Los errores propios siguen lastrando a un Covirán más competitivo (93-86)
Los rojinegros cambian radicalmente su imagen, pero no encuentran la perfección en su juego para asaltar el Nou Congost
Tocar fondo a veces es necesario para subir con más fuerza. El rapapolvo que sufrió Covirán Granada ante Bilbao supuso un gran correctivo para un conjunto rojinegro que ha dado un giro de 180 grados a su imagen en esta jornada 7 de la ACB. No era plaza fácil el Nou Congost, pero los granadinos parecen tocados por una varita esta campaña cuando juegan lejos del Palacio. El primer paso para, como poco, competir era salir al parqué con la máxima concentración. Con un quinteto poco habitual conformado por Rousselle, Valtonen, Ubal, Noua y Wiley, el Covirán avisó a BAXI Manresa de que la gesta del pasado fin de semana ante Unicaja no se iba a repetir.
Con energía y una férrea defensa, los de Pablo Pin fueron llevando poco a poco el partido a su terreno. Los de Diego Ocampo no pudieron correr como acostumbran. Ahogados por la intensidad defensiva de los visitantes, los catalanes tiraron del talento individual de algunas de sus piezas como Cameron Hunt y Derrick Alston Jr para mantenerse en el encuentro. Sin embargo, por primera vez en demasiado tiempo, el Covirán Granada jugó como equipo. Las rotaciones no mermaron la alta concentración de los rojinegros que llegaron a presentarse en pista con Bamforth y Clavell al mismo tiempo. El acierto desde el tiro exterior aplacó las continuas visitas de Manresa a la línea de tiros libres dejando el marcador al término del primer periodo en el 25 a 27.
La primera asignatura pendiente ya se había aprobado con nota. El siguiente reto era mantener la intensidad y no caer en las desconexiones. Algo que se cumplió a medias. La salida de los rojinegros al segundo acto mantuvo la línea mostrada en los primeros diez minutos de partido. Una antideportiva de Dani Pérez sobre Jonathan Rousselle permitió a los visitantes ampliar la distancia en el marcador. Con el 29 a 34, conseguido este último dígito tras un triple de Amine Noua llegó el valle en la montaña rusa que es este conjunto rojinegro. El francés cometió dos errores gravísimos a la par que tontos que dejó completamente vendido a su equipo. Noua se sentó en el banquillo, pero la desconcentración ya había invadido la mente de los granadinos. BAXI Manresa entendió la defensa de cambios de su rival y encontró las vías necesarias para acometer un ataque preciso y rápido en cada una de sus posesiones. Aupados también por las continuas faltas señaladas a su favor que le concedieron un total de 19 tiros libres al descanso, los manresanos tornaron la balanza a su favor. Comenzó a pintarse de negro el futuro de Covirán Granada en este encuentro, pero la llama que en los primeros compases del juego se había encendido en los jugadores de Pablo Pin no se había apagado del todo. Esta vez no bajaron los brazos y se dejaron llevar por la voluntad de su rival. Los granadinos subieron la intensidad en su juego para, con un parcial final de 0 a 5 marcharse a vestuarios con el 51 a 46.
Las opciones estaban abiertas. Se podía ganar este partido, pero la salida del Covirán al tercer cuarto tiró por tierra el trabajo de la primera mitad. Las dos caras de una moneda en el mismo partido. De prácticamente tocar el cielo a caer a los infiernos tras quince minutos de descanso. Manresa continuó acudiendo a la línea de personal con una asiduidad que terminó por desquiciar a Pablo Pin. Entre faltas, técnicas y antideportivas se desarrolló un tercer cuarto en el que los rojinegros volvieron a viejas costumbres. La intensidad y la concentración mostrada en la primera mitad se fue diluyendo entre errores, precipitaciones y, sobre todo, situaciones de ventaja nunca aprovechadas. Llegó a colocarse doce puntos arriba BAXI Manresa. El partido parecía tomar derroteros ya conocidos en tierras granadinas. Las sensaciones no eran buenas. Manresa mantenía su ventaja a costa de los tiros libres y de los errores de su rival.
Encontró fortuna el Covirán con el bloqueo y continuación. En el cinco contra cinco, los de Pablo Pin pusieron en aprietos a los locales, pero costó en exceso encontrar dichas situaciones. Los secundarios de Manresa, como Álex Reyes y Mario Sant-Supery sacaron su valía para ahondar en la herida de los visitantes. Amasaba en exceso el balón el Covirán con posesiones demasiado largas, mientras que su rival hacía lo que mejor se le da: correr. Aun así, los de Pin nunca dejaron de creer. Una antideportiva de Obasohan sobre Sergi García volvió a dar un pequeño chute de energía a los granadinos que remaron hasta la saciedad para cerrar el tercer cuarto a tan solo siete puntos (73-66).
Con tan solo diez minutos por jugar, el Covirán arrancó el periodo como debió hacerlo en el regreso del túnel de vestuarios. Manresa entró en bonus en apenas dos minutos. Una situación atípica dada la facilidad con la que se señalaban las faltas a favor de los locales. Aprovechó la situación el conjunto rojinegro que obtuvo 13 tiros libres en el último cuarto. También hay que señalar que lanzó 28 en todo el encuentro. Llamativo cuanto menos. Reseñables igualmente los 41 tiros libres de Manresa. Entre tanto, a base de coraje y de fe, el Covirán llegó a situarse a tan solo tres puntos a falta de menos de un minuto para terminar el encuentro. A la memoria se venía el triple de Steinbergs que privó de la victoria a los granadinos la pasada campaña en el Palacio. Esta vez no hizo falta un milagro o un toque de suerte. El Covirán se encargó de que la victoria se quedase en el Nou Congost. Un triple precipitadísimo de Scott Bamforth tiró por la borda todo el trabajo. La victoria o como poco la posibilidad de prórroga se esfumó en la mala gestión de las últimas posesiones. Un final para aprender. Buen partido del Covirán que volvió a mostrar su versión más competitiva, que seguramente mereció mucho más, pero que acabó muriendo en la orilla. Este es el camino a seguir, solo queda mantenerlo en el tiempo (93-86).
Ficha del partido:
BAXI Manresa: Massa (7), Steinbergs (7), Sagnia (2), Hunt (19), Pérez (6) - quinteto inicial -Jou (0), Reyes (7), Sant-Supery (13), Alston JR (22), Obasohan (4), Brimah (2), Cate (4).
Covirán Granada: Rousselle (8), Valtonen (7), Ubal (2), Noua (19), Wiley (2) - quinteto inicial - García (10), Tomàs (2), Guerrero (5), Vicedo (6), Aurrecoechea (0), Bamforth (13), Clavell (12)
Parciales: 25-27; 26-19 - descanso - 22-20; 20-20
Árbitros: Benjamín Jiménez, Juan de Dios Oyón y Rubén Sánchez.
Incidencias: partido correspondiente a las jornada 7 de la Liga Endesa disputado en el Nou Congost.