¿Tu móvil aguanta golpes, agua y años? La nueva etiqueta energética obligatoria te lo dirá
A partir del día 20 de junio de 2025 todos los teléfonos móviles inteligentes y tabletas que se comercialicen en la Unión Europea deberán incorporarla

La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha informado este viernes de que, a partir del día 20 de junio de 2025, todos los teléfonos móviles inteligentes y tabletas que se comercialicen en la Unión Europea deberán incorporar el etiquetado energético. Este aporta detalles relacionados con la eficiencia energética, duración de la batería, la resistencia del teléfono y tableta a caídas, el grado de reparabilidad y la resistencia a la penetración de partículas y de humedad.
Al igual que en la etiqueta energética de electrodomésticos, aparatos de refrigeración, lavadoras, televisores y pantallas electrónicas, o sistemas de iluminación, en la zona superior del etiquetado se encuentra un código QR que enlaza con la información completa del dispositivo en cuestión aportada por la entidad proveedora, ha explicado la Junta en una nota de prensa.
¿Qué información otorgará esta nueva etiqueta?
Asimismo, se detalla la marca comercial del dispositivo, y se identifica el modelo de la entidad proveedora. También se indica la clase de eficiencia energética del teléfono o tablet, siguiendo la misma categorización que en otros aparatos, es decir, con una escala de clases de eficiencia energética, desde la A -color verde-, la más eficiente, hasta la G -color rojo-, la de menor eficiencia energética.
Las novedades más importantes de este nuevo etiquetado son que los consumidores podrán conocer la autonomía de la batería por ciclo, expresada en horas y minutos, por carga completa de batería, comenzando con la batería totalmente cargada. El siguiente valor indica la resistencia del dispositivo ante caídas libres fortuitas. En una escala de la A -más resistente- hasta la E -menos resistente-, la resistencia se mide mediante el número de caídas sin deterioro en caída libre repetida.
Otra información relevante que aporta el nuevo etiquetado energético son las clases de reparabilidad del dispositivo, también en una escala desde la A -la de máxima reparabilidad- hasta la E -la de mínima reparabilidad-, teniendo en cuenta seis parámetros: profundidad de desmontaje, tipos de elementos de fijación, tipo de herramientas necesarias, piezas de recambio necesarias, duración de las actualizaciones de software, y la información existente sobre la reparación.
Los usuarios también podrán conocer la autonomía de la batería en ciclos. Mide la autonomía de la batería en ciclos hasta que la capacidad restante de la batería, en un estado de plena carga, haya alcanzado el 80% de su capacidad asignada. Por último, el etiquetado indica el índice de protección contra la penetración de partículas y de humedad.
Se asignará un nivel, del cero al ocho, indicador de la protección del dispositivo ante la penetración de objetos sólidos extraños y la penetración de agua con efectos perjudiciales. La información que proporciona el etiquetado energético se complementará con la información de la Ficha de Información del Producto, que también deberá proporcionar la entidad proveedora, donde se especificarán igualmente, entre otros aspectos, la profundidad de inmersión en agua, en su caso, o la resistencia al rayado de la pantalla, así como la duración de la garantía ofrecida por la entidad proveedora en meses y la dirección de dicha entidad.
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