¿Granada es cultural?

protesta alerta roja sector cultural granada - Foto MJ Ramírez
Imagen de archivo de la protesta de Alerta Roja en Granada el pasado 1 de octubre
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Un grupo de colectivos de profesionales del sector cultural de nuestra ciudad, entre ellos GRADAE (Asociación de profesionales y profesiones de las artes escénicas), ATEA (Asociación de técnicos de las artes escénicas), y otros grupos relacionados con las artes plásticas, la música, el audiovisual o los eventos, todos ellos han montado una plataforma llamada “Granada es Cultural” con el objetivo de trasladar la cruda realidad que el sector está atravesando, agravada hasta niveles insostenibles por la crisis sanitaria, que ha supuesto una autentica devastación para la cultura en sus diferentes expresiones y un duro golpe al empleo y la economía asociada a la actividad cultural que en nuestra ciudad impacta en miles de personas.

La actual situación no se puede atribuir en modo alguno a la crisis sanitaria y sus consecuencias, es preciso aclarar que los problemas de la Cultura en nuestro país, en Andalucía o en nuestra ciudad, son estructurales y tienen su causa en las políticas culturales y la consideración que las mismas tienen en los presupuestos de las administraciones, somos uno de los países de Europa que menos gasto público dedica a la Cultura. Hay en ello un profundo componente ideológico, considerando que la cultura no un bien esencial, un derecho de la ciudadanía , un servicio público necesario para el bienestar y la cohesión social, se entiende más bien como una actividad relacionada con el ocio, con el divertimento y por ello prescindible y ajeno a las prioridades de la agenda política.

Volviendo al escenario municipal el panorama es desolador, se ha producido una caída estrepitosa de la agenda cultural de la ciudad, han desaparecido festivales consolidados que eran el núcleo de nuestra oferta cultural; por ejemplo acabamos de conocer que el Festival de Jazz de Granada, que celebraba su 41ª edición, uno de los más antiguos de España, se acaba de cancelar. No puede ser peor noticia, aunque sepamos que es por motivos justificados por la imposibilidad de desplazamientos de los músicos, pero esta circunstancia viene a contribuir a la sensación de vacío cultural que vivimos.

En relación al patrimonio cultural la situación también es preocupante, tampoco hay visitas a monumentos. Así ahora, cabe preguntarse cómo afectará la pandemia a la Alhambra, a la viabilidad económica del monumento, ahora casi sin visitas. Me pregunto, nos preguntamos, si el dinero (más de veinte millones de euros) “desviado” a algunas inversiones en la ciudad no serán ahora necesarios para la conservación del monumento, y pensando más a medio plazo y teniendo en cuenta la merma económica por la caída de ingresos quen sufrirá el Patronato, cómo afectará a su gestión y consecuentemente a la ciudad y a su oferta de turismo cultural.

En la encrucijada que vivimos de compatibilizar la salud con la economía algunos sectores están siendo más afectados que otros, por eso hay que redoblar los esfuerzos, hay que superar viejas inercias y comprender que puede haber cultura segura desde el punto de vista sanitario. Hay que escuchar a los profesionales estrechando la colaboración público-privada para mantener y reactivar las actividades, las programaciones, los nuevos programas o productos. Ahora más que nunca hay que apoyar al sector cultural.

Por eso la Moción por la Defensa y Reactivación de la Cultura en Granada que el Grupo Municipal Socialista presentará en el pleno municipal del próximo viernes y que recoge las demandas del sector son de interés general y merecen el acuerdo unánime del conjunto de los grupos políticos con representación municipal, pero eso no será suficiente.

Corresponde al Gobierno municipal trabajar para hacer realidad esas propuestas: considerar el sector cultural prioritario tanto social como económicamente para nuestra ciudad, canalizar ayudas económicas, facilitar la realización de actividades culturales en lugares seguros. Considerar las salas de concierto espacios de cultura y no de ocio, escuchar a los profesionales y facilitar en definitiva que se mantenga, adaptada al especial momento que vivimos, la oferta cultural en nuestra ciudad y aprovechar la crisis para buscar nuevos modelos de gestión que a la vez que resuelvan los problemas existentes sirvan para poner en el lugar que corresponde a la cultura. En esa tarea estamos todos convocados, todas las administraciones, pero también el conjunto de la ciudadanía.

P.D. ¿Qué se sabe del Proyecto Granada Capital Cultural Europea 2031?







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