Reabre la Cuesta de los Chinos tras los trabajos derivados de los últimos terremotos

El Patronato de la Alhambra y Generalife haya trabajado en un proyecto para definir una intervención integral que garantice la estabilidad de los taludes

cuesta de los chinos
La Cuesta de los Chinos vuelve a abrir | Foto: Archivo GD
Europa Press
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La Cuesta de los Chinos, que da acceso al recinto de la Alhambra desde el Paseo de los Tristes de Granada, ya está abierta después de que hayan finalizado los trabajos de mantenimiento que se hicieron necesarios tras el aumento de fisuras paralelas al suelo y oquedades que experimentó, a finales del pasado mes de enero, a raíz de los terremotos de más de 4 grados que se dejaron sentir en la capital granadina y su entorno metropolitano.

Tras una inspección a fondo en la zona, el pasado 14 de marzo, el Patronato de la Alhambra y Generalife, responsable de los trabajos, informó de que iniciaba tareas de saneamiento del talud de esta Cuesta del Rey Chico incluyendo la reparación de la malla que evitaba que las pequeñas piedras pudieran caer sobre la calzada, de ahí que el acceso a este camino peatonal continuó cerrado para garantizar la seguridad de los viandantes.

"Una vez realizados los últimos trabajos de limpieza, tras el saneamiento del talud, el acceso peatonal en la Cuesta del Rey Chico, o de los Chinos, de la Alhambra, se abre de nuevo al público", ha anunciado este viernes, en un mensaje en su perfil de la red social Twitter, la directora del patronato, Rocío Díaz.

Según informó en su día este organismo, dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, la Cuesta de los Chinos, en su margen izquierda, está formada por taludes de conglomerado Alhambra de diferentes alturas, con tramos en los que se superan los 20 metros. El material que compone dichas paredes se caracteriza por ser muy resistente pero susceptible a la erosión y frágil a la rotura.

De ahí que el Patronato de la Alhambra y Generalife haya trabajado en un proyecto para definir una intervención integral que garantice la estabilidad de los taludes y la seguridad del tránsito por la zona, compatibilizándolo con la estética y protección de los valores paisajísticos e históricos singulares de la zona de actuación.







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