Última oportunidad para resistir o bajar definitivamente a los infiernos

La victoria de Girona ante Andorra deja al Covirán sin margen de error y obligado a vencer a Zaragoza para seguir en la lucha por la salvación

Coviran Granada UCAM Murcia
Los rojinegros podrían confirmar este domingo su descenso matemático a Primera FEB | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
0

Se acabaron las oportunidades. El Covirán Granada necesita ganar a Casademont Zaragoza para no certificar su descenso matemático. Ya no quedan segundas opciones, ya no valen paños calientes, ni pensar en ser competitivos. Solo vale ganar. El triunfo de Bàsquet Girona este pasado sábado ante MoraBanc Andorra deja a los rojinegros en la cuerda floja.

Los catalanes sumaron en el Principado una victoria contundente, dominando a los andorranos desde el primer minuto de partido para dar un golpe importantísimo sobre la mesa que les puede dar la salvación a falta de tres jornadas para acabar la temporada. Con once partidos ganados en su poder, los de Moncho Fernández obligan automáticamente al Covirán a ganar en el Principado. De no conseguirlo, los de Pablo Pin confirmarán su descenso matemático a la Primera FEB. Un escenario complejo, desolador y cruel para un conjunto granadino que vive con la soga al cuello desde hace demasiadas semanas. Si se gana en tierras mañas, la agonía se prolongará una semana más, dejando al equipo sin ningún margen de error pues una derrota en las tres siguientes jornadas significaría de igual forma la presenta en la segunda competición del baloncesto nacional la próxima temporada.

Con esta situación, el Covirán Granada visitará un Príncipe Felipe que trae recuerdos más que gratos. En la pasada temporada, también en la recta final del curso, los rojinegros acudieron a tierras mañas con la necesidad imperiosa de conseguir un triunfo que les permitiese depender de ellos mismos en la lucha por la permanencia. La victoria se logró, al igual que en las tres visitas que el Casademont Zaragoza ha hecho al Palacio de Deportes. Los zaragozanos son, junto a Joventut Badalona, los únicos equipos que no han podido vencer en el pabellón del Zaidín.

Vendría bien que el duelo fuese en el feudo granadino, pero tocará jugarse la permanencia a domicilio. Los de Pablo Pin no ganan fuera de casa desde el pasado 30 de noviembre de 2024, fecha en la que se enfrentaron a Río Breogán. Tiempos más felices corrían en aquella época. Ahora, en pleno mes de mayo y a falta de unas pocas semanas para acabar la campaña, la necesidad aprieta y los “buenos partidos” o las actuaciones “competitivas” ya no son suficientes. Solo importa un resultado: ganar.

Para el duelo ante Casademont Zaragoza, el técnico rojinegro no contará, a priori, con Scott Bamforth ni Gian Clavell. Ambos continúan con su proceso de recuperación y ya han podido completar una semana de entrenamientos “por partes” tal y como señaló Pin en su rueda de prensa. La duda se cierne sobre Iván Aurrecoechea que tuvo que abandonar el entrenamiento del pasado jueves por unas molestias en su tobillo. El resto de la plantilla, salvo cambio de última hora, estará 100% disponible. Una nueva jornada en la que todo apunta a que Sam Griffin volverá a quedar descartado, confirmando así definitivamente que el estadounidense no ha encajado como debería en los planes de Pablo Pin.

En el lado de los maños, el duelo de esta Jornada 31 supondrá, no solo una oportunidad para seguir sumando victorias que les permitan crecer en la clasificación, sino también una prueba algo más real del proyecto bajo la dirección de Rodrigo San Miguel. La salida repentina de Porfirio Fisac dejó al exjugador como entrenador interino asumiendo un reto de unas pocas jornadas en las que el club le exige quedar lo más arriba posible en la tabla. Se presume que los esquemas del equipo no variarán de forma excesiva, aunque la sorpresa siempre entra en los planes por lo que los granadinos estarán obligados a adaptarse a lo que el nuevo técnico rojillo plantee.

Rodrigo San Miguel cuenta con la baja asegurada de Jaime Fernández y con la duda de Marco Spissu. El base italiano tuvo que abandonar el partido ante Baskonia de la pasada jornada debido a un “repentino dolor” en la espalda que le impidió continuar jugando. El resto de jugadores sí estarán disponibles.

Anivel estadístico, Zaragoza es el cuarto equipo más anotador de la competición con 88’9 puntos por partidos con un 35’4% de acierto desde el triple, un 56’1% desde el tiro de dos y un 75% desde la línea de personal. A nivel defensivo, capturan una media de 35’8 balones de media, siendo el quinto equipo que más rebotes coge de los que 12’6 son ofensivos, el segundo de la ACB y 23’2 defensivos. Además, reparten 18’77 asistencias de media, recuperan 8’53 balones y cometen 14’47 pérdidas, segundos en el ranking en estas dos últimas parcelas.







Se el primero en comentar

Deja un comentario