El Granada regresa a un escenario histórico

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Manuel Herrera @manuelherrerapr
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El partido en Santo Domingo fue una batalla. Después de una temporada brillante en el grupo IV de la Segunda División B, primero con Miguel Ángel Álvarez Tomé y más tarde con Fabri en el banquillo, los últimos minutos del duelo en Alcorcón eran una llamada a la resistencia épica contra el rival y los elementos.

En los últimos minutos de aquel Alcorcón - Granada, las cabezas de los granadinistas volaron hacia otros tiempos. Se posaron en el duelo fatídico ante el Murcia, en el temor ante una posible desaparición, y también viajaron al año 88, el último en Segunda División. El regreso estaba cerca. Más cerca que nunca.

Pero enfrente estaba un rival de entidad, que inspiraba temor desde que, en noviembre, eliminara con una inusitada comodidad al Real Madrid en la Copa del Rey. Era el Alcorcón de Anquela, en verdugo prematuro del proyecto de Pellegrini en la casa blanca; el campeón del grupo II. Un rival muy fiable que iba a apretar hasta el final.

Una semana antes, en Los Cármenes, el Granada CF había tomado ventaja. Los de Fabri habían derrotado por 2-0 al conjunto amarillo, con goles de Ighalo y Amaya. Sin embargo, un tanto del Alcorcón en el primer tiempo del duelo de vuelta había sembrado las dudas, los miedos y los temores. Demasiado tiempo en el infierno. Y el árbitro no pitaba.

Pero al final lo hizo. Y el Granada regresó al fútbol profesional. El jolgorio por el ascenso a Segunda reveló un ansia por reverdecer viejos laureles futbolísticos al pie de la Alhambra que solo se colmó, cuando, un año después, los rojiblancos pusieron rumbo a Primera sin detenerse en el camino.

El Alcorcón, por su parte, pese a caer en la eliminatoria de campeones, ascendió ese mismo año por la vía secundaria. El proyecto de Anquela culminó el la división de plata y el jiennense acabó dirigiendo al Granada en Primera. Pero esa es otra historia.

El domingo a las 12 de la mañana en Alcorcón, los recuerdos estarán a flor de piel. Mainz, Dani Benítez, Ighalo y Nyom sobreviven de la plantilla granadinista de aquel entonces. Cuatro héroes del ascenso vuelven a Santo Domingo. El Granada regresa a un escenario histórico.