Se busca alcalde de Granada que sepa de consensos

El bipartidismo es ya un capítulo más en los libros de historia, donde los estudiantes tendrán que acudir a leer que una vez, aquello de los pactos no estuvo bien visto | En Granada capital, el PP se despide de 12 años de hegemonía y tendrá que aprender a pactar si quiere seguir gobernando en la Plaza del Carmen

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El Ayuntamiento de Granada pide inquilino
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En esto de las elecciones nadie pierde. Todo depende del cristal con el que se mire. Porque el PP no se ha dejado en el camino 5 concejales, ha sido la lista más votada. Porque el PSOE no ha perdido las elecciones, ha aguantado el empuje de los que vienen. Incluso IU tiene que celebrar que, a pesar de perder un concejal en el Ayuntamiento, sigue estando presente. Pero quienes de verdad no han perdido esta noche han sido los nuevos, los que llegan, los pequeños, emergentes... los que hoy y durante estos días que vienen tendrán la conocida como 'llave de gobierno'.

Se abre una nueva etapa en la política española; pudiera ser una suerte de transición 2.0 en la que las mayorías absolutas han pasado a ser leyenda popular, como el Cantar del Mio Cid. Porque lo cierto es que en las grandes plazas, las que acaparan titulares, ni PP ni PSOE tendrán la última palabra en esto de formar gobierno. Es el ocaso del bipartidismo que preconizó Podemos y ha terminado por rubricar Ciudadanos. Así ha ocurrido en Granada, en donde la no campaña del Partido Popular ha terminado por pasar factura -también han ayudado otros asuntos que nada tienen que ver con la movilidad-, a la confianza que los granadinos han prestado a Torres Hurtado.

El PP de la capital lo venía anunciando en campaña: "o nosotros o el caos". Y será el caos... el caos del consenso, el caos del diálogo, el caos de llegar a acuerdos. Un nuevo tipo de caos al que los granadinos no están acostumbrados desde hace una década. Y en ese puzzle del Juicio Final tiene mucho que decir Ciudadanos, un partido que en Granada tiene nombre y apellidos: Luis Salvador; el que fuera senador socialista ha conseguido ilusionar a un buen puñado de granadinos con su propuesta naranja y a estas horas cuenta con cuatro concejales que tienen una decisión por delante: a quién le dan la alcaldía de Granada. El chapú no es menudo, porque aquí todo el mundo ha dado por sentado que Ciudadanos es la marca joven del PP y los de Rivera no terminan de sentirse cómodos con la etiqueta.

Pero es que detrás viene Paco Cuenca, el socialista que revalida sus ocho concejales en una situación más que complicada y que ya ha dicho que a ver si hablamos y que aquí no sobra nadie. Porque lo tiene difícil, pero Granada ya sabe deletrear la palabra 'tripartito', aunque los resultados del último mejor dejarlos en el olvido. Y que para un tripartito hacen falta tres y ahí está Vamos, Granada, la propuesta de Podemos y Equo que en la capital tiene a Marta Gutiérrez como su cabeza de lista. Ellos tienen tres concejales y unas ganas inmensas de dejarse notar y de hablar. Porque esa es otra: preguntados, todos los partidos, por su política de pactos, nadie ha sido capaz de salirse del guión: "no pactamos sillones, pactamos propuestas"; la versión light podría ser: "no pactamos con siglas, pactamos con ideas".

Y serán el pacto, el diálogo y el consenso los verdaderos protagonistas de estos días que llegan; al final, son a los que han votado los granadinos.

Por cierto, decía que en esto de las elecciones nadie pierde, pero sí es verdad que UPyD, la formación que lidera Mayte Olalla, desaparece del Consistorio granadino. Y con menos voces siempre se pierde.







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