El atajo a tu paz interior

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Cuando eliminas preocupaciones y pensamientos innecesarios eliminas también acciones redundantes | Foto: Remitida
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 La vida moderna puede ser muy abrumadora. Ruidosa, agobiante. Si bien no puedes controlar los ritmos de los demás ni las circunstancias externas, hay mucho que puedes hacer para minimizar el impacto de este ruido en tu vida.

El ruido no es solo sonoro: también existen los ruidos visuales, espaciales, mentales y de comportamiento.

● Espacios en casa llenos de cosas que se interponen en nuestro camino, exceso de adornos y papeles, armarios y alacenas atestadas.
● Pensamientos recurrentes, acciones innecesarias, exceso de conversaciones por WhatsApp.

La estrategia que debes adoptar es reducir todo a su mínima expresión. Tener menos cosas, hacer menos. Menos es más. Pocas opciones permiten pensar con más claridad y ganar en paz interior.

Decía Marco Aurelio que ante cada acción y cada pensamiento hay que preguntarse: ¿Es esto esencial o es superfluo? ¿Es esto importante, es fundamental? ¿Debo prestar atención a lo que está sucediendo, a estos pensamientos que me atormentan?

Tal vez puedas reducir esas preguntas a solo dos: ¿Es esto necesario? ¿Me traerá paz interior o me la quitará?

Es una práctica muy reveladora. Notarás en poco tiempo que la mayor parte de tus preocupaciones y acciones son superfluas. Bien porque no valen la pena, porque están fuera de tu control o porque solo suman ruido a tu vida y restan paz.

Cuando eliminas preocupaciones y pensamientos innecesarios eliminas también acciones redundantes. Acabar con los diálogos mentales imaginarios, por ejemplo, es un buen comienzo. Tu cabeza siempre tenderá a producirlos; lo importante es que cuando suceda te lo digas: esto es innecesario. De a poco comenzarás a diferenciar lo esencial de lo no esencial.

Lo esencial es lo importante: más tiempo con tu familia o amigos queridos, más tiempo para dedicarte al trabajo que te gusta, a hacer deporte, a descansar o a ayudar a otros.

Hoy, cuando debas tomar una decisión o poner prioridades, pregúntate: ¿Es esto necesario? ¿Me traerá paz interior o me la quitará?

1. Si te sientes ofendido ante los dichos o acciones de alguien, pregúntate: ¿Es este sentimiento superfluo? ¿Vale la pena?
2. Cuando se trata de obligaciones sociales: ¿Es superflua esta reunión?
3. Estableces límites. Di más “no” a las cosas que no quieres hacer o sabes que no deberías.
4. No des excusas cuando necesites tomarte un tiempo para ti, dar un paso al costado o alejarte de las personas. Hazlo con confianza.
Finalmente, si es posible, reduce el uso de las redes sociales y las pantallas en general.







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