hasta que la metástasis está en estadios muy avanzados. Tal y como explica la profesional del Clínico San Cecilio, "el carcinoma de células renales se asocia con una gran variedad de signos y síntomas, lo cual hace más difícil el diagnóstico. Muchos pacientes no experimentan síntomas y otros presentan hematuria, es decir, sangre en la orina, masa o dolor en costado. Aun así, esta triple asociación tan solo está presente en un 10% de los casos. Otros síntomas pueden ser la fiebre y la pérdida de peso".

Hasta un 40% de los casos se detecta de forma casual, cuando el paciente se realiza una ecografía o una TAC por otras razones, según señala la SEOM, y que suele aparecer con mayor frecuencia en hombres y entre la cuarta y sexta década de vida. Este es el caso de Carmen, nombre ficticio de una mujer que padece este tipo de cáncer pero que prefiere mantener su identidad en el anonimato. Esta granadina acudió a su cita médica "por otras cuestiones y, al poco tiempo, cuando me llamaron para ir a por los resultados descubrí que tenía cáncer de riñón. Fue un shock porque yo pensaba que me encontraba bien, era un chequeo rutinario y me encontré con la sorpresa", expresa en tono irónico la paciente.

Carmen se encuentra actualmente inmersa en su tratamiento para combatir esta enfermedad, unas terapias que tal y como desarrolla la doctora Mayte Delgado Ureña, "la elección pasa por la cirugía, valorando posteriormente un tratamiento adyuvante con inmunoterapia en los casos de alto riesgo de recaída. Actualmente, en pacientes con enfermedad extendida se utilizan fármacos antiángiogénicos y fármacos de inmunoterapia consiguendo un aumento en la supervivencia libre de progresión y en la supervivencia global de un porcentaje importante de los pacientes".

El hecho de que se trate de una enfermedad que no "da la cara" hasta estadios muy avanzados, donde la probabilidad de supervivencia se reduce considerablemente se une a una falta de conocimiento sobre las causas que provocan este tipo de cáncer. "No se han determinado las causas exactas de esta enfermedad, sin embargo, sí se conoce que el hábito tabáquico dobla el riesgo de desarrollar esta enfermedad, la exposición a ciertos productos químicos como cadmio, asbestos o petróleo; la obesidad; la enfermedad quística renal adquirida en pacientes sometidos a diálisis y el uso indiscriminado de analgésicos como aspirina y fenacetina, se asocian con un incremento en la incidencia", detalla la especialista del hospital granadino.

‘Necesitamos hablar sobre cómo vivir con el cáncer de riñón’

Con la aparición de la enfermedad, la mente de las personas afectadas torna directamente a un estado de ánimo y una mentalidad negativas. Los pronósticos más graves acuden inunda la mente de los pacientes como si de una tormenta de verano que cubre el cielo de gris se tratase. Desde que se conoce el diagnóstico no se puede ver más allá de la enfermedad en la mayoría de los casos, es por ello que la labor de las asociaciones se torna fundamental para sobrellevar este trance con la mejor de las actitudes.

Juan Antonio García, psicólogo coordinador de Alcer Granada, explica la importancia de hablar sobre el cáncer de riñón. “El paciente recibe un diagnóstico, pero cuando llegan a casa es cuando surgen las dudas, los miedos, la incertidumbre e incluso la depresión. Padecen un gran malestar que pueden sosegar viniendo a la asociación. Aquí se encuentran con personas que ya han pasado por el tratamiento, algo que les ayuda a comprender muchas cosas”.

Con motivo de la celebración del Día Internacional del Cáncer de Riñón, Alcer Granada, junto a las distintas asociaciones a nivel nacional, han lanzado este año su campaña de concienciación bajo el lema ‘Necesitamos hablar sobre cómo vivir con cáncer de riñón’. Con este movimiento, explica García, se pretende que los pacientes entiendan que “la enfermedad forma parte de su vida, pero no es lo único, su vida no se resume en la enfermedad. Buscamos que sean pacientes activos, que no se sientan inútiles para la sociedad”.

Ayudar y dejarnos ayudar. Una de las actividades que más frutos está dando por parte de Alcer Granada son los grupos de ayuda mutua, sesiones en las que varios pacientes se reúnen para hablar de la enfermedad y calmar sus inseguridades y sus miedos con los consejos de ese prójimo que vive la misma situación. “No están solos. Aquí entienden que hay más personas como ellos y, sobre todo, a no buscar la causa, sino la solución. Los pacientes tienden a pensar en los motivos que han hecho que la enfermedad aparezca, pero eso es una pérdida de tiempo. Necesitan ver cómo afrontar la enfermedad ahora que la tienen. Reflexionar sobre cómo llevar la vida desde que se conoce que se padece este cáncer”.