Romanos, nazaríes y cristianos: un recorrido por los ocho castillos del litoral granadino

Seis municipios de la Costa Tropical aún conservan sus fortalezas cercanas al mar, que siglos atrás defendían y protegían al Reino de Granada

Castillo de Salobreña | Foto: Archivo
Castillo de Salobreña en lo alto del cerro | Foto: Archivo
Nuria Cabrera
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Entre la Costa de Almería y la Costa del Sol se encuentra la Costa Tropical, un paisaje con menos fama que los anteriores, pero que no olvida su gran protagonismo histórico. En este tramo de la costa andaluza se encuentran torres, atalayas o castillos de origen romano, nazarí y cristiano. Estas edificaciones fueron importantes por su cercanía al mar de Alborán y para la comunicación entre el Reino de Granada con el norte de África.

De los 18 municipios que forman la comarca y los diez que están en el litoral, seis de ellos aún conservan los restos de sus castillos, que siglos atrás mantenían un carácter militar. La Rábita (Albuñol), Castillo de Baños (Polopos), Castell de Ferro (Gualchos), Carchuna (Motril), Salobreña y Almuñécar junto a sus dos pedanías Velilla-Taramay y La Herradura, son las localidades afortunadas de poseer este patrimonio, la mayoría considerados como Bien de Interés Cultural.

Las poblaciones nombradas eran claves para defender y dar seguridad a la zona, ante las conquistas y los posibles ataques piratas. Los castillos podían ser construidos en los cerros y rocas altas, o en primera línea de playa, desde donde observaban y vigilaban toda la costa. Además, se edificaban por orden del gobernante de su época, aunque la mayoría levantadas durante el reinado de Carlos III.

Castillo de La Rábita

En la zona oriental de la costa de Granada y en el límite de la provincia almeriense, se encuentra el Castillo de La Rábita. Esta pedanía del municipio de Albuñol cuenta con una de las fortificaciones más icónicas en la defensa del litoral granadino.

Su origen se remonta en época nazarí. En aquel entonces, la fortaleza se construyó encima de una pendiente rocosa junto a la orilla del mar, aunque actualmente está situado a 400 metros del Mediterráneo a causa de las múltiples riadas de agua que han llevado las ramblas y barrancos.

El castillo se levantó sobre un 'ribat' árabe el cual se utilizaba como fortaleza y monasterio consagrado para los soldados musulmanes dedicados a vigilar la costa. Además, el nombre de La Rábita podría proceder de 'ribat', ya que traducido al español es rábida y según la toponimia es muy similar.

Tras la conquista de los Reyes Católicos, se modificó la torre para que pudiera tener artillería. El objetivo de esta fortaleza era proteger las aguas de Albuñol de las embarcaciones, las mercancías y los ataques enemigos.  En el siglo XVI, los piratas tomaron posesión del castillo en varias ocasiones y por ello se reforzó la protección del núcleo con el levantamiento de las torres atalayas de Punta Negra, Estancia de La Rábita y Huarea. También, se produjeron varias remodelaciones durante los siglos XVI, en la parte más antigua de origen nazarí, y en el siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III.

Para acceder a la fortaleza, se hacía a través de un camino con pendiente que llegaba a la puerta. En su interior, las viviendas se distribuían en dos plantas, junto a un patio de armas y un posible aljibe en la planta baja. En el siglo XVIII, el castillo contaba con 25 soldados, un oficial, un sargento, dos cabos y un capellán. Ya en el siglo XX, la Guardia Civil estuvo instalada desde 1940 hasta 2006 en el Castillo de La Rábita.

Castillo de La Rábita | Foto: Nuria Cabrera

Hornabeque de Castillo de Baños

A 13,7 kilómetros de La Rábita, dirección Málaga, se puede ver desde la N-340 el fortín de Castillo de Baños, en el municipio de Polopos. El fortín data del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, aunque se reconstruyó en el siglo XVIII, en torno a 1765, durante el reinado de Carlos III, ya que los ataques de los piratas y corsarios norteafricanos eran constantes. El enfrentamiento entre Gran Bretaña y España, por la Guerra de Sucesión, hizo que la tensión en el litoral aumentará y, junto a ello, la necesidad de reforzar su defensa.

A partir de ese momento, se construyeron nuevas fortificaciones a pie de playa para impedir los desembarcos y proteger a las poblaciones vecinas. En el caso de este fortín, su levantamiento se produjo en la desembocadura de la Rambla de la Haza. Actualmente está a unos 50 metros de la línea de costa por las lluvias que afecta a la rambla y por la construcción de las nuevas edificaciones.

Castillo de Baños tiene una superficie pequeña y costaba levantar una gran fortaleza. Por ello, este pequeño castillo tiene la peculiar forma de un hornabeque, una fortificación que se compone de dos medios baluartes trabados con una cortina. Además, se construían a cierta distancia de la fortaleza para que los enemigos no la dañasen.

