El Covirán se ahoga ante la imparable superioridad blanca (108-75)

Los rojinegros firmaron un partido con demasiadas imprecisiones donde solo fueron capaces de competir en el tercer periodo

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Petit Niang y Alex Renfroe en el duelo ante el Real Madrid en el Wizink Center | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
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Con la fe no basta. El Covirán Granada llegaba al Wizink Center con la ilusión de asaltar el templo blanco y de poder dar un golpe a la lucha por la permanencia, más aun tras las derrotas de Betis y Zaragoza en la presente jornada, pero el milagro no se iba a dar. Los rojinegros firmaron un inicio de encuentro aceptable a nivel defensivo. Su intensidad en la zona permitió retener al plantel madridista aunque fuese un par de minutos. El Real Madrid comenzó a anotar con cierta facilidad, aunque los granadinos no le perdieron la cara al partido gracias a un explosivo Alex Renfroe.

La batalla en la zona era encarnizada. Petit Niang luchó con todas sus armas contra un Edy Tavares imparable. Cambió Pablo Pin de pívot senegalés para tratar de aplacar el poderío físico del caboverdiano, pero el intento quedó en nada. Desde la zona, el triple y el tiro libre, Real Madrid fue abriendo una brecha que ya sería insalvable. Los rojinegros pecaron de buscar la igualdad desde el tiro exterior. Intento tras intento, el Covirán Granada veía como el aro se cerraba cada vez más y cómo su rival campaba a sus anchas por la pista del Wizink sin apenas despeinarse.

El conjunto rojinegro tenía muchas cosas por mejorar. Su intensidad en la defensa, su acierto en el tiro y, sobre todo, saber leer el planteamiento de su rival. Los madrileños repetían la misma jugada una y otra vez. Saque rápido de fondo, buscar el hombre liberado en las esquinas y triple. Con este sencillo sistema y con su habitual acierto desde la línea exterior, la distancia se amplió hasta los 20 puntos en un abrir y cerrar de ojos. El único que planteaba alguna dificultad a los de Chus Mateo era Michael Caicedo. La perla de la cantera blaugrana parecía ser el único jugador que sí conocía bien a su rival y sabía por donde atacarlo.

El Covirán Granada perdió una oportunidad de oro de recortar distancias mientras Tavares no estaba en pista. El pívot blanco solo disputó siete minutos del primer periodo para luego ocupar el banquillo. Aun con esa mínima ventaja, los rojinegros no supieron encontrar su mejor juego para, por lo menos, acercarse en un marcador que lucía un doloroso 59 a 37 al descanso.

Sin nada que perder, el Covirán Granada regresó de vestuarios como un equipo totalmente distinto. Jugada tras jugada, los rojinegros lograron dar signos de vida al juego que saben hacer y que tanto gusta por tierras granadinas. De la mano de un Alex Renfroe eléctrico y capaz de romper la defensa madrileña, los rojinegros fueron acercando posturas en el marcador. Tras un triple de Jacobo Díaz que puso el 71 a 56 y que se logró por una lucha titánica en el rebote que acabó ganando Covirán, Chus Mateo se vio obligado a parar el partido, pues los granadinos estaban despertando.

Los de Pablo pin al fin entendieron que podían plantarle cara al Real Madrid, que no se tenía nada que perder y que cuando se es un equipo pequeño o se mirar a la cara al grande o estás muerto. Durante unos minutos, los rojinegros reaccionaron, encontraron fortuna desde el tiro exterior e incluso ganaron alguna que otra batalla por el rebote. El esfuerzo y la intención esta vez si era real, pero cuando el rival es un equipo como el Real Madrid, cualquier amago de remontada se apaga rápido a base de triples (81-58).

Como ya ha pasado en varias ocasiones esta temporada, el último cuarto volvió a ser un simple trámite en el que se busca que el tiempo pase rápido y que la brecha en el marcador sea lo menos dolorosa posible. No dejó de jugar Covirán Granada, eso nunca lo hará, pero el partido estaba más que perdido prácticamente desde el inicio del segundo cuarto. No tuvo ninguna opción de ganar, ni siquiera de acercarse en el marcador. La superioridad del Real Madrid es incontestable para un Covirán Granada que se vio superado por el escenario y por el rival. Una semana más se pierde una oportunidad de oro para situarse aun más cerca de la permanencia. Aun así, los partidos que sí hay que ganar aun están por llegar.

Final del partido:

Real Madrid: Causeur, Hanga, Deck, Cornelie, Tavares - quinteto inicial - Randolph, Abalde, Fernández, Hezonja, Rodríguez, Poirier, Musa

Covirán Granada: Niang, Renfroe, C. Díaz, Tomás, Maye - quinteto inicial - Moore, Bropleh, Vilá, Costa, Caicedo, Ndoye, J.Díaz

Parciales: 30-15; 29-22 - descanso - 22-21; 27-17







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