Personas incompetentes vs buenos líderes

front-view-businessman-holding-king
"Cuando los líderes comunican claramente sus expectativas, garantizan que todos los miembros del equipo trabajen en la misma dirección" | Foto: Freepik
Avatar for Joan Carles March
0

Decía Alex Rovira sobre los líderes que le gustan: son buenas y bellas personas, generosas, tiernas, lúcidas, amables, sensibles. Personas que no van de nada, que tienen al pequeño ego en su lugar, incluso a veces ese ego se hace imperceptible. Espiritualmente estas personas son gigantes, y precisamente lo son por su humildad, su sencillez, su alegría, porque el niño o la niña interior que tienen dentro sigue latiendo con fuerza y transmitiendo amor, alegría, apoyo y generosidad hacia los demás.

Y seguía: Brillante y lúcido, Machado tenía toda la razón: hay que tener contacto con el suelo, con la tierra. Qué importante es saber tener los pies en el suelo para desde allí conectar con los demás con humildad, con simetría, sin artificios. En la sabiduría de la Grecia clásica, ser humilde quería decir ser pequeño. Y es verdad, es en el cuidado de lo pequeño, de los pequeños detalles, donde se expresa la grandeza. Porque nada es menor para el que de verdad sabe amar con humildad, con ternura, sabiendo escuchar y teniendo los pies en el suelo.

Y mientras unos hablan de buena gente y por tanto de buenos líderes, nos encontramos con otras que hacen cosas desde la pedido perspectiva de que lo importante es él/élla mismo/a y no las personas con las que trabaja.

Hay 10 cosas que dicen que son incompetencias de los jefes:

1. Tendencia a “procrastinar”, especialmente en lo referente a la toma de decisiones.
2. Secretismo.
3. Hipersensibilidad ante las críticas
4. Amor por 'el procedimiento'.
5. Preferencia por candidatos mediocres o débiles.
6. Foco de atención en pequeñas tareas y no en la estrategia.
7. Alergia a las fechas de entrega.
8. Incapacidad para reclutar a sus buenos empleados.
9. Adicción a los consultores.
10. Jornadas de 14 horas.

.. la mayoría somos capaces de reconocer dos o más de estos rasgos en los 'jefes' ineptos que tenemos o hemos tenido en nuestros trabajos.

Y ante ello, volviendo a Alex Rovira, vemos ¿Qué hace ser un buen líder?:

1. Demostrar una ética fuerte y proporcionar una sensación de seguridad: Tener altos estándares éticos y morales y comunicar claramente las expectativas son dos elementos básicos para crear un entorno seguro y de confianza. Un líder con altos estándares éticos transmite un compromiso con la justicia, y genera confianza en que, tanto él o ella como sus trabajadores, respetarán las reglas del juego. Del mismo modo, cuando los líderes comunican claramente sus expectativas, garantizan que todos los miembros del equipo trabajen en la misma dirección. En un entorno seguro, los trabajadores se pueden relajar y disponer de mayor capacidad para la participación social, la innovación, la creatividad y la ambición. Asegurarse de que la gente se sienta segura debería ser la primera tarea de cualquier líder. Se trata de comportarse de forma acorde a los valores. Para aumentar la sensación de seguridad, es importante esforzarse en comunicar con la intención de hacer que la gente se sienta segura.

2. Permitir que el equipo se organice. Orientar de forma clara, permitiendo a los profesionales organizar su propio tiempo y trabajo, fue identificado como la siguiente capacidad de liderazgo más importante. Ningún líder puede ocuparse sólo. Por tanto, es imprescindible repartir las responsabilidades entre su equipo y en toda la organización y depender de las decisiones que tomen quienes se encuentren más próximos a la acción. Las investigaciones han demostrado reiteradamente, que los equipos con esta libertad son más productivos y proactivos, proporcionan una mejor atención al cliente y demuestran niveles más altos de satisfacción laboral y compromiso con sus equipos y organizaciones. Y, aun así, a muchos líderes les resulta difícil permitir que la gente se organice, porque temen que los demás cometan errores y con ello, enfrentarse a las consecuencias negativas.

