El color volvió a ganar a la oscuridad en el Lucas de Medicina

La celebración del Lucas consta de tres actos (cuatro si contamos la fiesta de por la noche), el primero es la representación de los alumnos de cuarto de una obra teatral, el segundo es el denominado "bautizo a los borregos" y el tercero es el discurso en la plaza de la Universidad del Lucas. Un alumno de cuarto que manda un mensaje a todos los cursos y que sirve para poner de manifiesto la unión entre todos aquellos que han cruzado el umbral de la puerta de la Facultad de Medicina de UGR.

Tras muchos meses de elaboración de guion, de ensayos, de trabajo de vestuarios, ambientación y de gestión del evento, los estudiantes del cuarto curso de medicina de la Universidad de Granada están listo para rendir homenaje - a su manera - a San Lucas. Patrón de los médicos.

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Este año se vuelve a juntar, de manera paradójica, el bien y el mal en la historia que los alumnos de esta promoción han querido escenificar ante los veteranos y noveles de la carrera. Ya que como público a la puertas del Espacio V Centenario se han juntado desde los debutantes chicos y chicas de primero -los denominados "borregos"- hasta profesionales de la salud que ya ejercen la profesión, tras haber superado hace bien poco las pruebas del MIR y ya estar poniendo su conocimiento al servicio de todos.

El Señor de los Anillos ha sido la temática elegida. Algo que no puede sorprender a nadie por se algo que ya no es novedoso o porque nunca se ha hecho. Pero, sin embargo,  lo que hace esta celebración tan especial es cómo los protagonistas consiguen reformular una historia más que conocida utilizando expresiones, memes, canciones y temas de su tiempo y su mundo. Algo que tiene mucho mérito.

Ver a Aragorn y Arwen discutiendo con líos de faldas, Frodo y Sam descubriendo que son más que amigos, un Gandalf más preocupado por la fiesta que por quedarse en la biblioteca o Sauron siendo el más temido pero querido por todos son algunos de los gags que van enlazando la historia con algunas de las vivencias de los alumnos, durante los cuatro años que han estado en las aulas de la facultad.

Llega el momento más temido y esperado por los alumnos de primer curso. Más de 500 compañeros de facultad, con más edad y preparados con cientos de litros de pintura les espera,  junto al Espacio V Centenario, para llenar de color cada rincón de su pelo, cara, brazos y ropa para darles la bienvenida a lo que serán 6 años de mucho estudio, apuntes, prácticas y noches sin dormir, pero también de momento únicos y de vinculación con ellos.

"Tapate los oídos", le decía una alumna de 5º a una de las borregas a su paso por el lugar en el que la esperaba para rociarla de pintura verde. Ella quiso darle las gracias pero no podía ni abrir la boca, sino quería que la lengua se tornara a otro color. Un momento y un consejo, que jamás olvidará.

El colofón ha sido alrededor de la una del medio día, cuando toda los alumnos de medicina posibles ocupan, como cada año, la plaza de la Universidad. Espacio donde está la Facultad de Derecho y donde históricamente se han vivido grandes duelos entre los estudiantes de una y otra carrera. Allí, en lo alto de un escenario, varios de los integrantes del curso que ha preparado todo dan todo el cariño a los de primer año, tras hacerles pasar un infierno de colores.

Tras mucho baile, cántico y agradecimientos, llegó el momento de que Sauron, el terrible enemigo de los hombres en el Señor de los Anillos, se descubriera ante todos los asistentes y diera un discurso cercano, emotivo y para cada uno de los alumnos y alumnas de los distintos cursos de medicina en Granada. Manuel Vázquez López, motrileño, ha sacado lo mejor de su cabeza y su corazón para acabar difuminando al personaje tan oscuro al cual interpretaba al principio de la mañana, para terminar lanzándose hacia los alumnos de primero y mezclar así el color gris y triste de su armadura, con el arcoíris de colores que impregnaban los borregos.

Es ahí donde reside el éxito de este día para todos los que lo han vivido y lo quieren vivir cuando se matriculan por primera vez en esta carrera. La sensación de hermanamiento, de haber pasado por lo mismo y de querer que los que están por venir sean capaces de mantener el legado que ellos han intentado salvaguardar. Realizar chistes sobre lo difícil que es aprobar una asignatura o cómo se llama ese malévolo profesor que hace la vida imposible a los alumnos desde hace décadas y que parece que rezas porque no te toque para poder salvar un gran obstáculo. Esa es la esencia del Lucas de medicina de Granada.