Abre la Piedra del Letrero tras una reforma

Este paraje, situado a 13 kilómetros de Huéscar, conserva pinturas pertenecientes a la corriente del Arte Rupestre Esquemático

Piedra del Letrero paraje Huéscar
Jornada de puertas abiertas en la que se ha inaugurado la reforma y puesta en valor de la Piedra del Letrero | Foto: Gabinete
Gabinete
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Con una jornada de puertas abiertas se ha inaugurado la reforma y puesta en valor de la Piedra del Letrero, un paraje situado a 13 kilómetros de la ciudad de Huéscar, al que se accede por la Carretera de las Santas que, por cierto, está recién reasfaltada en su totalidad.

La actuación en este lugar, que es Patrimonio de la Unesco, ha sido el arreglo del acceso a las pinturas rupestres y la rampa de subida, colocación de paneles explicativos y de interpretación, así como la adecuación del aparcamiento y la limpieza del entorno, de tal manera que pueda ser visitado. De momento, durante este verano, se puede visitar los domingos en horario de 11:00 a 13:00 horas, y fuera de este horario con una solicitud previa en la oficina de turismo.

Las pinturas de la Piedra del Letrero pertenecen a la corriente del Arte Rupestre Esquemático, con fechas que van desde el Neolítico Antiguo hasta la Edad de Bronce, con una antigüedad que ronda los 6.000 años. Las comunidades de esta época, el Neolítico, formaron pequeños poblados fijos, en las que practicaban técnicas de trabajos colectivos basados principalmente en tareas agrícolas y ganaderas. Este arte esquemático se caracteriza por pinturas realizadas intencionadamente, con unos pocos trazos sencillos, que resumen a lo máximo la figura a representar, pero con una compleja carga simbólica y que ofrece posibilidad de imaginar e interpretar.

El abrigo se encuentra en un lugar de paso, donde todas las paredes se encuentran decoradas con pinturas. Se pueden apreciar con precisión cuatro grandes grupos, con tres temáticas principales: representaciones humanas, de animales y de signos, quedando reservada la cúspide del yacimiento para la representación del sol, que es quien preside toda la escena.

Las pinturas están realizadas con pinceles, muñequillas o los propios dedos de los artistas, que se mojaban en pigmento y se aplicaban directamente en la pared. El material empleado para estas representaciones es el óxido de hierro, que da ese característico color rojizo. Este material era recogido en las inmediaciones del lugar.

Árboles, caballos y humanos, además del sol, se pueden contemplar en el Centro de Interpretación de la Piedra del Letrero, camino de Las Santas, en Huéscar.

Desde el consistorio recomiendan visitar anteriormente la sala de interpretación de la Piedra del Letrero situada en las estancias del Convento San Francisco, en la que se verá cómo vivían y pintaban las pinturas sus creadores.







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