Causa un incendio tras romper la orden de alejamiento que tenía de un comercio

La Guardia Civil ha detenido a un individuo de 33 años, con antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de quebrantamiento de medida cautelar de alejamiento que tenía de un comercio de Gójar y de otro de daños por un incendio en el que han ardido unos contenedores de basura, un turismo y ha resultado afectado un inmueble y la oficina de Correos.

Sobre las 0:30 horas del día 21 de febrero, la Guardia Civil de La Zubia había sido alertada por los propietarios de un establecimiento comercial de Gójar que abre las 24 horas, porque un individuo con el que habían tenido problemas días antes y sobre el que habían solicitado una orden de alejamiento, habría estado "arrojando piedras a la puerta y la fachada".

Una patrulla se dirigió rápidamente a dicho establecimiento, pero, antes de llegar, un vecino alertó a los agentes de que un turismo estaba ardiendo junto a la oficina de Correos de Gójar, a pocos metros del establecimiento apedreado.

Los agentes comprobaron que además del vehículo, unos contenedores eran pasto de las llamas y que el fuego estaba afectando a la oficina de Correos y el humo al inmueble. El temor de que las llamas pudieran llegar a afectar al resto del edificio aconsejó a los agentes "desalojarlo hasta que los Bomberos de Granada apagasen el fuego y no hubiera peligro alguno para los vecinos", según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa.

Mientras los bomberos hicieron su trabajo, la Guardia Civil se entrevistó con los vecinos y algunos de los cuales informaron a los agentes sobre un individuo al habían visto salir corriendo tras prender fuego. Al parecer, pegó fuego a uno de los contenedores de basura y fueron las llamas de este las que provocaron que ardiera el vehículo.

La Guardia Civil de La Zubia localizó al sospechoso en las inmediaciones del lugar del siniestro sobre las 2:00 horas. Sus características coincidían con las descritas por los testigos del incendio y era, además, la misma persona sobre la que pesaba una medida cautelar de alejamiento de no menos de cien metros del establecimiento comercial cuyos propietarios habían solicitado en primer lugar el auxilio de la Guardia Civil, orden en vigor dictada por el Juzgado de Instrucción número ocho de Granada.