"Esta oposición no te asegura una plaza ni trabajar el resto de tu vida, lo único que buscamos es formarnos"

Este sábado los sanitarios se presentan a las pruebas PIR, MIR, EIR, QIR, BIR, FIR Y RFIR en todo el país para poder formarse en una especialidad

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Jóvenes realizando una prueba en aulas de la Universidad | Foto: archivo
Celia Pereira
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Alea iacta est. La suerte está echada para los estudiantes que se presentan a los exámenes de EIR, PIR, MIR, FIR, BIR, QIR y RFIR. Este sábado desde las 15:00 horas miles de alumnos empiezan la dura prueba para acceder a especialidades de medicina, enfermería, psicología, farmacia, biología, química y radiofísica. Muchos más alumnos que plazas, esto aseguran tres opositoras con las que GranadaDigital ha podido hablar.

Sin salud mental no hay salud ni sanitarios

“Lo paradójico del PIR es que para solucionar la salud mental de los demás nos estamos cargando la nuestra”. Julia (nombre ficticio) de 25 años, se presenta este sábado al PIR para acceder a psicología clínica, explica que ha sido “un año difícil”. “La rutina depende de la persona y el contexto porque no es lo mismo que te dediques exclusivamente a estudiar o, que además, tengas que trabajar”, cuenta esta joven.

Julia ha tenido que compaginar ambas obligaciones durante todo el 2021. Algo complicado porque el contenido para este tipo de exámenes es muy amplio. “El temario es abierto, hay muchas preguntas del año pasado que no supimos de dónde salían, aunque sí tengamos guías. Este tipo de preguntas te obligan a hacer la quiniela, y eso no es justo”. Esto explica la gran cantidad de horas que estos jóvenes tienen que estudiar para poder presentarse a estos exámenes sin la certeza de tener un buen final. Además, esta psicóloga alega que el factor suerte tiene un papel principal en las pruebas porque “no se puede demostrar el conocimiento que adquieres si no sabes de dónde sacan las preguntas”.

"Lo paradójico del PIR es que para solucionar la salud mental de los demás nos estamos cargando la nuestra"

“El PIR es injusto y no discriminativo. Una persona que se prepara durante tres meses frente a otra que estudia cerca de un año tiene las mismas posibilidades de aprobar. Eso demuestra que no puedes aplicar tu conocimiento real”. Esto suele generar una frustración generalizada entre muchos jóvenes, por ello algunos deciden ir a una academia que les ofrece acompañamiento emocional. “Esto ha sido fundamental para que yo a días del examen esté bien conmigo misma. El autocuidado se olvida y es muy importante”, sentencia Julia.

Examen exigente, pocas plazas y no fijas

Carmen L. es una joven granadina que se presenta al EIR. Esta enfermera se ha planteado especializarse en una rama de su gremio porque quiere centrarse y tener una rutina. “Los primeros meses he estado estudiando ocho horas diarias, luego he aumentado las horas a diez, y en este último mes, a doce”, detalla Carmen. Cada sábado ha tenido cita en su academia para realizar un simulacro de examen, algo que apunta que te puede motivar o no. Al igual que las pocas plazas que hay para los enfermeros especialistas.

Este año se presentan alrededor de 8.000 personas al EIR y hay 1.900 plazas disponibles. La ratio total quedaría en una persona con plaza por cada cuatro enfermeros. Y esto no es exclusivo de estos sanitarios, es más, en otros la situación es bastante peor. Para el examen PIR se presentan unas 4.500 personas y cuentan con 204 plazas, por lo que ratio queda en un psicólogo puede formarse por cada 22 que también quieren hacerlo.

“No puede haber más plazas de PIR porque no hay apenas psicólogos clínicos en los hospitales, para eso tendrían que aumentar las plazas. Y no hay psicólogos clínicos porque no se invierte en salud mental. Después de la pandemia se está viendo que este tipo de salud es más importante de lo que se creía, pero no hay un medio real”, cuenta Julia. También es cierto que la situación ha mejorado en comparación a 2019, en la que 14.000 enfermeros se presentaron al EIR y 1.200 consiguieron una plaza.

“La frustración real es que al final lo único que quieres es optar a formarte. Esta oposición no te asegura una plaza ni trabajar en esa especialidad el resto de tu vida, lo único que buscamos es formarnos. Estudiamos como la gente que oposita para una plaza el resto de tu vida, y en nuestro caso, solo queremos formarnos”, apunta Carmen.

