Motril desplegó el mayor Plan de Seguridad Ciudadana de su historia para el apagón

Varios rescates, un intento de robo resuelto por los vecinos o supermercados desabastecidos fueron algunos de los momentos que dejó la jornada del 28 de abril

apagon en motril
Motril también sufrió el apagón eléctrico | Foto: Olga Pérez
Olga Pérez Antúnez
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Aún sufriendo los resquicios de lo vivido en la pasada jornada con el apagón masivo, con teléfonos fijos que no funcionan aún en algunos puntos de la provincia, los supermercados con mercancía desabastecida y miles de dudas de la causa de todo, España entera sigue tratando de asimilar este episodio más que sumar a la historia. En unos últimos años de cosas inimaginables como la pandemia, el apagón que aconteció este 28 de abril se ha consolidado como una situación más que demuestra que un solo instante puede cambiarlo todo.

Motril se quedaba sin luz poco antes del mediodía. Los primeros en darse cuenta se preguntaban si el corte sería en su hogar o sería cosa de la ciudad, pero lo que era impensable es que la situación fuera mucho más allá. Algunas personas han relatado que a la misma hora del apagón se quedaron también sin comunicación, otras que el teléfono "les dio tregua al menos unas horas". Lo que es certero es que poco después, todos vivimos un día que mostró cómo la tecnología influye en nuestras vidas.

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En torno a las 16:00 horas se activó en Motril el Plan Territorial de Emergencias. El Ayuntamiento puso a disposición de la situación todas las áreas municipales. Se reunió el Centro de Coordinación de la Emergencia agrupando a Policía Local, Bomberos, Protección Civil y el área de mantenimiento del Ayuntamiento por sus competencias de electricidad. Este plan consistió en dos fases: la primera cuando había luz solar y la segunda en la oscuridad.

Por parte del cuerpo de Bomberos, se auxiliaron a personas atrapadas en ascensores y a aquellos con movilidad reducida que no pudieron acceder a sus domicilios por medios propios, con un total de 19 actuaciones. La Policía Local de Motril registró llamadas también antes de que los móviles perdieran la comunicación y, posteriormente, por vía personal: una persona en paradero desconocido a la que su familia no podía localizar porque llegaba a Málaga en tren, una fallecida en Salobreña cuyos familiares tuvieron que presenciarse en Jefatura para pedir ayuda y contactar con la funeraria, un accidente con posterior evacuación por una caída por las escaleras que tuvo como consecuencia un golpe en la cabeza fueron algunos de los incidentes registrados, según fuentes de la propia Policía Local de Motril.

Como anécdota, la alcaldesa de Motril, Luisa García, ha relatado que los vecinos de uno de los barrios de Motril, detuvieron por sus propios medios a unos supuestos delicuentes que trataban de entrar a robar en un negocio, ya que no podían comunicarse en ese instante con las autoridades. De igual forma, la regidora ha destacado las importantes labores realizadas por el Ayuntamiento de Motril y sus áreas y ha querido agradecer el trabajo realizado por sus "grandísimos profesionales".

Uno de los objetivos principales del Ayuntamiento de Motril fue mantener las comunicaciones, lo que fue posible gracias a la red interna de Policía Local que no se perdió en ningún momento y que facilitó la comunicación con el resto de cuerpos. La red de la Policía Nacional cayó a nivel general, y la Policía Local de Motril tuvo que prestarles su ayuda cediéndoles equipos. En el pico máximo del plan, el teniente alcalde de Seguridad Ciudadana, José Peña, ha datado que hubo 22 efectivos de Policía Local con un total de 10 coches en la calle, 42 efectivos de Policía Nacional con 19 coches, tres coches de Bomberos con 12 efectivos y cuatro vehículos de Protección Civil, que se ubicaban especialmente en zonas en las que pudiera existir mayor peligro. Peña ha agradecido la predisposición de todos los cuerpos de seguridad desde el primer momento de esta emergencia: "Se ha hecho una buena labor y seguiremos trabajando para que así sea".

En un momento en el que todo era preocupación, en el Hospital Santa Ana se pudo vivir de forma incrementada. El hospital motrileño vivió momentos críticos de mucha tensión por fallos en sus generadores, y los sanitarios temieron lo peor. Finalmente, se logró coordinar mediante Emergencias de Granada uno de los generadores de la capital, haciendo posible el restablecimiento de la calma del Hospital Santa Ana. La Policía Local les cedió comunicación para que pudieran estar conectados en caso de pedir ayuda. Los teléfonos de emergencias se colapsaron, impidiendo que entraran llamadas de aquellos que necesitaban auxilio. Únicamente se pudieron atender urgencias, el resto de intervenciones y consultas se paralizaron de forma total. Las residencias de mayores también tomaron medidas, adelantaron la hora de las cenas a cuando aún brillaba el sol y contaron con la ayuda de los voluntarios de Protección Civil para poder realizar labores como subir a las personas impedidas a sus habitaciones.

El miedo por los más pequeños también se vivió conforme los minutos pasaron y la luz continuaba sin volver. Para los centros educativos, también fue una jornada inusual. Tras perder la electricidad, en la mayoría de colegios las clases no pudieron impartirse de forma regular en esta era en la que priman las pizarras y libros digitales. Lunes de claustros y tutorías que se vieron obligadas a ser aplazadas al no poder mantener las líneas de contacto con las familias. Este martes se va recuperando la normalidad. Son muchos los niños y adolescentes que no han asistido a las aulas por la incertidumbre de la jornada del apagón.

En los comercios de Motril, las persianas tuvieron que ser bajadas, aunque los que se mantuvieron abiertos han asegurado que volvieron "a la vieja usanza" cobrando únicamente en efectivo. El caos y la histeria colectiva se adueñó una vez más de los supermercados, en unas horas que recordaban con toda similitud a lo vivido en marzo de 2020 por el Covid-19. Velas, pan y otros productos básicos se agotaron. También los hornillos de gas dejaron a las tiendas sin stock.

Los hoteles de Motril que pudieron subsistir fueron aquellos que contaban con motores secundarios que funcionan con gasolina y que pudieron garantizar el bienestar de sus huéspedes. Las gasolineras se colapsaron, quedando sin electricidad algunas y con atascos de tráfico en las que permanecieron abiertas para poder repostar a tiempo en caso de que perdurara el apagón. La Policía Local tuvo que regular el tráfico.

A las 01:25 de la madrugada, las primeras luces se encendieron en Motril, aunque solo en parte de la ciudad. No fue hasta las 04:00 de la mañana cuando la normalidad se recuperó de forma total. Una jornada larga con un plan creado en tiempo récord que resultó más que efectivo y que, por fortuna, logró que no hubiera que lamentar ninguna desgracia. Momentos de tensión, incertidumbre y angustia que quedan para escribir un capítulo más, y que enseñan a apreciar todo aquello que no se valora en el día a día. Unas horas en las que el país se sumió en la oscuridad, especialmente en la temida noche y que, por suerte, no ha durado más que eso.







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