Mercadona y el resto de comercios retoman con “normalidad” sus servicios
Tras un día caótico y de excesiva demanda, los consumidores no verán ninguna alteración en su rutina de compras

Tras más de doce horas donde los granadinos estuvieron incomunicados, sin electricidad y presas de la incertidumbre sobre la situación, por fin ha podido ir volviendo poco a poco a un escenario de normalidad y rutina.
El gran apagón a nivel nacional que se vivió este pasado lunes 28 de abril tuvo innumerables consecuencias: incomunicación total o parcial de los teléfonos, electrodomésticos inutilizables y semáforos que sumieron a la ciudad en una situación de incertidumbre. Una de las situaciones, que resuenan con lo que ocurrió en épocas del coronavirus, fueron las colas en diversos supermercados como Mercadona o Covirán. La emergencia pilló a todos de sopetón, y multitudes fueron las que arrasaron estos comercios para abastecerse de los productos más necesarios ante una situación que desconocían cuánto podía llegar a alargarse.
Los estantes más socorridos fueron aquellos de bienes de primera necesidad, que poco a poco iban dejando un panorama de estantes totalmente vacíos mientras que los cajeros no daban a basto. La sección de platos preparados se vació rápidamente y dejó de funcionar casi al instante. El pan de molde, tortillas de patatas precocinadas y embutidos fueron de los productos más socorridos por los consumidores en aquellos momentos de caos. Y como ya fue habitual durante la pandemia: botellas de agua, cajas de leche y, evidentemente, papel higiénico.
Vuelta a la normalidad en los supermercados
En el día de hoy, los supermercados han comenzado sus mañanas como si nada hubiera ocurrido. Recorriendo los pasillos del Mercadona subterráneo cercano a calle Real de Cartuja, casi parecía que no hubiera ocurrido nada de tal magnitud como la que se vivió el día de ayer. Sin embargo, sí que se dejan notar cierta ausencia en algunos productos y que ayer fue un día con una enorme cantidad de demanda.
Mercadona ha confirmado que sus 39 establecimientos en la provincia operan ya con total normalidad. Así lo ha asegurado Alba, gerente de la cadena en la zona. Según ha explicado, durante la jornada del apagón hubo ciertos problemas en la redistribución con los camiones, lo que provocó algunas complicaciones logísticas. A raíz de ello, la cadena está priorizando la salida de productos frescos para evitar pérdidas, lo que podría explicar que algunos estantes hayan quedado más vacíos de lo habitual.
A pesar de estos contratiempos puntuales y más que comprensibles en vistas de la situación experimentada ayer, Alba asegura que la actividad en todos los supermercados de la provincia se ha restablecido al completo y continúa desarrollándose con absoluta normalidad. Por lo que ningún comprador habitual de la cadena debería tener problema a la hora de realizar sus compras desde el mismo día de hoy en adelante. Desde Mercadona tienen total confianza y aseguran que será así en todos sus establecimientos que, gracias a poseer una red de suministro propio, pudo abastecer de suministros a muchos granadinos en momentos de necesidad.
Los comercios locales también recuperan su ritmo habitual
También se vieron afectados muchos comercios locales. Aunque algunos pudieron continuar su servicio durante cierto tiempo, muchos tuvieron que cerrar durante casi todo el día por la imposibilidad de prestar sus servicios. Pero entre los escenarios con terrazas al completo esperando a que pasase la situación, también en muchos comercios se generó una demanda que les dejó rápidamente desabastecidos.
Este es el caso de muchas panaderías de Granada, que ayer fueron clave para abastecer a la población en una situación de crisis y emergencia. En una pequeña panadería de barrio, Angélica, su propietaria, explica cómo vivió la jornada: “Por la mañana estaba todo muy tranquilo. De hecho, pensé que iba a ser un día malo”, recuerda. Sin embargo, la situación cambió drásticamente en cuanto se fue la luz y sus temores infundados tomaron realidad.
“Al cabo de 15 minutos, y en menos de una hora, vendí todo”, afirma. Pan, pan de molde, horna de arena… cualquier producto que pudiera comerse sin necesidad de electricidad se agotó rápidamente. “Fue un poco caos”, resume la panadera, que esperó hasta la hora habitual de cierre para atender encargos de sus clientes de diario.
El testimonio de Angélica refleja cómo, en situaciones de emergencia, los hábitos de consumo pueden transformarse por completo en cuestión de minutos. Y también de cómo los pequeños comercios han dado todo de su mano para hacer de la situación algo mucho más llevadero para todos.
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