Brillante Recreativo

1) 47-48 Recreativo
Una de las primeras formaciones del Recreativo de Granada, temporada 47-48. De pie: Martín, Espinosa, Delgado, Requena, Hansa, Carmona III y Ramírez; agachados: Cruz, Díaz Cara, Pareja, Navarro y Ros | Foto: Remitida
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Un posible once del Granada actual podría ser el que formaran: Dimitrievski: Oliván, Diego González, Murillo, Estupiñán; Pol Llonch, Hongla, Sergio Peña; Success, Sergi Guardiola y Álvaro García. Y en la plantilla podrían también figurar otros como Édgar Badía, Pawell, Denilson, más los que de hecho pertenecen ahora mismo al primer equipo rojiblanco: Escandell, Torrente, Neva, Pepe, Isma Ruiz, Antonio Puertas, Machís y Luis Suárez.

Es una plantilla que posiblemente no haría mal papel en la primera española y que tendría la particularidad de ser canterana en su totalidad, aunque en puridad sólo uno de todos ellos salió de nuestra cantera, el único granadino, el gojareño Isma Ruiz. No es demasiado utópico pensar que muy bien podría ser ésa o muy parecida la plantilla actual del Granada pues todos tienen en común que hace muy poco militaban en las filas del filial Recreativo y ahora juegan en máxima categoría, aunque no todos en LaLiga. Todos vistieron la rojiblanca segunda (antiguamente blanquiazul) y algunos la primera; y además, todos o casi todos vinieron a Granada de la mano de la pareja Pozzo-Pina.
Si hay una fecha en la historia reciente del GCF que deba figurar en oro en sus anales, ésa es la de julio de 2009, que es cuando se produce el desembarco en nuestra tierra del binomio Pina-Pozzo.

La pareja podía haber acabado en Cartagena, Jerez, Mallorca… Los otros nombres que sonaron en aquellos momentos, pero escogió Granada sin que le asustaran los más de diez millones de euros de deuda que tenía nuestro club en plena resaca del 'sanzismo' y el desierto que dejó su 'espantá' en mitad de la representación. Cero euros de patrimonio teníamos y un futuro inmediato modestísimo, que era lo único a lo que se podía aspirar. Y mucho peor podía haber sido la cosa. Tanto como que para entonces muy bien podría haber ocurrido que ni siquiera existiera una entidad llamada Granada CF. Era a mediados de 2009, el Granada un equipo de 2ª B que acababa de salvar la categoría con apuros y que no había fenecido casi de milagro y gracias al interés desinteresado (valga el oxímoron) de Ignacio Cuerva y su equipo. Los únicos que quisieron hacerse cargo del club en aquellos peliagudos momentos lograron evitar un nuevo descenso administrativo a 3ª que habría significado con toda probabilidad la puntilla.

Ante situaciones de ruina como la expuesta, lo ideal habría sido que toda Granada hubiera respondido para impedir el funeral rojiblanco. Pero, que eso hubiera ocurrido, o sea, que la ciudad y la provincia se volcaran y aportaran las cantidades necesarias para poder seguir existiendo el Granada CF, sí que se nos antoja rayano en la ciencia-ficción. Tuvieron que venir de fuera, incluso de fuera de España, a suplir la inacción penibética. Hoy, con la perspectiva de los años que ya han pasado, podemos afirmar que la venida de la pareja Pozzo-Pina fue lo mejor que le pudo pasar al club de nuestros amores. Sí, de acuerdo, ambos hicieron grandes negocios a costa del Granada. Pero ahora piensen en lo que seguramente habría ocurrido de no haber tenido la “doble P” la feliz idea de aterrizar a la vera de la Alhambra. No hay más que echar un vistazo a la suerte que corren ahora mismo otros clubes de ciudades más o menos equiparables a la nuestra.

Pozzo y Pina, con sus dineros y su vista para el negocio balompédico, le dieron la vuelta al GCF y, para nuestra suerte de forofos, todo les salió rodado y en sólo dos años (después de nada menos que 35 de ayuno y abstinencia) volvía el Granada a codearse con la aristocracia futbolera, iniciando así la que puede considerarse mejor etapa histórica de nuestro club, que todavía dura. Y esa sustancial mejoría alcanzó también al primer filial, el Recreativo, por el que han desfilado en pocos años un gran número de futbolistas que en la actualidad han alcanzado la élite, y que son todos los que he nombrado más arriba más otros cuantos que ahora mismo juegan en segunda.

