La poeta Carmen Canet recuerda la figura y la obra de Mariluz Escribano

La Junta ha celebrado el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con un proyecto de paseo literario siguiendo la huella de escritora Mariluz Escribano, de la mano de la poeta Carmen Canet, acompañada por el delegado de Cultura y Patrimonio Histórico en Granada, Antonio Granados.

La iniciativa 'Mujeres de libro', puesta en marcha por el Centro Andaluz de las Letras, busca visibilizar el papel de la mujer en la literatura y rescatar las figuras de muchas mujeres olvidadas.

"Con este programa hemos propuesto desde la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico un viaje en el tiempo para recuperar la historia de mujeres de libro en su doble versión de creadoras y de personajes literarios. Un itinerario a través de distintas épocas para demostrar el papel principal de las mujeres en la historia literaria", ha explicado Antonio Granados, quien ha señalado la importancia de la poeta granadina en el siglo XX, así como que se haya dedicado esta ruta para acercarla al público en general.

El inicio de la ruta es en la plaza de San Isidro, al lado de la casa donde vivió Mariluz Escribano cuando vuelve, en el año 1941, del destierro de Palencia con su madre, Luisa Pueo, desde que fuera represaliada en 1936, tras el fusilamiento de su padre, Agustín Escribano y es aquí de niña con cinco años donde comienzan sus recuerdos.

La segunda parada es en la Escuela Normal. Reunidos en la plaza del Triunfo, allí se visita la Aneja, el colegio donde estudió Mariluz, parte de la Escuela Universitaria de Magisterio, que fundó su padre y en donde trabajó también su madre. Y dónde más tarde lo haría la poeta.

La tercera parada es en la calle Carril del Picón, donde nació la poeta, y que abandonó con sólo once meses tras fusilar a su padre en la noche del 11 al 12 de septiembre, represaliar a su madre y su marcha a Palencia. El punto de encuentro es en la actual Facultad de Traducción e Interpretación, antigua Filosofía y Letras, conocida entonces como el Palacio de las Columnas.

La cuarta parada es en la plaza de Gracia, que era el confín pues era ahí donde comenzaba la Vega. "Esa historia de esos años convulsos de la guerra en donde la tragedia asolaba a las familias, pero su madre y ella fueron mujeres valientes, luchadoras y grandes maestras", ha explicado Carmen Canet.

Finaliza en Huerta de San Vicente, donde la niña Mariluz pasó tantas tardes y convivió con los primos de Federico García Lorca. Fue hasta el final de sus días un lugar de paseo para ella pues allí se encontraba tranquila y feliz. "Hemos contado historias interesantes de esta relación con la familia del poeta y leído poemas simbólicos en donde entre otros temas, la naturaleza, el compromiso y la recuperación de la memoria serán los protagonistas de su poesía, de la influencia machadina. Mariluz Escribano es la poeta comprometida con la ciudad de Granada, de la memoria y la concordia", ha relatado.