Las secuoyas de la Finca la Losa: una impronta de la naturaleza al pie de la sierra de Sagra

Este pequeño bosque de árboles gigantes se puede visitar de manera ordenada y en grupos

Secuoyas Huéscar
Imagen de algunas secuoyas de la Finca La Losa | Foto: Remitida
GranadaDigital
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Las secuoyas son uno de los seres vivos más espectaculares que se pueden contemplar en la naturaleza. Estos árboles, originarios de Norteamérica, impresionan por su enorme tamaño. Algunos ejemplares tienen miles de años de antigüedad, toda una muestra de su fortaleza. Al pie de la sierra de Sagra, situado entre las localidades de Huéscar y la Puebla de Don Fadrique, hay un pequeño bosque de secuoyas que no deja indiferente a quien lo visita.

Fue Rafael de Bustos Sagade, VII marqués de Corvera y IX vizconde de Rías, quien trajo los plantones de secuoyas a Granada, unas de las primeras de Europa. Los vínculos de los marqueses de Corvera con América y Huéscar venían de siglos atrás. Rafael adquirió 48 plantones de secuoyas que fueron introducidos, en su finca de Huéscar, en el cortijo de la Losa concretamente. Estos árboles requieren de gran cantidad de agua por lo que los colocaron junto a la Fuente Montilla.

En el terreno hay más de una treintena de ejemplares, algunos de ellos con más de 150 años, lo que los sitúa entre los más antiguos de España. Esta finca es un terreno privado, pero organiza visitas de manera ordenada y en grupos. Eran miles de personas las que acudían a la Losa antes de que se aplicará un punto mayor de rigor, pues la primera intención es proteger este tesoro de la naturaleza.

Conocidas como 'Mariantonias'

Se dice que el nombre de 'Mariantonias' que se da a las secuoyas de La Losa, procede de una degeneración popular del vocablo 'Wellingtonia' (en honor al duque de Wellington). Sin embargo, el origen es menos retorcido y más banal. Resulta que, la esposa del Marqués de Corvera, propietario de la finca de Losa, se llamaba María Antonia Sagade, conocida popularmente como 'Mariantonia'.







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