La odisea de Irene y Antonio: financiación asegurada, pero sin casa a la vista
La historia de esta pareja refleja la nueva realidad: todo listo para comprar, pero atrapados por un mercado inmobiliario muy inaccesible

Irene y Antonio tienen algo que muchos jóvenes desean: una hipoteca preaprobada, estabilidad laboral y muchas ganas de adquirir una casa. Sin embargo, su camino hacia la compra de una vivienda se ha convertido en una carrera de obstáculos. “Lo que hay hoy en día es que los precios están muy elevados y hay muy pocas viviendas”, resume Irene, visiblemente frustrada tras meses de búsqueda.
Su caso refleja la nueva paradoja del mercado inmobiliario granadino: acceder a financiación es más sencillo que nunca, pero encontrar una vivienda en venta, y más aún a un precio razonable, es cada vez más difícil. “Vemos que los vendedores se aprovechan de la situación. Como hay tan poca oferta, saben que pueden encarecer el precio porque alguien lo va a comprar”, apunta Antonio.
No es solo una percepción. En este contexto, Irene y Antonio han tenido que extender su búsqueda por toda el Área Metropolitana: “En el centro ya es imposible. Lo que antes pagabas por un piso allí, ahora lo pagas por uno en un pueblo en el que antes ni te habrías planteado vivir”, comentan.
“Parece que las inmobiliarias están saturadas"
Han explorado todo tipo de vías: portales online, visitas presenciales, contactos personales, llamadas constantes a inmobiliarias. “Estamos usando todas las formas posibles. Lo que más nos funciona es llamar directamente a las inmobiliarias. Si vas en persona, a veces ni te hacen caso”, cuenta Irene. Pero ni siquiera la mediación profesional está resultando sencilla. “Parece que las inmobiliarias están saturadas. Tienes que estar muy encima. Algunas veces les escribes por WhatsApp y no te contestan. Otras veces, cuando por fin hablas con alguien, te dicen que ya está vendido”, relata Antonio.
La escasez de viviendas afecta a todas las zonas, pero en algunas como Churriana (debido a la ampliación del Metro) la situación es especialmente extrema. “Nos encontramos pisos a 130.000 y otros a 180.000. A veces ves cosas que no valen lo que piden, pero es lo único que hay”, lamenta Irene. Mientras tanto, otros municipios más alejados como Belicena, Cijuela o Güevéjar ofrecen precios más bajos, pero conllevan largos desplazamientos que no todo el mundo puede asumir.
Gracias a las nuevas condiciones impulsadas por entidades bancarias y el aval ICO del Estado, ellos han podido optar a una financiación del 100% sin necesidad de aportar ahorros para la entrada. “El banco te financia el 80% y el Estado el 20%. Eso sí, tienes que tener el dinero para los gastos de compra y cumplir condiciones como ser menor de 35 años o no superar los 37.000 euros anuales de ingresos”, añaden.
Pero este acceso casi universal a la financiación ha creado una presión brutal sobre el escaso parque de viviendas disponible. Granada y su provincia se encuentran entre las zonas donde las casas vuelan del mercado en cuestión de horas.
“La situación es un poco desesperante. Nosotros tenemos la hipoteca preaprobada, cumplimos todos los requisitos, pero no encontramos nada que realmente merezca la pena”, explica Antonio. En su caso, incluso han conocido a personas con sueldos modestos que han logrado comprar sin ayuda familiar, gracias a las nuevas condiciones de financiación. Pero eso ya no basta si el producto inmobiliario simplemente no existe.
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