El boom de las residencias universitarias en Granada: "Existe una necesidad importante que hay que cubrir"

La capital suma unas 1.500 plazas entre las aperturas recientes y otras construcciones que están en marcha

Residencia Bravo Granada
La residencia Bravo Granada está preparada para su apertura | Foto: GranadaDigital
Sergio Rodríguez Acosta
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Granada es una de las ciudades más universitarias de España. El ambiente existente en la capital durante los meses del curso estudiantil es más que notable. Siempre han convivido numerosas residencias universitarias en el territorio, pero en los últimos tiempos, este mercado ha experimentado un crecimiento notable. La ciudad suma unas 1.500 plazas entre las aperturas recientes y construcciones que están en proceso.

Liv Studen, ubicada en la Chana, está ya preparada para afrontar su segundo curso académico con 487 plazas. Livensa Living, que ya tenía una residencia en Cartuja, afronta los inicios de sus instalaciones en Fuentenueva, que cuentan con más de 150 plazas. Por otro lado, existen dos proyectos que entrarán en este mapa en 2024. Uno de ellos es el de Student Experience, que podrá acoger a 524 estudiantes a partir de 2024. En ese mismo año, deberá estar listo el complejo que se va a construir en el antiguo edifico de Nevauto. Esa es la intención de un grupo americano que ha acometido una inversión de 22 millones en un proyecto que quiere ofrecer cerca de 400 habitaciones.

En apenas unos días, se celebrará la inauguración de Bravo Granada, una residencia situada en en el antiguo Hospital Nuestra Señora de la Salud. Sus instalaciones contarán con 299 plazas repartidas en 264 habitaciones. Miguel Ángel García, gerente de Acciona, empresa que ha llevado a cabo la edificación, destaca el "confort" que ofrecen las residencias.

"Es un nicho de mercado fuerte que arrancó en España hace cinco o seis años. Existe una necesidad importante que hay que cubrir", explica Miguel Ángel, que cifra esa necesidad en 450.000 plazas en toda España. En este contexto, "Granada es muy activa" junto a otros territorios con gran población universitaria como Galicia.

"La vivienda es más económica, pero no tiene los mismos servicios. Además, el piso es un mercado más errático", manifiesta el gerente de Acciona, que entiende que los alumnos "piden más calidad y mejores condiciones" para centrarse en los libros y en sus apuntes.

La visión de dos alumnos de la UGR

Antonio Fernández es coordinador general de estudiantes de la Universidad de Granada. Alumno de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, afronta su cuarto año universitario viviendo en piso de alquiler. El representante opina que las residencias son un atractivo para algunos estudiantes de nuevo ingreso porque "aporta tranquilidad para sus padres".

Una de las circunstancias que más han cambiado en los últimos tiempos es la desaparición del casero particular, pues la mayoría de pisos de alquiler son ofertados por inmobiliarias. Uno de los cambios que ha notado Antonio es el precio del alquiler que paga. Él ha cambiado de vivienda, pero declara que en su primer curso pagaba 125 euros al mes por un piso compartido que ahora "puede rondar los 200 euros por cabeza". El coordinador general ha experimentado diferencias en sus mudanzas, pero afirma que las comodidades y la ubicación son elementos que hay que pagar.

En el otro lado está Javier Carvajal, subdelegado de la facultad de Ciencias que sumará estos próximos meses su tercer año académico en residencia. El alumno de Matemáticas señala que la "comodidad" y la cercanía de su centro con su facultad son dos aspectos clave para seguir ahí. "Estoy a diez minutos andando", detalla. Javier afirma que en septiembre de 2023 dará el paso de marcharse a un piso para "coger costumbre" de cara a una futura independencia.

La pandemia pudo suponer un punto de pausa en el mercado de las residencias, pero a la vista está que en Granada la oferta ha crecido y continuará sumando opciones para los pupilos de la UGR, que acostumbran a buscar hogar a través del portal de alojamiento de la propia institución, redes sociales, plataformas e incluso con la ayuda de delegaciones de algunos centros que tienen habilitado dicho servicio.