Una decisión trascendente

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Imagen ilustrativa | Foto: Archivo
Ana del Moral
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Durante los días 28 a 30 de marzo ha tenido lugar la celebración del Segundo Salón Estudiantil organizado por la Universidad de Granada en las instalaciones del Parque Tecnológico de la Salud. Es este un evento que convoca a más de 700 jóvenes estudiantes de segundo de Bachillerato o próximos a terminar sus estudios de Técnico Superior de Formación Profesional o similar en centros educativos de la provincia de Granada, con el fin de orientarlos sobre los distintos grados que oferta nuestra Universidad para que realicen su mejor elección. Actualmente la Universidad de Granada les ofrece nada menos que la friolera de setenta y cinco posibilidades.

En los últimos años las opciones se han incrementado considerablemente y ahora la gran novedad es realizar lo que se conoce como Doble Titulación, una opción ventajosa, sugestiva y muy práctica. Esto significa que compatibilizando asignaturas de dos titulaciones que se pueden considerar similares o al menos complementarias en contenidos, alcanzas un Doble Grado en menos tiempo que si hicieras uno a continuación del otro. Tal es el caso del recientemente propuesto por la Junta de la Facultad de Farmacia: Doble Grado en Nutrición Humana y Dietética/Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Un estudiante alcanza el Grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos en cuatro años o bien en Nutrición Humana y Dietética en un periodo idéntico. Por el contrario, si realiza el itinerario curricular del Doble Grado solo empelará cinco años. Un sustancioso ahorro de tiempo para obtener una preparación claramente más competitiva.

El próximo curso esta oferta de dobles grados en la Universidad de Granada se ha ampliado notablemente. La pareja de baile más solicitada es sin duda el Grado en Administración y Dirección de Empresa. Personalmente siempre he defendido lo interesante que es tener formación empresarial en cualquier titulación porque te prepara y ayuda a contemplar la posibilidad de ser autónomo. En la modificación de los planes de estudio realizada hace unos años por la convergencia europea hubiera sido interesante aprovechar la revisión de los títulos para incorporar en los grados una asignatura obligatoria con contenidos de formación empresarial. Volviendo a la oferta, se ha unido al mencionado Grado en Administración y Dirección de Empresa el Grado en Edificación, el de Ingeniería Civil y el de Ingeniería Informática. Por último otra interesante posibilidad que tendrán los estudiantes el próximo curso es el Doble Grado en Traducción e Interpretación/Turismo.

Si bien es manifiestamente una oferta ventajosa para el estudiante, mucho más lo es para la Universidad. Independientemente del prestigio que suponga una propuesta atractiva y aunque no reporte beneficios económicos, puesto que el número final de estudiantes y por consiguiente de matrículas es idéntico, lo que si se consigue es elevar la nota de corte para acceder a este itinerario por el reducido número de plazas que se ofrecen. Se puede decir que es una oferta para la excelencia.

Estos estudiantes de buenas calificaciones en las aulas ejercen un extraordinario efecto positivo sobre el profesorado. Todos sabemos que la desmotivación es contagiosa y cuando en el aula te enfrentas a estudiantes que se han incorporado a una titulación como última opción no es lo mismo que si por el contrario la ha elegido como primera opción y además con un nivel alto de exigencia para entrar. Como decía un compañero, el “efecto soufflé” es inmediato. Cuanto mejor respuesta recibes más entusiasmo pones en impartir las clases y el soufflé sube como la espuma, si por el contrario la respuesta a tus interpelaciones en las clases es prácticamente nula, como ocurre en ocasiones, el profesor se desinfla porque no recibe ese estímulo que le anima a mejorar en la docencia.

¿Cómo elegir una carrera universitaria? Existen varias razones que hacen que te decidas por una determinada titulación: porque mi padre me lo ha recomendado o se ha empeñado; porque en mi familia todos son farmacéuticos (sirva de ejemplo) y yo quiero continuar la saga que empezó con mi tatarabuelo; porque es una carrera que conduce a una profesión de prestigio; porque me proporciona un excelente sueldo; o sencillamente, porque todos mis amigos van a estudiar ese grado. Pues bien, cuando año tras año recibimos a los estudiantes de bachillerato para darles una charla de orientación siempre les hago la misma recomendación: hay que estudiar la materia que te permita trabajar en una profesión que te guste tanto que desempeñarla casi no te suponga esfuerzo. Esto es fácil decirlo pero a veces no es tan sencillo, por no saber cuál es esa especial vocación que se tiene, y dónde y cómo vas a desarrollar mejor ese talento único que cada persona posee y que en ocasiones se tarda un tiempo en descubrir. Es indudable que hay otro inconveniente: no siempre se pude alcanzar ese objetivo de estudiar lo que te gusta por razones obvias de nota de corte.

Pero volviendo a la vocación, Ken Robison lo expresa claramente en su libro “El Elemento” y lo explica con gran sabiduría: “descubrir tu pasión lo cambia todo”. También el profesor Melgarejo, Director Académico de la Escuela Internacional de Gerencia, nos revela algunas claves. Hay que detectar el talento de la persona, la pregunta de ¿este estudiante es bueno o malo? hay que sustituirla por ¿en qué es bueno este estudiante? Tenemos que descubrir ese talento único de cada ser humano.

Es hora de elegir carrera, una decisión trascendente, orientemos a nuestros hijos a hacer aquello que les gusta y a descubrir su pasión y su talento.







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