Una familia de refugiados busca el milagro de la Navidad en Granada

Diolys y Anderson son una pareja venezolana que huye de su país y aterriza en la provincia en busca de una vida mejor

familia venezolana
Diolys González y Anderson Niño | Foto: Remitida
Celia Pereira
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La magia de la Navidad no llega a todos los hogares en Granada. Y más que la magia, un milagro. Diolys González y Anderson Niño son una pareja que huyó de su país, Venezuela, en busca de un futuro mejor, como la mayoría de los que se van. Sin perder la esperanza comenzaron un camino lleno de piedras hasta llegar a España, concretamente a Granada.

Antes de aterrizar a la ciudad de la Alhambra pasaron un tiempo en la isla Trinidad y Tobago, que se encuentra cerca de Venezuela. “Allí estuvimos viviendo acerca de unos dos años y éramos refugiados. Es una zona muy insegura porque son bastante racistas y no hay ninguna protección hacia los refugiados, y mucho menos con las mujeres”, cuenta Diolys.

Esta mujer de 32 años asegura que nunca había pasado tanto miedo como en esa isla, además de ser “totalmente explotada a nivel laboral”. “A muchas de nosotras nos hacían propuestas indecentes cuando cogíamos un ‘taxi’. Me tocó bajarme tres veces de estos coches porque me sentía verdaderamente acosada y tenía pavor de que me pasara algo”, explica Diolys. Por todos estos motivos, decidieron que no podían quedarse en un sitio en el que era igual o peor que su país de origen. Así comenzó el ‘sueño español’.

La necesidad de irte a otro país en busca de un futuro mejor se queda muy lejos de ser un sueño. A su llegada a Granada, Diolys y Anderson hicieron su solicitud de asilo, e inicialmente le otorgaron el papel blanco y, más tarde, la tarjeta roja. Con estos documentos pudieron empezar a buscar trabajo, alojamiento y comenzar una vida nueva. Pero, esta tarjeta es temporal, y el siguiente paso es que te envíen la tarjeta de residencia, algo que nunca sucedió. “Un día nos llegó la resolución y decía que nuestro caso estaba archivado por falta de una documentación”. Desde el Ministerio del Interior le dicen a esta pareja que le enviaron un comunicado que aclaraba que faltaban papeles para poder otorgarles una nueva vida aquí. Anderson y Diolys niegan rotundamente que esta carta llegara a casa. “Siempre hay alguien en nuestro hogar porque tenemos un bebé de nueve meses. Es imposible que no supiéramos la existencia de este supuesto comunicado”, cuenta la pareja.

Los problemas llegan ahora. Con el caso archivado y sin permiso de residencia les dieron quince días para abandonar el país. “Anderson lleva más de un año cotizado en España porque trabaja en Glovo”, explica Ricardo, de la Organización Familia Solidaria, que intenta ayudar a esta pareja y a su hijo. “Todo es un despropósito. La única culpa la tiene el Ministerio del Interior por un fallo administrativo”, asegura.

Aquí no acaba el drama de esta familia, y es que la entidad bancaria en la que tienen su cuenta ha enviado un ultimátum a Diolys y Anderson. “Si no entregan un documento oficial de residencia, le van a cerrar la cuenta. Y a través de la misma es donde se ejecutan todos los pagos e ingresos. Sin la cuenta bancaria no se puede hacer nada”, cuenta Ricardo. Por si fuera poco, el bebé de nueve meses con el que se forma esta familia no tiene derecho a un pediatra por no tener la tarjeta de residencia. “El niño ha nacido en España, debería ser español. Pero Maduro, presidente de Venezuela, impuso una Ley que dice que cualquier bebé nacido en otro país, pero con padres de origen venezolano, es venezolano”.

“Al no ser residentes, a mi bebé le han quitado el pediatra. Lo atienden por una urgencia, pero si llamo porque necesito una cita para mi hijo, no me la dan”, zanja emocionada Diolys.

Jesús, María y José huyeron del gobierno y buscaron refugio en un nuevo país, Egipto. La Navidad celebra el nacimiento de un niño que fue refugiado en su momento, una familia que buscó una vida mejor. La Navidad recuerda que ayudar al prójimo no es cuestión de un día y escuchar la historia de una persona, no es molestia. Diolys, Anderson y su bebé buscan este milagro de la Navidad.







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