Miguel Machado: "He sufrido bullying, pero ya fueran dos, tres o cinco los que me acosaban, mi hermano se los comía"
El joven tenor granadino, que perdió la vista al poco de nacer, aspira a triunfar en la música tras haber sido un ejemplo de superación en el mundo del deporte
Desde pequeño decidió cambiar cualquier destino que pudiera estar preconcebido y romper las barreras que le pusieran límite a los deseos forjados en su corazón. Miguel Machado Orozco (Granada, 1996) nació con retinosis pigmentaria, una enfermedad degenerativa que afecta a la visión, por lo se quedó ciego siendo un bebé. Pero sus padres, Juan Antonio y Margarita, le inculcaron que podría hacer lo que se propusiera en la vida y, con el apoyo incondicional de sus progenitores, y el de su hermano Pepe, entendió que esto iba de disfrutar y de ir superando metas. Su nombre se hizo conocido en Granada por ser aficionado del equipo rojiblanco y su presencia en la grada de animación captó el interés de los reportajes televisivos tras el regreso del club granadinista al fútbol profesional tras muchos años en el ostracismo. Después, fue el hincha más popular de España durante la Eurocopa de 2016 disputada en Francia y fue objeto de numerosos reportajes y entrevistas. Su “No veo, pero te siento” pintado en el pecho dedicado a la Selección dio la vuelta al mundo. Su afición al deporte le ha llevado a practicar escalada, buceo, atletismo o esquí, donde acumuló títulos de campeón de España, e, incluso, ha llegado a lanzarse en paracaídas. Es también un gran enamorado de la avicultura y, desde hace casi un lustro, se dedica a cultivar su otra gran pasión, la música. Es tenor y se prepara para conquistar el mundo con una voz prodigiosa con la ya ha actuado en público con éxito y ha deleitado al mismo Papa Francisco. Habla varios idiomas y, por todos estos logros, no duda en afirmar que sus límites los elige él.
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Pregunta: La de cosas que has hecho ya.
Respuesta: Todo lo he conseguido con el gran apoyo de mis padres y de mi hermano. Mi madre siempre me está diciendo: "Migue, es que estás todo el día con tus padres y tu hermano en la boca. Tú también has hecho mucho". Pero sería un ingrato si no lo dijera. Es como lo que te he dicho cuando he entrado. Para mí, eres la voz del fútbol. Cuando me dijo mi padre que me ibas a hacer una entrevista, pensarás que exagero, pero se me escaparon dos lagrimones. Me preguntó mi padre que por qué lloraba y le contesté que porque recuerdo escucharte siendo muy pequeñito narrar los partidos del Granada, porque mi equipo es el Granada. Muchas veces me preguntan si soy del Barça o del Madrid y yo les digo soy primero del Granada, después del Granada y, en tercer lugar, del Granada. Es raro, pero es así, soy así.
P: Has dicho que tus límites te los marcas tú. ¿No hay nada a lo que le tengas miedo?
R: Le tengo miedo a muchas cosas. Escucho un zumbido por mi lado y temo a una avispa o una abeja. Tengo miedo a todo lo que pique. Tengo miedo como todos, pero con la enorme suerte de tener a mi familia que me ayuda a ir superando mis miedos. Has comentado que me tiré en paracaídas y es cierto. Siempre he dicho que el primer ciego de España en tirarse en paracaídas he sido yo. Claro, fue un salto tándem con un experto en los saltos en paracaídas. Cuando estaba en el borde de la avioneta, con aquello sonando una barbaridad y ya tenía los pies por fuera en la puerta, dije: "¿Qué hago?". Pero antes de ponerme a pensar, este hombre, que ya estaría acostumbrado a más de un salto tándem, me dio un empujón y estaba ya fuera. ¿Qué iba a hacer ya? Pues caer.
P: ¿Qué buscas con esas experiencias? ¿Sensaciones nuevas?
