Las agresiones en centros sanitarios: un problema sin solución sencilla que sufren "los que nos cuidan"

Un total de 25 vigilantes de seguridad han sufrido ataques en el último año, mientras que los profesionales piden mayor conciencia

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Concentración por parte de sindicatos en contra de las agresiones en centros sanitarios | Foto: Archivo
Sergio Rodríguez Acosta
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La salud es lo más importante y, por ende, aquellos que velan por la de todos también lo son. Dicha máxima ha experimentado un retroceso en los últimos años a raíz de las agresiones en centros sanitarios, un problema tan grande como complejo, pues la dotación de medidas nunca puede llegar a crear un clima de seguridad para los trabajadores de hospitales y centros de salud. Hasta ese punto únicamente puede llegar la conciencia social. La responsable de Sanidad de CSIF Granada, Matilde Núñez, pide a la población "cuidar a los que nos cuidan" y recuerda que "estamos para ellos". Los profesionales que atienden a los enfermos no son los únicos afectados en este escenario, pues los guardias de vigilancia han sufrido 25 ataques en la provincia durante el último año.

Uno de los ruegos de Matilde Núñez a la ciudadanía es mayor empatía para comprender que los sanitarios quieren "atender y cuidar" siempre a quienes acuden a sus consultas. En ocasiones son los propios pacientes los que pierden los estribos, pero la integrante de CSIF Granada señala en declaraciones a GranadaDigital que son los familiares "los que suelen agredir” motivo por el que pide una mayor sensibilidad.

“Siempre suele pagar el que no tiene culpa. Los profesionales no tienen la culpa de las sobrecargas o la falta de personal”, lamenta la portavoz sindical. Por otro lado, recuerda que para existen hojas de reclamaciones para los que quieren expresar su descontento. “Entendemos su situación, pero no se pueden poner con esa agresividad a amenazar o incluso agredir”, recalca.

Los protocolos no llegan a todas partes

Una de las medidas implementadas desde hace ya años en el sistema público sanitario es el botón rojo, que acostumbra a estar ubicado debajo de la mesa de los profesionales por si estos necesitan pedir auxilio de manera discreta si sienten que pueden estar a punto de ser agredidos. “A veces ese botón no es suficiente”, explica Matilde, quien detalla que en ocasiones esa petición de ayuda puede llegar cuando se está evaluando al paciente con una auscultación u otro proceso.

“El protocolo es normalmente para después de la agresión y tenemos que evitarla”, manifiesta la responsable de Sanidad de CSIF Granada, quien reitera que “debemos cuidar a los que nos cuidan”. Desde su punto de vista, es fundamental "concienciar a toda la sociedad" para que estos tristes episodios se minimicen lo más pronto posible. Esta realidad es más dura si se mira atrás para rememorar el esfuerzo de los profesionales sanitarios durante las etapas más duras de la pandemia del coronavirus. “Se han olvidado de los aplausos en el balcón”, lamenta Matilde Núñez, que sostiene que “seguimos luchando para que la administración evite esas situaciones”.

Los centros acostumbran a contar con personal de seguridad, pero estos trabajadores pueden llegar a encontrarse con un escenario de conflicto con una familia numerosa u otras complicaciones. Matilde apunta que en ocasiones "les pasan por encima". El comité de empresa de Securitas Seguridad España, empresa que presta el servicio de vigilancia de seguridad en los centros públicos sanitarios en la provincia, ha contabilizado 25 agresiones a sus trabajadores en el último año, 9 de ellas en 2023.

Las agresiones repuntan con las mujeres como principales víctimas

Los representantes legales de esta plantilla afirman que se encuentran "al límite", por lo que reclaman "un incremento urgente de la seguridad en los centros hospitalarios y centros de salud de la provincia". Las circunstancias van más allá de las sensaciones, pues el Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud del año 2022 apunta que los ataques aumentaron el pasado año en el país un 29,8% respecto a 2021. Este informe señala que "las causas pueden deberse a una mayor concienciación de los profesionales sanitarios en denunciar, o por el aumento real del número de agresiones". Esta escala comenzó en 2021 después de que la actividad presencial fuese limitada en 2020 a causa del Covid-19.

Las cifras del pasado año revelan que el personal administrativo de los centros también ha sufrido un repunte de agresiones. Por otro lado, los números indican que en el 78% de los casos denunciados las víctimas son mujeres. Otra de las evidencias recogidas es el castigo que recibe la Atención Primaria, el principal sostén del sistema.

Un caso registrado en Granada este lunes

La Policía Nacional informó este mismo lunes sobre la detención de un hombre de 48 años que amenazó a un médico de Urgencias de un hospital situado en el distrito Norte de la capital. Además, el cuerpo detalló que "el varón mantuvo una actitud violenta en ante de los vigilantes de seguridad, comportamiento que también continuó en presencia de los agentes".

La intimidación del arrestado partió de la exigencia de que el facultativo le recetase medicación para un mayor número de días, según expresó la Policía Nacional, que ya puso al detenido a disposición de la autoridad judicial.







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