Julia y Carmen coinciden en muchos puntos del examen, aunque la rama sanitaria sea diferente. En enfermería, al igual que en psicología, el temario es abierto. “Mi sensación en mi primer examen no fue que, si hubiese estudiado más, lo hubiera sacado. Es imposible prepararse mejor porque no es un temario cerrado. No podemos reflejar en el examen la cantidad de horas que hemos estudiado porque las preguntas que caen a veces no son acordes con lo que nos preparamos”.

"Estudiamos como la gente que oposita para una plaza el resto de tu vida, y en nuestro caso, solo queremos formarnos"

Además de la dificultad que presenta una preparación para este tipo de pruebas, Carmen L explica que desde el Ministerio de Sanidad no facilitan la preparación de los estudiantes. “Los últimos tres años ha cambiado el examen, han reducido preguntas y han añadido imágenes. Esto lo avisaron un mes y medio antes del propio examen por el que llevo preparándome un año”.

Laura Valenzuela es otra joven granadina que se presenta este sábado al MIR. Este es el segundo año que acude a una de las mayores pruebas para sanitarios del país. El año pasado consiguió una plaza, pero la rechazó por no ser la especialidad que desea. Esta es pediatría. Para ello ha estado estudiando de lunes a viernes desde las 8:30 hasta las 22:30 horas durante todo el año y los sábados acudía a la academia para realizar un simulacro.

“Empiezas muy bien con mucha energía, pero cuando se acerca la fecha, van surgiendo dudas”, por eso al igual que Julia ha optado por tener apoyo psicológico que le ofrecía la propia academia durante la preparación. “Recalcan que es muy importante descansar porque la recta final cuesta más”, añade esta joven médica.

Parece que la situación de plazas para los médicos es mejor que para las otras ramas sanitarias. Se presentan alrededor de 13.000 mil personas para 9.000 plazas, y concretamente en pediatría cuentan con 400. “La dificultad para medicina radica en escoger la plaza dónde quieras porque por hospital suele haber una o dos”, explica Laura.

Aunque esta joven granadina añade otro problema y es que “cuando se acaba la residencia, te echan y entras por bolsa, pero los puestos de trabajo son muy precarios. Sustituciones de una semana o un año, pero firmando contratos cada mes. Es raro que vayamos al paro, pero trabajamos con contratos mal pagados y condiciones pésimas”. Algo que también sucede en enfermería, confirma Carmen. Casi 10 años estudiando para acabar con contratos temporales y precarios.

Laura necesita acabar ya con este sufrimiento. “Estoy nerviosa e insegura, tengo mucho conocimiento, pero estoy muy cansada mentalmente. Fallo por cansancio y estoy padeciendo ansiedad este último mes”.

BIR, FIR, QIR y RFIR

Química en 2022 cuenta con 22 vacantes para su especialidad. En la pasada convocatoria, 284 personas aspiraron a una de estas 22 plazas. En cuanto a Farmacia, un total de 1.719 opositores optarán a una de las 309 plazas FIR convocadas por el Ministerio de Sanidad. Para Biología, 1.123 admitidos podrán optar a una de las 46 plazas para biólogo interno residente. Esta titulación ha sido la más castigada en el reparto de las 10.634 plazas de Formación Sanitaria Especializada. Biología ha sido la única especialidad que ha sufrido una reducción del 8% en el número de vacantes. En Radiofísica, 245 licenciados optarán a una de las 43 plazas ofertadas este año por la cartera que dirige Carolina Darias.

El azar no siempre es suerte

Estas tres mujeres se presentan a una de las pruebas más duras de toda su carrera académica. Un año de estudio, mucho esfuerzo y pocas plazas. Esperan de corazón no apelar a la suerte y que lo académico tienda a la razón. Aceptan la constancia, pero no la fortuna. Es más, no creen en ella. Todas esperan seguir aprendiendo en algún lugar de España. Una plaza, pero no fija. Sueldos precarios en años difíciles. Entienden la exigencia de la sanidad, pero esperan que no les cueste a ellas. La salud mental acapara el protagonismo durante la pandemia, aunque eso no quiere decir que no lo fuera antes y ‘nuestros’ sanitarios no se quedan fuera. Y parece, que ahora sí, la suerte ya está echada.







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