R: Superarme, hacer cosas diferentes, porque como uno es diferente... Pero no es que sea diferente por ser ciego, es que no hay nadie igual. Pienso que todos somos únicos. Discapacidades y límites tenemos todos. No soy un superhéroe, ‘SuperMigue’ sin límites. En absoluto. Soy limitado como todo el mundo, pero no solo por mi falta de visión, sino por muchas otras cosas. Y claro que tengo miedos. Pero estas experiencias muchas veces ni las busco. Me dicen que voy a saltar en paracaídas, a bucear o a hacer escalada en el Tajo de Ronda. Y entonces digo: "Pues vale, ya está, qué le vamos a hacer. No les voy a decir que no". Así, poquito a poco, uno va haciendo lo que puede y siempre, eso sí, intento que sea con una sonrisa en la cara, porque la felicidad es lo que nos mantiene en pie.
P: Te has propuesto hacer lo que quieras en la vida y hasta ahora lo estás consiguiendo.
R: Me he propuesto hacer las oportunidades que la vida, Dios y mi familia me van brindando. No me puedo quitar a mi familia de la boca, porque son mi principal apoyo y ayuda. Pensarás que, además de ciego, soy pesado, pero es así. He hecho cosas muy chulas y no puedo decir que me haya quedado atrás. Poco a poco voy haciendo cosas, unas veces lo que quiero y otras lo que puedo. Siempre intento llegar a mi meta. Por ejemplo, he corrido carreras duras, pero siempre he intentado tratar de llegar a la meta. Unas veces con más caídas, otras veces con menos. La gente se asombra y me aplaude porque cuando me caigo a lo mejor pongo la misma mano con la que me he caído y me levanto. ¿Y qué voy a hacer? ¿Me quedo ahí tirado? No, cojo, me levanto y sigo corriendo. Si tengo a mi lado un guía que nunca ha dejado de guiarme, que es mi hermano Pepe. Seguro que te acuerdas de él.
P: Sí, perfectamente.
R: En Los Cármenes me cambié a la grada de animación porque la oía al lado y le decía a mi hermano que me aburría, que quería acción y cantar. Y al partido siguiente estábamos en la grada de animación. Y 'No veo, pero te siento' de la Eurocopa fue porque siempre he ido a los partidos sin camiseta, hasta que empecé a dedicarme al canto de manera profesional. Y eso ya había que cuidarlo. A dos días de un concierto te viene un resfriado y ya la has fastidiado.
Trampas para ciegos
P: En tu educación, tus padres en el colegio ya decían a los profesores que te trataran exactamente igual que a tu hermano Pepe.
R: Siempre. El otro día, por ejemplo, estuvimos con dos amigos de manera voluntaria para cargar furgonetas por el tema de la riada de Valencia. Fuimos a llevar cosas de un sitio a otro hasta Ambulancias Nazarí, que llevaron 19 tráileres a Valencia. Y yo les decía que, cuando llegáramos allí, a mí me pusieran a cargar paquetes, que no me fueran a dejar en un rincón, que no soy un mueble. Y allí me puse y tropecé varias veces. Una estuve a punto de caerme. Pero cuando tropiezo, siempre tengo una frase que me ha enseñado mi amigo Juanlu con humor: "Esto está esto lleno de trampas para ciegos". Y ya llega la risa, que es otra cosa que me encanta provocar. Mi lema es disfruto haciendo disfrutar. Me gusta hacer disfrutar y hacer felices a los demás. También la gente me dice que soy el primero que cuenta chistes de ciegos. Claro, ¿qué voy a hacer? ¿Ponerme a llorar? Ya he llorado bastante la ceguera. Habrá que reírse uno un poco de sí mismo antes de reírse de los demás.
P: Cuando dices que ya has llorado bastante la ceguera, ¿por qué has llorado?
R: El bullying este famoso que ahora le han puesto un nombrecito en inglés, eso ha existido toda la vida y dejémoslo aquí.
P: ¿Has sufrido bullying en el colegio?
R: En el colegio y un poco en todos lados. Ahora, como dirían los dominicanos, he tenido un 'brother' que ha estado ahí y ya fueran dos, tres o cinco los que me estaban acosando, mi hermano se los comía, vamos, ríete tú del mastín español.
P: ¿Cómo eras de estudiante?
R: Unas veces más flojillo, otras menos. Te voy a decir una cosa: es verdad que cuando no ves, hay cosas que cuestan más. Eso es así. Pero la suerte es haber tenido una madre que me decía que había que hacer los deberes y si nos teníamos que tirar cuatro horas, nos tirábamos cuatro horas. Las que hiciera falta.
P: ¿Te gustaba estudiar?
