José María Corpas y su legado: un hombre dedicado al compromiso social
Con su parque, seguirá presente en el día a día de la ciudad, que conmemora la entrega del concejal fallecido en mayo de 2022

Granada no olvida a quienes han dedicado su vida a mejorar la de los demás. Pocos lo hicieron con la entrega, la coherencia y la humildad de José María Corpas, histórico militante de la izquierda granadina, abogado comprometido con los derechos sociales, y concejal de Economía del Ayuntamiento de la capital hasta su fallecimiento en mayo de 2022.
Corpas falleció a los 62 años, víctima de un cáncer de páncreas. Su pérdida dejó un vacío profundo en la política granadina, no solo entre sus compañeros del PSOE, sino también entre concejales de otras formaciones, funcionarios municipales y ciudadanos que lo conocieron. A todos ellos les unía el respeto por una figura que siempre supo construir puentes incluso en tiempos de división. No es un puente, pero un parque lleva desde este martes su nombre como homenaje y reconocimiento a su desempeño.
Nacido en el barrio de La Chana en 1960, Corpas encarnaba el espíritu de una Granada obrera, reivindicativa y luchadora. Desde joven mostró una vocación social indeleble. Durante su etapa estudiantil en el Instituto Juan XXIII ya despuntaba como activista, siendo representante del alumnado en una época en la que levantar la voz era un acto de valentía. En 1976, se unió a la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), llegando a ser su secretario general en Andalucía. Fue también miembro del Comité Central del Partido Comunista Andaluz, sembrando las primeras raíces de una militancia que no abandonaría jamás.
Implicado por el pueblo
Formado como abogado en las universidades de Granada y Sevilla, Corpas no concibió nunca su ejercicio profesional de manera desvinculada del bien común. Desde sus inicios en el Servicio Andaluz de Salud, pasando por su implicación en CCOO y la fundación de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Granada, hasta su labor en defensa del trabajador desde su propio despacho jurídico, todo en él hablaba de justicia, equidad y defensa de los más vulnerables.
En 1991 dio el paso al PSOE, convencido de que desde la política institucional también se podía transformar la realidad. A lo largo de las décadas, participó activamente en la vida interna del partido, pero su momento más destacado llegó con su entrada en el Ayuntamiento de Granada. Como concejal de Economía y segundo teniente de alcalde, se convirtió en una figura clave de la gobernabilidad municipal, participando en acuerdos trascendentales. Su capacidad de escucha, su tono sereno y su conocimiento profundo de la administración le valieron el reconocimiento incluso de sus adversarios políticos.
“La política necesita personas como Corpas”, se escuchó en el Salón de Plenos cuando se instaló su capilla ardiente. Aquel día, la ciudad que tanto amó le rindió un emotivo adiós. Ahora, su nombre formará parte del callejero granadino, para que su memoria siga viva en la cotidianidad de una ciudad que ayudó a construir con hechos más que con palabras.
Quienes lo conocieron coinciden: José María Corpas no buscaba protagonismo, sino resultados; no levantaba la voz, sino que tendía la mano. Por eso, más allá del homenaje institucional, su legado se inscribe en la memoria de una Granada que, aunque cambiante, nunca olvida a los que la sirven con honestidad y vocación.
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