Unidas Podemos denuncia la tala de árboles en la nueva fase del eje Arabial-Palencia

La formación asegura que la calle ha aumentado su temperatura hasta en ocho grados tras la eliminación de los ejemplares

Elisa Cabrerizo
La concejala de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Granada Elisa Cabrerizo | Foto: Archivo
Gabinete
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El Grupo Municipal de Unidas Podemos e Independientes ha denunciado "la nueva tala masiva de arbolado a consecuencia del desarrollo del Proyecto del Eje Arabial-Palencia". La formación recuerda que ya habló sobre esta circunstancia meses antes de que esta nueva fase comenzara. Para UP, "esto supone disminuir el oxígeno de la ciudad y favorecer el aumento de las temperaturas", es decir, "vamos a empeorar nuestras vidas en el verano más fresco del resto de nuestro presente y futuro”, según expertos del CSIC.

La concejala de la confluencia Elisa Cabrerizo, quien este lunes realizó una visita al tramo donde se están produciendo las talas junto a la presidenta de la asociación Árboles Contra el Cambio Climático, Lola Ortega, mantiene que “las razones de la tala indiscriminada no obedecen a razones de medioambiente, de cuidado de la ciudad, de mejora del clima o de cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible…Nada de eso”.

Tras la visita de Cabrerizo y Ortega, desde UP apuntan de que en esta última fase del proyecto "sólo hay un árbol con la inscripción 'NO' en el borde del alcorque, un almez joven. La edil sostiene que “incluso árboles que estaban en el proyecto inicial como árboles a mantener, están talados o llamados a serlo, rodeados de una cinta roja y blanca que los protege del aparcamiento de un coche pero no de una sierra mecánica”. De la misma manera que en la anterior fase "se iban a salvar el 25% según el proyecto, y se salvaron el 3%", ahora, los árboles etiquetados con los números 3-9-16-23-24-25-26-27-31 no se iban a talar, “ya están talados o señalados para la tala y sólo salvan el pequeño y joven Almez; o sea, sólo salvan un árbol”.

"Si un proyecto puede modificarse, cómo no lo han hecho hacia la salvaguarda de estos árboles y, además, de aquellos que también se vieron claramente sanos, como los numerados como 1-3-4-6-7-8-9-10-12-16-20-21-23-24-25-26-27-29-30-31, por parte de la Asociación Arboles Contra el Cambio Climático, otras asociaciones ecologistas y urbanistas", e incluso, sostiene la concejala, "seguro que el propio personal técnico de este Ayuntamiento".

“Pareciera que nuestra Administración no conoce que 22 árboles talados en Arabial le han quitado el oxígeno diario a una persona, y que Arabial sin árboles ha subido su temperatura hasta en ocho grados y esas aceras soleadas y sin sombra aumentan la temperatura incluso al doble”, argumenta Cabrerizo. La edil asevera que “esos árboles nos estaban eliminado el CO2 y los demás contaminantes que el incesante tráfico deja en esa calle. Y si lo conocen y no lo tienen en cuenta, peor aún”.

La edil recuerda que “un proyecto que siga las recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de las Naciones Unidas sobre la emergencia climática no puede rechazar sus propios pliegos en los que prioriza el traslado y trasplante de los árboles sanos cuando no puedan mantenerse en el lugar actual por razones muy justificadas”. Por ese motivo, agrega que “una ciudad que sigue las recomendaciones de la ONU, debe priorizar el tratamiento de las enfermedades de los árboles antes que su tala; debe ir renovándolos según la finalización de su vida media pero no talarlos porque podrán enfermar en algún momento o morir al cabo de cinco o más años”.

Desde el grupo de Unidas Podemos afirman que “mantener una masa de sombra en una calle como Arabial que permita que las vecinas y vecinos podamos usar las aceras para ir a la compra, al trabajo, para el paseo, para tener una movilidad agradable y saludable, significa que todo lo salvable se salve”.

Por último, Cabrerizo aduce que mantener esa masa de sombra requiere también que las podas y talas se hagan en la época adecuada (otoño-invierno) y no en pleno verano, de esta manera, se deja que el árbol muera solo. “Mantener esa masa de sombra requiere de proyectos en los que los árboles estén a una distancia de ocho metros y no de quince” mientras que, por otro lado, se está actuando en un entorno en el que el 75% de las calles carecen de arbolado o zonas verdes y en un periodo de tiempo en el que vivimos una ola de calor tras otra”, dice.

"Vivimos en una ciudad con un 42% de déficit de arbolado según la OMS, sin ningún plan de protección de los ejemplares y especies singulares. Granada es la ciudad andaluza con mayor incremento de temperatura media. Vivimos en la tercera ciudad más contaminada de España", recuerda la edil, que recomienda que “puestos a hacerlo bien, lo mismo se podía pensar en alcorques más amplios que permitan arbustos entre los árboles o plantas que puedan ser cuidadas y den fruto para las vecinas y vecinos. "Puestos a pensar en hacerlo mejor, soñemos con los diseños de París o de países donde la tala o poda ya está prohibida. Puestas a soñar, soñemos con esas realidades que de verdad hacen una ciudad que cuida a su gente y hacen que su gente cuide la ciudad. Granada no puede ser una ciudad amarilla, debe ser una ciudad verde y no sólo en el Alhambra”, concluye Cabrerizo.







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