R: Como a todo el mundo. Unas cosas más, otras menos. Siempre he sido de letras. Mi madre es filóloga, profesora y me ha contagiado la curiosidad por los idiomas, sobre todo, por el inglés, el francés y el italiano. Uno de mis profesores de canto se asombró de que tuviera el italiano que tengo, que me dice que tengo muy buena pronunciación para ser español. Y he tenido esa suerte de que mi madre ahí ha estado desde pequeño dando el callo. Y luego Dios, que se le olvidó una ‘mijilla’ del botoncillo de la vista y me dio más al del oído.
P: ¿Cuántos idiomas hablas?
R: Español, inglés, francés e italiano. Con la lírica ahora estoy fomentando más el italiano. El francés me enamoró. El inglés lo hablo, pero como todo el mundo le da por meter palabrejas en inglés a todo... En casa, a lo que es el tupperware de toda la vida se le llama fiambrera. Y mi madre es profesora de inglés, pero no me gustan los anglicismos.
P: Aparte de los idiomas, también tu madre te inculcó desde muy pequeño también el amor por la música.
R: Creo que con un día ya me estaba poniendo a Beethoven. Conociéndola, seguro. En casa somos muy pro-Beethoven. No puedo terminar de escuchar la Novena sinfonía de Beethoven sin llorar. Lloro mucho, soy muy llorón.
Los Cármenes
P: ¿Te acuerdas de la primera vez que fuiste a Los Cármenes?
R: Fue con mi hermano Pepe. Él fue el árbitro más joven de España, con 14 años ya estaba con el silbato en la mano y fue cuando empezó a meterme el gusanillo del fútbol. En casa no éramos muy futboleros. Tendría 11 o 12 años la primera vez que fui con él y me empezó a gustar, y más cuando entré en la grada de animación por el ambiente que había entonces. A mí me respetaba y me quería todo el mundo, da igual de qué peña fuera. Tengo amigos de los que estaban en esas peñas. Conmigo nunca han ido los follones o las peleas, siempre he tratado de respetar al rival, un poco como en el rugby, que también es un deporte que me encanta. Tengo muy buenos recuerdos de cuando iba. Y cuando no iba, me ponía mi radio.
P: ¿Quién era tu jugador favorito?
R: Manolo Lucena. Además, te voy a decir una cosa. Mis primeras gallinas de raza me las regaló su hermano, David. Y Manolo siempre nos ha tenido mucho cariño a Pepe y a mí. También Ighalo es un icono en el Granada. Y Nolito, al que además tuve la oportunidad de volver a verlo en la Selección, en la Eurocopa de 2016. Y el abrazo que no le pude dar en Los Cármenes se lo di allí. Le tengo mucho cariño porque fue la primera camiseta que entró en el museo 'No veo, pero te siento' que abrió mi hermano en casa y que tiene más de 300 artículos. Pero hay otro jugador al que también le guardo muy buen recuerdo y cariño que es El Arabi. Aparte de que me regaló su camiseta, mi hermano y yo teníamos la tradición de irnos a la puerta 0 a esperar a los jugadores para verlos salir y hablar un rato con ellos. Y cada vez que El Arabi me veía me hacía una pregunta que no se me olvida: "¿Cómo está tu madre?". Porque el día que me regaló su camiseta estaba mi madre, que no paró de darle las gracias. Y él siempre me preguntaba por ella.
P: Ese museo nació a raíz de que fuiste a la Eurocopa de 2016 con tu hermano para animar a la Selección.
R: Fuimos seleccionados como dos de los cinco mejores aficionados de España. Estuvimos en Madrid, grabamos la campaña de publicidad y nos trataron muy bien y fue una experiencia magnífica en Francia. Me acuerdo que el community manager que llevaba las entrevistas, y al que conocíamos del Granada, me dijo que, como mucho, habría un par de entrevistas y que se iba a tomar la Eurocopa un poco como unas vacaciones pensando que no iba a trabajar mucho. Y no le dejaron en paz con el teléfono. Todo el mundo quería una entrevista.
P: Es que estuviste en toda la prensa nacional durante esos días, radios y televisiones incluidas.
R: A mi padre lo llamaron hasta de un canal chino.
