Vecinos de La Tahá se organizan para parar la fumigación de carreteras

Este grupo de residentes del municipio considera el uso de venenos un atentado a la biodiversidad y un peligro de salud pública

Carretera A-4132 La Taha
Carretera A-4132, dirección La Tahá | Foto: Archivo GD
Gabinete
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Unos 40 vecinos de la localidad de La Tahá se dieron cita durante la mañana del pasado sábado frente al ayuntamiento del municipio para organizar las medidas necesarias para paralizar las actuaciones de fumigación de carreteras con productos fitosanitarios, que empezarán a realizarse el próximo lunes.

"Este grupo de vecinos consideramos el uso de venenos un atentado a la biodiversidad y un peligro de salud pública dada la gran cantidad de cursos de agua (fuentes, acequias, barranquillos, caeros...) en el municipio", muestra el comunicado enviado por los convivientes de dicho municipio.

Los vecinos de La Tahá, entre las distintas medidas que pretenden realizar, se volverán a encontrar el próximo lunes a las 9:45 delante de Consistorio para exigir la paralización de la fumigación de los bordes de la carretera.

Los implicados en las irregularidades respecto al uso de fitosanitarios en bordes de carreteras son: la empresa UTE Conservación Granada Sur II, que solicitó la aprobación de la administración local de La Tahá para llevar a cabo estas actuaciones, y a su vez fue contratada por la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía.

El municipio fue declarado Reserva de la Biosfera en 1986, Parque Natural en 1989 y Parque Nacional en 1999. A pesar de todas estas medidas de protección medioambiental, la legislación sigue permitiendo el uso de productos fitosanitarios para uso agrícola. Los fitosanitarios (herbicidas para acabar con hierbas y plaguicidas para acabar con insectos) desencadenan una larga cadena de consecuencias sobre insectos, pájaros, mamíferos, aguas subterráneas y, también, sobre seres humanos.

La Unión Europea ha ido estableciendo reglamentos para disminuir el uso de fitosanitarios. Es una cuestión compleja debido a su uso masivo en la agricultura convencional, afectando significativamente al precio de los alimentos. Además son tantos años de prácticas de envenenamiento por parte de los agricultores, que estos han perdido las prácticas culturales de manejo integrado y ecológico de malas hierbas e insectos dañinos.

Pero las leyes referentes al uso de venenos avanzan poco a poco hacia lugares de sentido común. El Real Decreto 1311/2012, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios, no permite el uso de herbicidas en bordes de carreteras si es posible una actuación con medios mecánicos. Los bordes de las carreteras tienen canales que recogen las aguas de lluvias y las llevan a los barrancos. Envenenar los bordes de las carreteras es recoger este veneno y echarlo directamente a las redes fluviales para que se repartan por todo el territorio. Los legisladores lo vieron claro y sólo se permiten herbicidas en carreteras en casos muy específicos y puntuales.

Además de los problemas en las aguas subterráneas y el la cadena trófica de insectos, aves y pequeños mamíferos, consideramos de sentido común la no utilización de productos fitosanitarios por razones tan variadas como las carreteras, que son los lugares de paseo de la gente mayor, del ganado que las frecuenta, entre otras.







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