Un viaje a través del pasado de Plaza Nueva

Siendo la plaza más antigua de la ciudad y se encuentra entre el centro comercial y moderno, y la turística Carrera del Darro

Plaza Nueva en Granada
Plaza Nueva | Foto: Antonio L. Juárez / Archivo GD
Miguel Ángel Pérez
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Plaza Nueva es un lugar rebosante de bares de tapas, ofreciendo así un gran atractivo para los turistas. Por otro lado, forma parte de ella la Chancillería y la Plaza de Santa Ana, con su Iglesia homónima. Una plaza diferente a lo que era si se echa la vista para atrás en el tiempo.

Era uno de los centros más importantes de la ciudad, ya que en ella se hacían corridas de toros, se celebraban torneos y juegos de cañas. Este era un juego muy celebrado en las plazas más importantes de toda España del siglo XVI al XVIII y fue introducido en el país por los árabes.

La esencia del juego giraba en torno a simular una acción bélica o de combate. Consistía en hileras de hombres montados a caballo tirándose cañas a modo de lanzas o dardos, parándolas con el escudo.

Construida en la época cristiana, la plaza se extendía sobre la bóveda que cubre al río Darro. Anteriormente, el caudal estaba descubierto por este lugar y por la vecina calle de Reyes Católicos. En aquel entonces solo existía el Puente de al-Hattabin, mejor conocido como Puente de los Leñadores, que era el punto que conectaba la Plaza de San Gil con la actual de los Cuchilleros.

Ese puente se ensanchó hasta 1515 por el cantero Miguel Sánchez de Toledo y fue extendido posteriormente hasta llegar a la mencionada plaza moderna de Santa Ana.

Un hecho distinguido, sucedido en esta plaza, fue el desbordamiento del río, ocurrido el 28 de junio de 1835. Causó destrozos en las casas de la manzana de la zona, que estaba unida a una parte de lo que es hoy la Plaza de Santa Ana.

Chancillería

La reforma judicial de los Reyes Católicos se estableció en sustitución de la antigua Audiencia Real, único tribunal de apelación en Castilla con residencia permanente. En aquel entonces había una en Valladolid y otra en Ciudad Real y en el año 1500, los mismos monarcas dispusieron que la última se hiciese en Granada con el objetivo de que la ciudad fuera la cabeza del Reino de Castilla.

El 8 de febrero de 1505 se trasladaba a la ciudad el Tribunal. En 1834 perdió su nombre de Chancillería, siendo sustituido por el nombre de Audiencia. Tras las ampliaciones realizadas en el edificio, se llegó a la conclusión de que los fondos no eran suficientes para el mantenimiento de la nueva obra, por lo que, en 1525, el Rey decidió que se gastase solamente lo preciso para el importe de las penas de cámara para hacer la nueva residencia, destinada a los presos.

La fachada, en un principio, se consideraba como obra de Juan de la Vega, hipótesis que actualmente no se descarta. A pesar de ello, la aparición de recientes documentos confirman la atribución que hizo el cantero Martín Díaz de Navarrete, que lo terminó en 1587, sumando la parte escultórica de Alfonso Hernández.

Todo el edificio está labrado en piedra franca y la decoración y molduras de sus puertas, balcones y ventanas es de mármoles de Sierra Elvira y Macael. En la parte posterior del edificio se alzan dos torres que fueron calabozos, y en sus otros dos lados había dos grandes naves restauradas. Se instalaron en 1926 los Juzgados Municipales y de Instrucción.

Iglesia de Santa Ana

Ocupa el lugar de la mezquita aljama Almanzora, fundada por el Rey Badis. Se estableció la parroquia en 1501 y se edificó en 1537, terminándose en 1548. La torre se incluyó entre los años 1561 y 1563. La portada la trazó Sebastián de Alcántara, en 1542, y la acabó su hijo Juan, en 1547.

El interior de la iglesia presenta a cada lado de la nave cinco capillas con arcos semicirculares, menos la primera de la derecha, que es una pequeña hornacina.

La siguiente capilla tiene un retablo dedicado a Nuestra Señora de la Rosa con pinturas del Siglo XVI. En la tercera se encuentra la admirable Dolorosa de José de Mora, hecha en 1671, para la Iglesia de San Felipe Neri, en Málaga.

En esta parroquia están enterrados Juan Latino, poeta y humanista negro del Romanticismo español, el pintor y escultor José Risueño, el historiador Francisco Bermúdez de Pedraza que, asimismo fue bautizado en este lugar, donde además, contrajo matrimonio la heroína liberal Mariana Pineda.







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