“Si no empoderamos el medio rural, no se puede empoderar la mujer rural”

En 2021, de las 38 mujeres víctimas mortales de violencia de género registradas en España, 15 fueron asesinadas en municipios de menos de 20.000 habitantes

Mujer rural
Mujer rural | Foto: Archivo
Celia Pereira
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“Una mujer que sufre violencia de género es muy vulnerable e insegura. Una vez que denuncia tiene que salir de su casa. No puede volver, las consecuencias pueden ser terribles”. Así comienza el testimonio de Remedios Moraleda, la presidenta Federación AM. Montes Orientales.

La mujer rural siempre ha estado invisibilizada, siempre dedicada a los cuidados de menores, mayores, el hogar, trabajando a media jornada o en el campo, pasando desapercibida, pero ya reivindica su lugar en la sociedad y lucha por sus derechos y por una igualdad real entre hombres y mujeres”, cuenta Moraleda.

Además, existe la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), que es una “organización progresista que lucha por alcanzar la igualdad y el progreso de las mujeres que viven y trabajan en el medio rural”. Nació con el objetivo de reforzar el trabajo que vienen desarrollando las asociaciones de mujeres rurales que la integran, porque “sabemos que cuantas más seamos y más unidas estemos, más fuerza tendrán nuestras reivindicaciones de derechos fundamentales y más posibilidades tendremos de influir en el diseño de políticas públicas que realmente se ajusten a nuestras necesidades”, aclaran desde la propia asociación.

"El machismo mata a más mujeres en pueblos que en ciudades"

Las mujeres que integran Fademur están decididas a acabar con la dependencia y la discriminación, tanto en el ámbito sociolaboral –condiciones de empleo, seguridad, cobertura social- como en la participación social e institucional de las mujeres rurales.

Desde Fademur trabajan para que desaparezca la “triple discriminación que viven las mujeres rurales, al ejercer una actividad económica sometida a grandes incertidumbres, en un entorno muy masculinizado y en un medio con poco apoyo social que ayude con las tareas familiares”.

A través de la propia asociación, las mujeres rurales denuncian las situaciones de discriminación y desigualdad, contribuyen a mejorar la formación y la capacitación; y reivindican el reconocimiento del papel que las mujeres desempeñan en la estabilidad y el desarrollo del mundo rural.

“Las Asociaciones de mujeres en Granada juegan un papel fundamental en los pueblos, a través de ellas se canalizan ayudas, se realizan charlas, talleres y actividades enfocadas al feminismo, violencia de género, emprendimiento femenino, alfabetización digital, en definitiva, empoderamiento de la mujer rural”, explica Remedios.

Desde la Diputación de Granada, en el área de Igualdad, ofrecen un abanico bastante importante de actividades para el fomento de la igualdad. Estas actividades las solicitan los ayuntamientos para dirigirlas a las mujeres en general y a través de las asociaciones, en este sentido “hay ayuntamientos más activos y otros menos”.

También se pueden solicitar subvenciones a través de las Asociaciones de Mujeres, para este tipo de actividades se piden tanto a Diputación como al IAM.

La presidenta de Fademur, Teresa López, y la secretaria de la organización, Montse Cortiñas, han desvelado nuevos datos que, una vez más, confirman que “la ruralidad es un factor que incrementa la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia machista y sus consecuencias”, han dicho.

“Proporcionalmente, el machismo mata a más mujeres en pueblos que en ciudades”, ha explicado López. Y es que, durante este 2021, de las 38 mujeres víctimas mortales de violencia de género registradas en España, 15 fueron asesinadas en municipios de menos de 20.000 habitantes. Esto supone el 40,54% del total de mujeres.

Pero desde Fademur han recordado que el número de mujeres rurales es muy inferior al de urbanas (7.122.107 frente a 17.073.098), por lo que una comparación en términos relativos por millón de mujeres residentes en municipios rurales concluye que los asesinatos machistas son un 30% superior a los producidos en municipios urbanos.

"Una vez que denuncias no puedes volver a casa. Las consecuencias pueden ser terribles"

“En el medio rural las mujeres denuncian menos porque tienen menos recursos de atención disponibles”, ha explicado Cortiñas haciendo referencia a las conclusiones obtenidas en el primer -y único- estudio realizado en España sobre la situación de las víctimas de violencia de género en el medio rural.

“Hay que tener en cuenta que en las zonas rurales la violencia de género se oculta mucho, las propias familias no quieren que salga a la luz estos datos”, aclara Remedios.

“Estamos aisladas. La educación recibida de querer ocultar las cosas por el qué dirán, evitar escándalos, que no te señalen, porque todos nos conocemos y que en los pueblos todo se sepa provoca que la mujer sea más hermética”, explica Remedios acerca del olvido de las urbes hacia las mujeres rurales.

Además, otro problema a destacar son la falta de lugares donde las mujeres puedan sentirse seguras, y es que “no tenemos centros de Información de la mujer en los pueblos, hay que ir a uno Comarcal. No tienes medios para desplazarte sin levantar sospechas y si las trabajadoras de los Centros se desplazan a los pueblos, te controlan”, añade la presidenta de los Montes Orientales.

En Fademur saben que, para alcanzar la independencia en otros aspectos, es fundamental lograrla antes en el plano económico. Pero en el escueto mercado laboral del medio rural, donde existe una amplia discriminación vertical y horizontal de género, las mujeres rurales tienen muchos problemas para conseguir un trabajo. Debido a esto, un 50,7% de las mujeres rurales entre 20 y 65 años están en situación de desempleo o inactividad laboral.

Paro femenino

El paro femenino es otro problema social y cuando hablamos de las mujeres rurales, más aún. “Cuando se incrementa el paro siempre afecta más a las mujeres y más si vives en zonas rurales. Las mujeres siempre han realizado trabajos a media jornada o han trabajado en el campo”.

En las zonas rurales tienen más problemas para acceder al mercado de trabajo, “no existen centros para dejar a los menores para poder realizar una jornada laboral, ni centros de día para los mayores, que siempre están a nuestro cargo. No existe transporte para desplazarnos a la capital para realizar un trabajo”, relata Remedios.

Hasta las conexiones a internet son precarias. Hay mucha falta de infraestructuras. Nos están quitando las oficinas bancarias, las escuelas rurales, no tenemos guarderías, ni aulas matinales y el transporte entre pueblos no existe”, termina por explicar la presidenta de la Federación AM. Montes Orientales.

Cultivando Igualdad

Cultivando Igualdad es un programa de ámbito estatal de Fademur destinado la prevención de la violencia de género en el medio rural y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 con cargo al 0,7% del IRPF

"Llevamos a cabo diferentes talleres por todo el territorio nacional, orientados al empoderamiento de las mujeres rurales, a la concienciación de toda la población en general, y de los más jóvenes y los más mayores en particular, sobre la problemática de la violencia de género, al conocimiento de los recursos y vías de actuación disponibles en el medio rural ante esta situación, o a la sensibilización acerca de la diversidad y de las condiciones de aquellas personas especialmente vulnerables a la violencia", cuentan desde la página oficial de Fademur.

 







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