3. Fomentar la conexión y el sentimiento de pertenencia. Los líderes que "se comunican a menudo y abiertamente" y "crean una sensación de triunfar y fracasar juntos como equipo" desarrollan una fuerte base para una buena relación. Somos una especie social, queremos conectar y sentir que pertenecemos al grupo. Las investigaciones sugieren que una buena relación podría tener un impacto también en la productividad y en el bienestar emocional. Por ejemplo, los científicos han concluido que las emociones son contagiosas en el lugar del trabajo. Los trabajadores se sienten emocionalmente agotados al observar interacciones desagradables entre compañeros de trabajo. Crear una buena relación es la segunda tarea más importante de un líder. Una vez que nos sintamos seguros, también nos sentiremos cuidados. Existen formas sencillas de estimular el sentimiento de pertenencia entre los profesionales: sonreírles, llamarles por sus nombres y recordar sus intereses y los nombres de sus familiares. Prestar una atención concentrada al hablar con ellos y expresar claramente que los miembros del equipo se apoyen mutuamente. Tener un lema, símbolo, o ritual que identifique al equipo de modo único, también puede fortalecer esta sensación de conexión.

4. Mostrarse abierto a las ideas nuevas y fomentar el aprendizaje. Reconocer que no tenemos razón no es fácil. Los efectos negativos del estrés dificultan el aprendizaje. Para fomentar el aprendizaje entre trabajadores, los líderes primero han de asegurarse de estar abiertos al aprendizaje (y a cambiar de rumbo) ellos mismos. Intentar abordar las conversaciones de resolución de problemas sin una agenda ni un resultado específico en mente. Evitar emitir un juicio hasta que todos hayan hablado, y hacer a la gente saber que se considerarán todas las ideas. Una mayor diversidad de ideas emergerá. Los fracasos son necesarios para el aprendizaje, pero nuestra búsqueda implacable de resultados también puede desanimar a los profesionales a arriesgarse. Para resolver este conflicto, los líderes han de crear una cultura que apoye la toma de riesgos. Esto proporciona el desarrollo de la inteligencia cognitiva, para que los trabajadores aprendan de los errores de sus compañeros también.

5. Fomentar el crecimiento. "Está comprometido con mi formación continua" y "Me ayuda a crecer para convertirme en un líder de próxima generación" conforman la última categoría. A su vez, los que se encuentren en el lado receptor experimentan una sensación de gratitud y lealtad. Pensar en la gente a la que más agradecido te sientes, porque han cuidado de ti o te han enseñado algo importante, ayuda. Cuando los líderes demuestran compromiso con nuestro crecimiento, se aprovechan las mismas emociones primordiales. Los trabajadores se sienten motivados para devolver lo recibido a través de gratitud y lealtad y hacen un esfuerzo adicional. Gestionar desde el miedo genera estrés, sin embargo, la calidad del trabajo difiere mucho cuando sentimos una obligación basada en el agradecimiento. Si quieres conseguir lo mejor de tu equipo, lucha por ellos, apoya su formación y promoción y rompe una lanza a favor de sus proyectos importantes.

Y todo ello con algunas claves que ayudan:

1. Estar presente en cada momento. La presencia no es una elección sino una necesidad. Y estar presente de forma consciente requiere disciplina y habilidad.

2. Planificar tu presencia. Todas las mañanas, destinar parte del tiempo a caminar, saludar a personas y conocerlas. Memorizar nombres. Mostrar un interés sincero en sus vidas. También escribir cartas de agradecimiento para reconocer esfuerzos extraordinarios. Cuando la gente atraviesa momentos difíciles, buscarles para darles mensajes personales de ánimo.

3. Hacer menos, ser más. Hay alguien que ha descubierto que cuando un profesional acude con un desafío, a veces requiere una solución sencilla. Pero a menudo, el problema solo necesita ser escuchado. Muchas situaciones simplemente necesitan un oído, no una respuesta.

Si quieres crecer en tu función como líder, necesitas ser capaz de liderar para inspirar. Y las pautas que te ayudarán a convertirte en un líder genuino capaz de sacar lo mejor de su equipo son, junto a las que hemos nombrado:

• Estar al servicio de los demás.
• Llevar a tus colaboradores al máximo de su potencial.
• Claridad de objetivos.
• Tratarles como les gusta que les traten.

Liderar para inspirar es estar al servicio de los demás. Todo para ser mejores líderes y sobre todo, buenas personas.







Se el primero en comentar

Deja un comentario