El Asador Contrapunto presenta sus terceras Jornadas del Atún de Almadraba

Por tercer año consecutivo, el Asador Contrapunto presenta sus Jornadas del Atún Rojo de Almadraba, un homenaje gastronómico que ya se ha convertido en una cita ineludible para los amantes del buen comer.

Ubicado en el corazón de Granada, el Asador Contrapunto, aunque famoso por sus excelentes cortes de carnes, rinde cada año homenaje a una de las joyas del mar Mediterráneo: el atún rojo de almadraba, con unas increíbles jornadas que se celebran desde el 25 de abril hasta el 18 de mayo.

El menú consta de seis pases donde se realiza un recorrido por las partes más nobles del atún rojo, como son el mormo, la carrillera o la ventresca, en elaboraciones mimadas al detalle por su chef Óscar Morente, quien detalla que “lo que hemos intentado es recuperar el sentido haciendo platos tradicionales donde el que mande sea el producto”. Una filosofía clara y, sobre todo, muy honesta, teniendo siempre presente la identidad del restaurante.

Este viaje comienza con una tosta de lomo de atún en manteca, un bocado clásico que evoca las raíces de la cocina andaluza. La manteca es pura mantequilla, melosa y con mucho sabor, un claro guiño a las conservas artesanales de nuestra región. Ideal para abrir el apetito para todo lo que nos está por venir.

Le sigue una ventresca de atún rojo a la brasa con ajoblanco y emulsión de piparra. Este plato, que combina lo marino con lo tradicional, ofrece una explosión de sabores. La ventresca, con su textura grasa y su potente sabor, se realza con la suavidad del ajoblanco y el toque picante de la piparra, creando una combinación sublime. Una propuesta que, personalmente, considero la estrella del menú.

Con este increíble sabor de boca pasamos a un tartar de descargamento con mango de Almuñécar. El atún, tal y como lo presentan, ya es irresistible, pero cuando lo acompañan de ese mango granadino y lo maceramos todo junto, multiplicamos el sabor y la intensidad. Una combinación de frescura, acidez y dulzor que equilibra el menú. Una fusión entre mar y tierra local que sorprende por su intensidad y frescura.

En el cuarto pase nos presentaron su mormo de atún rojo en escabeche de pimientos asados. El mormo es una parte del atún que se encuentra tras la cabeza, en la zona superior entre la aleta y la cabeza, un corte quizás no tan conocido, pero con un sabor fantástico. En esta elaboración, el escabeche, suave y con notas dulces del pimiento, potencia su sabor sin enmascararlo. Una propuesta que revive técnicas clásicas desde una mirada contemporánea.

Para ir terminando, una carrillera de atún rojo estofada al PX con chips de patata, un plato tradicional elaborado de la manera más auténtica posible. La carrillera, cocinada lentamente hasta alcanzar una textura melosa, se baña en la salsa del propio guiso, que se mezcla con los matices del vino dulce y la untuosidad del pescado. Las chips aportan el contraste crujiente necesario para redondear la experiencia.

Para cerrar este festín, el chef propone un postre clásico: un lemon pie artesanal, con una base crujiente, crema de limón y merengue tostado. Refrescante, equilibrado y perfecto para limpiar el paladar tras una comida tan intensa. Una despedida dulce que deja con ganas de más.

Platos presentados en mesa por su equipo de sala, encabezado por Cristian Laura, quien ha escogido para estas jornadas un maridaje de vinos perfecto para cada plato. Vinos nacionales e internacionales seleccionados a conciencia para realzar y ensalzar cada bocado.

El restaurante Asador Contrapunto es sin duda una oda a la gastronomía trabajada desde el conocimiento y el cuidado, pero, sobre todo, es un espacio donde todo se hace con un respeto increíble hacia el producto, y donde, desde el recibimiento, tendremos por parte de su profesionalísimo personal un trato excelente.

Estas jornadas que podremos disfrutar en Granada son una apuesta de valor por este producto tan noble como es el atún rojo de almadraba. Con un precio por persona de 65 o 80 euros con maridaje incluido, que merece muchísimo la pena.

Una relación calidad-precio difícil de igualar. Una oportunidad única para dejarse llevar por los sabores del mar en una celebración que honra la tradición, el producto y la excelencia gastronómica.