P: Practicaste muchísimos deportes también, entre ellos, el atletismo y el esquí, que has sido campeón de España varias veces. Pero has tenido que dejarlo.
R: Sí, me dio epilepsia. También quise centrarme en la música, Pepe se fue a trabajar fuera... Ha sido un cúmulo de cosas que han hecho que tuviera que dejar el esquí. A día de hoy, si me preguntas si me arrepiento, pues no, porque he ganado cosas como poder centrarme en la música. Tengo un representante magnífico que es mi padre y un gran equipo los días de concierto. Y mi madre es mi maestra de ceremonia, porque hacemos conciertos para todo el mundo, accesibles e inclusivos. Antes de cada pieza, mi madre lee el título y cuenta un poco de qué va el tema para que la gente tenga información de lo que va a escuchar. Siempre digo que en España a mucha gente no le gusta la ópera porque no la entiende. Y otra cosa a la que me gusta dar mucha caña es a la zarzuela. Tendemos a olvidar lo nuestro y lo nuestro es muy bonito.
Ski sin límites
P: Pusisteis en marcha la asociación 'Ski sin límites'. ¿Con qué objetivo?
R: Todo empezó con una cuenta de Twitter, que se le ocurrió a mi hermano en un telesilla, que íbamos él y yo para echar nuestras horas de esquí. Prácticamente éramos niños y empezamos a poner cosas, nos empezó a seguir la gente en redes. A mi madre le gustó el nombre y con los años decidimos hacer una asociación que fuera para todo el mundo. No va de discapacitados, sino que se aprenda que todos podemos hacer de todo. A unos nos va a costar más, a otros menos, pero la cosa es proponérselo y tener ayuda de los demás. Yo, por ejemplo, tengo un gran equipo para los conciertos. Cuando está mi hermano, es el cámara. Y cuento con un pianista maravilloso. Y también una parte muy importante de mi equipo es mi sastre, Javier, de Portago Moda Hombre, que está en la Carrera de la Virgen. Él, su esposa y su familia son unas maravillosas personas.
P: Tienes un gran por los animales y, especialmente, por la avicultura. ¿De dónde surge esa afición?
R: Por mi padre, que desde que yo era chico empezó con que podríamos tener gallinas que pusieran huevos. Y a mí siempre me había gustado tener gallinas. El que era entrenador del Granada femenino en 2013 tenía una gallina pequeña, una gallina mestiza que se llama, que se había colado en su casa. Me la regaló y fue la primera que tuve. Luego, con los años, me regalaron un gallo en 2016, que aún vive. Y conforme fuimos aprendiendo, metí más. Y fue cuando David Lucena, el hermano de Manolo, me regaló las gallinas que tenía. Un día descubrí un canal de YouTube que se llamaba Finca Casarejo y ahí fui aprendiendo e indagando. El mundo de las gallinas es algo que me encanta, casi como el de la música. Son mis dos pasiones.
P: Decidiste dar el paso adelante para ser tenor tras ver la película 'Bohemian Rhapsody'.
R: Yo iba para DJ. Tenía mi mesa de mezclas, ensayaba con mi padre que me ponía las pistas en el ordenador y mezclaba música completamente diferente porque la música electrónica no puede ser más diferente de la lírica. Pero estando en el cine, que acabábamos de ver 'Bohemian Rhapsody', me dijo mi hermano: "Migue, ¿tú no crees que con lo bien que cantas no es para estar detrás de una mesa de mezclas?". Me quedé pensando con dos lagrimones por la película que acabábamos de ver, que es preciosa, y al día siguiente le dije que llevaba razón. En mis conciertos, siempre que puedo, intento meter una canción de Queen. De hecho, fui a un tributo a Queen en Almería con mi amigo Nacho, que me invitó. En mitad del concierto me preguntó qué canción de las que habían cantado me sabía. Le dije que 'We Are the Champions'. Y a los dos minutos se fue de su asiento y, poco después, empiezan a presentarme. Me hizo la encerrona y acabé cantando en el escenario 'We Are the Champions’ con las dos orquestas que había, sin saberlo y sin que nada estuviera ensayado. La verdad es que salió rodado. De hecho, a veces digo que no sé si me atrevería a cantar con una orquesta y mi padre me recuerda que ya he cantado con dos.
P: ¿Cuál es tu música favorita? ¿Qué es lo que más te gusta?