El Fortín de Castillo de Baños mide aproximadamente 11 metros de alto, y consta de dos plantas de alzada y una azotea. Las estancias se distribuyen en las dos plantas, aunque la planta inferior es más pequeña que la superior. El acceso a la puerta era a través de una escala de cuerda, pero posteriormente se instaló una escalera metálica de caracol.

Además, el castillo se utilizaba únicamente para vigilar y no disponía de artillería. Desde 1839 fue usado por el cuerpo de Carabineros, y posteriormente ha servido como Casa Cuartel de la Guardia Civil. Hasta hace pocos años, la rehabilitación se puso en marcha y actualmente es el centro de interpretación del patrimonio defensivo de la Costa Tropical.

Hornabeque de Castillo de Baños | Foto: Nuria Cabrera

Castillo de Castell de Ferro

Más hacia al oeste está "Castell de Ferro con el castillo en lo alto de aquel cerro o en lo alto de la colina es el pueblo mas bonito de la costa granadina", rima conocida por los vecinos de la población. La fortificación del municipio de Gualchos no consta de la fecha de su construcción en los documentos tras la conquista. A finales del siglo XII sí aparece en varios archivos, además de las labores arqueológicas que se han realizado, y podría denominarse de origen arábico.

En la época nazarí se utilizó como 'ribat' árabe, aunque en la época cristiana se modificó la edificación. Posteriormente, la localidad se repobló con cristianos de otros puntos de España, sobre todo de Cataluña, de ahí su nombre, ya que Castell de Ferro significa Castillo de Hierro en catalán.

En esta población era costumbre que llegaran los piratas berberiscos para robar en las localidades cercanas. El refuerzo del castillo, que defendía y controlaba su costa, llegó a tener 26 militares, así como armería que podría ser entre un cañón del calibre 16, a una batería de 4 cañones.

Después de la Guerra de la Independencia fue restaurado, a causa de su destrucción por parte de los ingleses. No obstante, según diferentes fuentes de información, la noche del 26 de abril de 1836, a consecuencia de una gran tormenta, cayó un rayó sobre la torre del castillo, que provocó la explosión de la pólvora guardada en su interior. Tras lo ocurrido, la fortaleza fue abandonada y actualmente solo quedan restos, incorporados recientemente a la Lista Roja del patrimonio por su mal estado de conservación y su amenaza de derrumbe.

Castillo de Castell de Ferro | Foto: Nuria Cabrera

Fuerte de Carchuna

En el litoral del municipio de Motril se encuentra el Fuerte de Carchuna. Ubicado en la misma playa de esta pedanía, el castillo se construyó en torno a mediados del siglo XVIII, por orden del rey Carlos III, con el objetivo de defender la costa. Con su levantamiento y, así la protección hacia la población de Carchuna, los ataques disminuyeron y con ello se empezaron a formar las poblaciones cercanas. Además, se empezó a sacar partido a las tierras que le rodeaban y aprovecharon los primeros cultivos de ellas.

El interior de esta fortaleza albergaba oficinas, cuadras, almacenes y hasta una capilla. Llamado 'Fuerte con Batería para cuatro cañones de 24 libras' y construido con un presupuesto alrededor de los 200.000 reales de vellón, ha sido modificado varias veces a lo largo de su historia. Durante la Guerra de la Independencia Española, entre 1810 y 1812, la lucha con el enemigo francés dejó el castillo en muy mal estado.

Además, el castillo de Carchuna es conocido porque fue prisión durante la Guerra Civil española y donde se produjo el 23 de mayo de 1938 la 'Operación Carchuna'. Esta operación se basó en la liberación de 308 prisioneros republicanos, la mayoría asturianos, por un grupo de guerrilleros. Fue una de las mayores liberaciones del conflicto español y de las que más inquietó a Franco.

Tras su rehabilitación total en el 2016, gracias a las subvenciones de la Diputación que recibió el Ayuntamiento de Motril, actualmente el Fuerte de Carchuna es el Centro Guadalinfo Carchuna-Calahonda.

Castillo de Carchuna | Foto: Nuria Cabrera

Castillo de Salobreña

Situado en el centro-oeste de la Costa Tropical y en lo alto del cerro, encima del pueblo blanco, se puede visitar el Castillo de Salobreña. Uno de los castillos más conocidos e importantes del litoral granadino, tiene presencia en esta localidad desde el siglo X, según fuentes árabes. Mientras el monumento prestó servicio, durante la época nazarí, se utilizó como palacio y posteriormente como cárcel. En el siglo XV, Salobreña fue tomada por los cristianos que, cuatro siglos más tarde, el castillo dejaría de ser útil como fortaleza militar y comenzaría su abandono.

Los tres recintos, la alcazaba y las dos zonas defensivas, hacen una forma trapezoidal. La ciudadela, protegida por murallas, era el centro militar y social. Además, su patio interior se utilizaba como almacén, en época musulmana, y como patio de armas, en época cristiana. Delimitada por cuatro torres, las dos más importantes eran la Torre del Homenaje y la Torre Vieja, posiblemente, utilizadas como residencias del monarca.

