El Granada quiere cerrar una primera vuelta de récord

El Granada CF sigue soñando en grande en todas las competiciones. El equipo ha hecho lo que parecía muy complicado en lo que otros equipos han naufragado a los largo de las temporadas. Ha sido capaz de mantenerse entres competiciones al mismo tiempo durante la primera mitad de la temporada.

Este miércoles cierra la primera vuelta ante el Villarreal con la satisfacción de saber que el conjunto nazarí ya cuenta con 27 puntos, los mismo que consiguió el curso pasado al finalizar los 19 partido. Poder alcanzar los 30 sería un nuevo hito histórico para los rojiblancos.

Y es que en esta ocasión, los hombres de Diego Martínez no solo se han tenido que preocupar de Liga y Copa, también se han estrenado en Europa League logrando la clasificación para los dieciseisavos de final y siendo el equipo que más partidos oficiales ha disputado en España.

Pero las visitas a La Cerámica siempre son complicadas. El Villarreal también ha demostrado ser uno de los equipos más fuertes de este curso bajo el mandato de Unai Emery y con Gerard Moreno como principal amenaza en el área rival.

Mientras, las lesiones y las bajas en el Granada han ido transformando el equipo de forma camaleónica. Los numerosos dibujos que Diego Martínez ha ido mostrando en los partidos han dado profundidad al cuadro rojiblanco y casi todos sus jugadores han sido importantes en algunos de los tramos de la temporada.

Por suerte para el técnico vigués, la enfermería vuelve a vaciarse un poco y esta semana volvieron a los entrenamientos Quini y Víctor Díaz, por lo que se podría aliviar la presión sobre los laterales en ambas bandas una vez más.

Lo que está más parado es el mercado de fichajes. La intención de Ramón Azeez de marcharse aprieta el centro del campo rojiblanco y aún no se ha concretado ninguna llegada aunque sí existen frentes abiertos para repoblar los laterales y la posición de recuperador.

La visita a La Cerámica no es solo el final de la primera vuelta de la temporada. Es la confirmación de un equipo que deberá coger impulso para que, cuando llegue la gran prueba de febrero, vuelva a sentirse seguro de sí mismo.