R: Me gusta mucho la música clásica, pero es que no podría decir una música en concreto. Soy muy variado y muy abierto para el tema de la música. Me gusta mucho también el pop rock de los 70, 80 y 90. Pero la música de ahora no me gusta.
P: ¿No te gusta el reguetón?
R: No, lo siento, pero no me gusta. Me gusta la música que hace uno con su voz. Cuando era un niño me daba miedo el silencio absoluto de la noche y se le ocurrió a mi gente dejarme la radio puesta. Y, curiosamente, me dejaron una emisora que emitía música de los años 70, 80 y 90. Hay veces que mi madre me pregunta: "¿Pero, cómo te sabes tú esto si ni siquiera habías nacido?". Y le digo: "Ya, y cuando Beethoven tampoco había nacido y me gusta la Novena". Por supuesto, la lírica me encanta, flipo. Pero estamos preparando un repertorio muy chulo pop y rock, al estilo de Queen, para los próximos conciertos. Puede quedar bien un tenor variando, cantando ese tipo de música. O, por ejemplo, 'My Way' de Frank Sinatra, canciones así. Ya lo hicieron los tres tenores y puede quedar muy bonito.
Conciertos
P: Cuéntame cuándo son tus próximos conciertos.
R: El primero que tengo es este mismo domingo, 1 de diciembre, a las seis de la tarde en la iglesia de Jun. También tengo otra cosa también muy chula el 14 de diciembre en Estepona. Van a ser tres cancioncitas en un acto que hace una fundación. Hay otros dos conciertos, ya como solista, el 20 de diciembre en Atarfe y el 22 de diciembre en el Teatro Darymelia en Jaén capital.
P: Todos los que estén interesados en buscar tus conciertos pueden consultarlo en Internet.
R: Sí, tenemos TikTok, canal de WhatsApp, Instagram... En TikTok, además, suelo publicar vídeos de música y de avicultura.
P: ¿Cómo fue tu encuentro con el Papa Francisco?
R: Tuvimos un accidente con el tándem el 20 de septiembre de 2014 que a mi hermano casi le cuesta la vida. Mi abuela había muerto hacía poquito y entre ella y el casco creo que le salvaron la vida porque el casco acabó partido en tres. Estuvo cinco días en riesgo de entrar en coma y sólo se acordaba de su padre, de su madre, de su hermano, del Cholo Simeone, de Quique Pina y del Papa Francisco. Ni siquiera recordaba que sus abuelas habían fallecido. Eran las únicas personas que recordaba. Lo del Cholo Simeone era para nosotros por eso del partido a partido, de vivir el presente, que cada día trae su propio afán, esa filosofía siempre ha sido referente en casa. Y resulta que mi madre decidió escribir una carta al Papa, porque lo que pasó no fue normal. Mi hermano, gracias a Dios, se fue recuperando. Y le escribió la carta y el Papa Francisco le contestó. Así que decidimos, con unos ahorrillos que teníamos, comprar una autocaravana, que si no lo hacíamos entonces, cuándo podríamos. El futuro no se sabe. Y en mi casa está esa máxima de que hay que disfrutar hoy porque quién sabe dónde estaremos mañana. Así que echamos mis perras guía a la autocaravana y nos fuimos a Roma a ver al Papa Francisco a una audiencia pública. En el Vaticano, mi madre vio que había sitios reservados en primera fila para personas con alguna discapacidad, pero los guardias le dijeron que no se contemplaba para otros discapacitados no fueran en sillas de ruedas. Y mi madre les respondió: "Pues ya es hora de que se contemple, caballero". Y le dieron la razón y a mi hermano y MÍ nos sentaron en primera fila. A mis padres casi les da algo cuando el Papa Francisco, que iba saludando, nos saludó. Mi hermano, el pobre, no podía ni hablar, y tuve que hacer de tripas corazón, contener la emoción y hablar porque no íbamos a ser un ciego y un mudo.
P: Y te atreviste a cantarle.
R: Cuando volví con mis padres, me dijeron que el Papa seguía saludando y que por qué no le cantaba. Me dijeron que aprovechara la oportunidad, que no sabíamos si se iba a volver a repetir. Y le canté la Salve Regina. Me costó, pero tengo la enorme suerte de saberme esa Salve desde que tenía tres años y a la Virgen de los Dolores se la cantaba estando en brazos de mi madre. La Salve es en latín y mi madre me la enseñó.