En la segunda mitad del siglo XX se iniciaron las primeras labores de recuperación del Castillo de Salobreña, ya que se encontraba en ruinas, y a finales del mismo siglo, el castillo albergó diversas actividades culturales. Incluso en la década de los 80 alojaba un león llamado Jimmy, muy famoso en la zona. Actualmente se puede visitar, pero tras su reapertura por la crisis sanitaria del Covid-19 hay algunas restricciones y medidas de seguridad.

Castillo de Salobreña | Foto: Archivo

Fortín de Velilla

Velilla-Taramay es una de las pedanías del municipio de Almuñécar que conserva su fortín. Llamado Castillo del Tesorillo, Torre de la Punta de la Galera, Torreón de Taramay o Torre del Conde de Guadiana, se construyó durante el reinado de Carlos III para defender el puerto y las poblaciones vecinas. Este castillo se encuentra en un relieve costero, llamado la punta de Jesús, a escasos minutos de la playa Tesorillo.

El interior del Fortín de Velilla se distribuye en dos pisos y una azotea. En el piso superior estaba la sala principal a la que se accedía mediante una escalera de cuerda y a través de una ventana. El piso de abajo tenía una sala pequeña y no tenía ventanas al exterior, por ello la luz exterior entraba por el hueco de la bóveda.

Además, tuvo dos cañones, pero se los llevaron los ingleses, ya que eran aliados de España en la guerra contra los franceses. El último dato que hay es que desde 1839 fue ocupada por los carabineros para sus misiones hasta su abandono. Actualmente el lugar donde se encuentra es una vía de uso restringido, por lo tanto, no se puede acceder al recinto.

Castillo de Velilla | Foto: GoogleMaps

Castillo de San Miguel

En el casco antiguo de Almuñécar y con vistas al mar se puede visitar uno de los castillos más bonitos del litoral granadino, el Castillo de San Miguel. Los orígenes de esta fortaleza son romanos, ya que se conservan restos de este periodo, pero fue en época nazarí, del siglo VIII al XV, cuando el castillo tomó realmente importancia, como defensa y residencia del gobernante.

El castillo tuvo varias modificaciones. Fernando el Católico reformó la edificación, añadiéndole un puente levadizo, entre otras construcciones, pero en la guerra de la Independencia se quedó en ruinas por los bombardeos de los enemigos, que actualmente podemos ver la torreta inclinada, a la izquierda de la entrada principal. Tras el conflicto, la fortaleza pasó a ser el cementerio local, hasta que en 1931 se declaró Monumento Nacional.

La fortaleza de San Miguel cuenta en su interior con un pabellón, construido en el siglo XVIII, y es actualmente el Museo Histórico de Almuñécar. Dentro del monumento, se puede hacer un recorrido a través de la evolución que ha tenido y de las cuatro culturas que han convivido. Además, el castillo de Almuñécar cuenta en su visita con largos pasillos, grandes habitaciones construidas en las torres, que podrían ser la estancia de los antiguos gobernantes, e incluso con mazmorras utilizadas en la Inquisición española.

Castillo de San Miguel en Almuñécar | Foto: Archivo

Batería Defensiva de La Herradura

Por último, la pedanía del litoral que limita con la provincia de Málaga es la pequeña localidad de La Herradura. Llamado 'Batería para 4 cañones de La Herradura', este castillo fue uno más de los levantamientos que mandó Carlos III, para defender el reinado de Granada. La fortaleza, junto con las torres de Cerro Gordo y la Punta de la Mona, se asentó en primera línea de playa y al lado del río Jate, un lugar estratégico desde donde vigilaban todo el litoral.

Como la mayoría de las anteriores fortalezas, se utilizaba para evitar los ataques piratas y proteger la costa de La Herradura, muy famosa por la pesca. A lo largo de su historia fue objetivo de los franceses durante la Guerra de Independencia. Además, fue ocupado por el Cuerpo de Carabineros y después, en 1940, pasó a ser de la Guardia Civil hasta el año 2002.

En su interior aparece un gran patio central con las habitaciones a su alrededor. También, en la parte derecha del patio hay una alberca o aljibe y una escalera que sube a la terraza del edificio. Este año se ha inaugurado el Museo Histórico '1562-La furia del mar', después de que el Ayuntamiento de Almuñécar, junto al CSIC, lo restaurara como uso cultural y visitable.

'Batería para 4 cañones de La Herradura' | Foto: Archivo







Comentarios

2 comentarios en “Romanos, nazaríes y cristianos: un recorrido por los ocho castillos del litoral granadino

  1. Avatar for Nuria Cabrera

    José A Rodríguez M

    Interesante artículo. Faltaría un noveno castillo, el Castillo de Huarea (Albuñol), cuyos restos se encuentran enterrados desde hace dos siglos bajo los sedimentos de la Rambla de Huarea, y que es muy parecido al de Castillo de Baños.

  2. Avatar for Nuria Cabrera

    Manuel Moreno Lazaro

    Perfecta investigacion para despertar del letargo la restauracion del castillo de Castell y otros mas que deben ser los ultimos por restaurar en la provincia de Granada.
    Hay que congratularse de la inscripcion en la Lista Roja del de Castell.Enhora buena por la informacion

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