El Recreativo de la 68-69, foto gentileza de Gabriel Rosario Lázaro. De pie de izquierda a derecha: Lázaro, Jesús Martínez, Paquet, Linde, Joya, Delgado; agachados: Mateo, Ríos, Bonoko, Pirri y Tantán

El Recreativo de Granada, fundado por Ricardo Martín Campos en el verano de 1947, está a punto de celebrar sus bodas de brillantes, las que se conmemoran a los 75 años. En ese tiempo ha pasado por diversas categorías, siendo el tercer nivel del fútbol español el que más temporadas lo ha visto competir: 28. A la vez ése es su techo. En 2009 estaba en Primera Andaluza, el quinto nivel del fútbol español, y tres años después, en 2012, dio el salto al cuarto nivel, la Tercera División, donde sólo permaneció una temporada, ascendiendo a 2ª B en 2013 (y lo hizo con un guiño a la historia del equipo mayor: en el mismo campo, el Francisco de la Hera de Almendralejo, en el que el GCF ya consiguiera un ascenso a primera, el de 1957).

Del filial se puede decir lo mismo que del “grande”, o sea, que la llegada del dúo Pozzo-Pina dio inicio a su mejor etapa histórica: ocho años consecutivos en 2ª B, la misma categoría que ocupó el primer equipo nada menos que veintidós temporadas. Entre 1950 y 1968 jugó el Recreativo en Tercera cuando efectivamente era ésta la tercera categoría, pero aquella Tercera de entonces no era equiparable a la Segunda B que se creó en 1977 pues estaba formada por infinidad de grupos y equipos. Sí se podía considerar similar a la 2ª B que ha existido en el fútbol español hasta su abolición el año pasado, la Tercera que en 1970 quedó estructurada en cuatro únicos grupos (así estuvo hasta 1977), categoría en la que el Recreativo militó sólo la 70-71. Luego, ya lo vemos, nunca el filial estuvo mejor que en estos últimos años. La nueva reestructuración de categorías que entró en vigor en 2021 ha traído para el Recreativo la caída al cuarto nivel del fútbol español actual, la 2ª RFEF, que es donde milita ahora mismo.

La otra cara de la moneda es la desgranadinización del filial. El Recreativo nació con el objetivo principal de captar a los mejores futbolistas que daba la tierra para foguearlos y que pudieran dar el salto a la primera plantilla. Es una función que cumplió desde la primera temporada de su existencia, la 47-48. Cada ejercicio, año tras año, se puede decir que casi sin excepción, algún componente del Recreativo pasaba al primer equipo. Así, varios granadinos salidos del Recreativo están en las fotos de los ascensos a primera de 1957, 1966 y 1968. Alguno, como Barrachina, alcanzó la internacionalidad absoluta, aunque eso ocurrió cuando ya no vestía de rojiblanco; lo mismo se puede decir de Mingorance, que no es granadino de nacimiento pero sí de adopción y salió también de las filas del equipo blanquiazul para llegar a vestir la roja cuando ya no andaba por estos predios. Ambos y algunos otros más incluso rindieron un pingüe beneficio al club al ser traspasados.

También en su historia es de destacar el muy digno papel que el Recreativo hizo en la hoy desaparecida competición Copa de España de Aficionados, de la que fue en cuatro ocasiones campeón de Andalucía: 1949 (eliminado por el Barcelona ya en semifinales nacionales), 1964 (eliminado también en semifinales, pero por el Real Madrid), 1965 (el Madrid nuevamente lo eliminó, pero ahora en IV) y 1966 (otra vez el Madrid pudo con él en IV); además, también alcanzó la final regional de ese campeonato en 1948 y 1968.

En la actualidad sigue el filial cumpliendo su cometido y aportando jugadores a la primera plantilla. La gran diferencia es que hasta no hace demasiado tiempo, todo el que pasaba del Recreativo o Granada B al equipo grande era de la tierra. Ahora, sin embargo, son minoría en su plantilla los que nacieron en Granada y muy pocos los paisanos que dan el salto. La total profesionalización del club así lo exige porque tampoco nuestra cantera se pareció nunca a la de los equipos vascos.

En agosto de este año, 2022, el Club Recreativo de Granada cumplirá 75 años. No está nada mal. Tiene más antigüedad que alguno de los clubes de primera y segunda. Pero parecería que últimamente a los penibéticos se les ha olvidado jugar (bien) al balompié y apenas salen valores capaces de rendir en el campeonato español de primer nivel. Mejor pensaremos que, lo mismo que en otras épocas Granada dio futbolistas de primera división, puede seguir dándolos ahora. Será cuestión de mejorar la gestión de la cantera.

Plantilla del Recreativo (por entonces Granada B) de la 2013-14







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