Un ser afortunado
P: Te sientes muy afortunado.
R: Es que tengo mucha suerte con la familia que tengo. Me considero un afortunado. La gente que me dice: "Pobretico, que no ve" y yo les digo que de pobre solo porque no tengo un duro, en el resto soy muy rico.
P: ¿Eres feliz?
R: Soy feliz. Ayer lo hablaba con el orientador que tenía en el instituto, que hoy día es amigo mío, y me decía que me ve muy feliz. Y es que soy feliz. ¿Qué le voy a hacer? Es bonito.
P: ¿No has tenido nunca momentos para el desaliento en estos años?
R: Claro que los he tenido, como todo el mundo.
P: ¿Y cómo los has superado?
R: No suelo hablar de esto en las entrevistas, pero voy a hablarlo porque soy como soy y ya está. Como te he dicho, tengo epilepsia. Y cuando me dan mis pequeñas crisis, por la mañana me levanto con miedo por si viene otra, me levanto triste, con el humor cambiado, y le digo a mis padres que ese no soy yo y me siento mal porque no me siento bien, ahí no soy feliz. Ellos me dicen que esté tranquilo, que si viene la crisis, viene; y si no, pues ya está. A veces viene y me da, luego me quedo más tranquilo y vuelvo a estar alegre. Pero si me piden una recomendación o un consejo para los demás cuando tengan tristeza o desaliento, les diría que recen, porque soy cristiano y católico. Pero si no rezan, pues que traten de relajarse, de estar tranquilos, de pensar en los seres queridos y los años que han pasado juntos. Pero motivos para el desaliento tenemos todos. Tú también los habrás tenido.
P: Y los tendré.
R: Porque somos humanos. Esto es así. Pero por eso tenemos que intentar disfrutar el día a día. Hoy, ahora mismo, soy feliz. Estoy contento. ¡Viva la vida! Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me encanta esta canción. La estoy estudiando para meterla en mi repertorio, porque es preciosa y porque es lo que siempre me ha enseñado mi familia: a valorar lo que Dios te da, lo que tu familia te da, lo que tus amigos te dan, lo que tú te has buscado en la vida y te das a ti mismo y lo que los demás, en definitiva, te dan. A veces llega mejor, a veces peor, pero lo que siempre intento es recordar lo bueno que llega a mi vida, recordar lo mejor y eso es magnífico.
P: ¿Y qué sueños te quedan por cumplir, Migue?
R: Hace poco cumplí uno que era cantar en el Auditorio Manuel de Falla y fue muy bonito. Tuve la enorme suerte de tener en el patio de butacas a amigos, familia y gente cercana, y fue algo precioso, muy reconfortante. Y me gustaría mucho salir de Andalucía y que mi música se vaya expandiendo. Canto porque me gusta, pero que vaya teniendo más público y más gente me vaya escuchando. Actuar, por ejemplo, en el Teatro Real de Madrid también sería un sueño.
P: Suelo preguntar a todas los personas que he tenido la suerte de entrevistar por cosas que consideran que serían mejorables en Granada y, en tu caso, me gustaría que me dijeras si encuentras la ciudad bien preparada para los ciegos, si hay muchos obstáculos o qué habría que mejorar en ese sentido.
R: Todo es mejorable. Granada tiene sus cosas, aunque no suelo desplazarme por Granada solo. Pero, musicalmente, sí creo que tenemos que fomentar el tema 'Granada' de Agustín Lara. Tenemos la suerte de que un mexicano que no había pisado nunca Granada hizo un himno para nuestra ciudad. Hay que fomentarlo, los granadinos tenemos que fomentar lo nuestro, tenemos que estar orgullosos de siempre. Siempre pongo el ejemplo de Málaga y Sevilla. Málaga se ha hecho a sí misma. Granada tiene unas cosas maravillosas, tiene gente, cultura, sierra y costa en la misma provincia. Hay que mejorarlo. Y otra cosa que también hay que mejorar es el sistema de aviso llegada a una parada de los autobuses urbanos. Suelo coger la línea 33 y no lo tiene activado. Y pasa en otras líneas.