'Frutalidad sexual'
Gandini Juggling ofrece una divertida parodia de la lucha de sexos en el Teatro Alhambra

'Smashed2' es un espectáculo protagonizado por siete mujeres, dos hombres, ochenta naranjas y siete sandías, en el que, con los malabares como hilo narrativo, se parodian las diferencias entre ambos géneros con mucho sentido del humor.
@granadadigital 👏'Frutalidad sexual' con Gandini Juggling en el Teatro Alhambra. #Granada #Noticias #News #Actualidad #Información #Periodismo #noticiasen1minuto #Cultura #CulturaGranada #parati #foryou #foryoupage #foryoupageofficial #fyp #fypviral #viralvideo ♬ Grillin’ & Chillin’ - RG-Master
El show está estructurado en diferentes números de impresionante destreza malabar, tanto individual como grupal.
Tan solo el efecto hipnótico de las naranjas flotando, manipuladas por cuerpos que bailan, unas veces a ritmo de la música y otras al que requieren las frutas lanzadas al aire, ya sería de por sí un atractivo indiscutible para disfrutar de esta obra, pero 'Smashed2' es mucho más que destreza.
Cada número está musicalizado con temas que van del swing a la música clásica, pasando por el pop de los 70, la ópera o incluso el punk. A lo largo de los 55 minutos que dura el show, seremos testigos de diversas situaciones reconocibles en las que una masculinidad invasiva y cómicamente exhibicionista desemboca en infructuosos rituales de seducción.
Las siete mujeres protagonistas comenzarán ridiculizando a los dos intentos de Don Juán, pero poco a poco les irán poniendo freno hasta llegar a una apoteósica venganza que los propios autores del espectáculo denominan la masacre de las sandías. No haré el spoiler porque de verdad vale la pena ir a verlo.
Las parodias en el show no se limitarán a los hombres; también observamos comportamientos femeninos que nos hacen reflexionar sobre la competitividad, el uso de la seducción y el deseo de venganza por parte de las mujeres protagonistas del espectáculo.
Las habituales pelotas han sido sustituidas en 'Smashed2' por naranjas y sandías, como elementos que no solo sirven como objeto manipulable, sino como diferentes metáforas que van del carácter sexual al amenazador, recorriendo todo un abanico de texturas y referencias sensitivas que inundan la sala de imágenes, risas y olor a fruta fresca.
Los diferentes números desembocarán en un crescendo en el que las frutas y los cuerpos explosionarán en un orgiástico final que mueve a la reflexión sin abandonar la carcajada.
Un desenlace brutalmente divertido, que busca la complicidad del público, llegando a increparnos para que jaleemos sus acciones.
Además de los malabares, 'Smashed2' recurre a otras prácticas de comedia gestual clásica como la cámara lenta, el slapstick y el humor oscuro y crítico del bufón.
Todo ello manteniendo el equilibrio, el ritmo físico y narrativo y la sincronía grupal de un modo espectacular que hace que puedan disfrutar los espectadores de cualquier edad, como el aforo del viernes demostraba.
Por si los Gandini Juggling hicieran pocos malabares, entre los diferentes aspectos que trabajan exquisitamente al unísono, 'Smashed2' lanza otra pelota al aire agregando un elemento más: el referente estilístico que en este caso es un reconocible homenaje formal a los trabajos de la coreógrafa alemana Pina Bausch, considerada la madre de la danza-teatro.
Para lograr esta perfecta armonía entre danza, narración, humor, referentes y habilidad en los malabares, hace falta un entrenamiento constante y un trabajo minucioso, cuyo resultado se exhibe con una asombrosa apariencia de sencillez.
El malabarista británico Sean Gandini y la gimnasta rítmica finlandesa Kati Yla-Hokkala fundaron Gandini Juggling en 1992 y desde entonces han recorrido todo el mundo ofreciendo nuevas visiones sobre los malabares y la danza, con el humor como elemento central de sus trabajos.
Se conocieron a finales de los ochenta y su pasión por el movimiento los llevó a profundizar en el estudio de los patrones físicos que tenían en común ambas disciplinas.
Ellos mismos definen sus primeros trabajos como demasiado experimentales, pero poco a poco, aunando esfuerzos con la coreógrafa Gill Clarke, comienzan a desarrollar un lenguaje propio que va ganando prestigio en numerosos festivales internacionales de teatro.
No cabe duda de que el mundo de los malabares requiere minuciosidad, pero la pareja lleva más allá sus procesos creativos, colaborando con profesionales de múltiples sectores como la danza, la música, la programación informática, las matemáticas, el diseño de moda o el circo.
La precisión y la rigurosidad de su trabajo les ha otorgado el favor de la crítica internacional y el aplauso de espectadores de más de 50 países distintos en más de 6000 funciones que llevan a sus espaldas.
La obra 'Smashed2' estará también este sábado en el mismo espacio este sábado a partir de las 21 horas.
Se el primero en comentar